Una de las bandas de mi vida ha sido siempre Stratovarius por lo que poder charlar largo y tendido con todo un Timo Kotipelto es un auténtico placer. Los fineses han estado siete años sin novedades discográficas en el frente, años de directo y de pandemia que les han hecho hibernar sus objetivos. Pero han vuelto y lo hacen con un disco que muy probablemente les volverá a devolver a la actualidad.
Eternal es un muy buen disco y sus tres singles apuntan a altos objetivos, cosa que muchos no esperaban de ellos a estas alturas. Quedan atrás esos años en los que parecía que Stratovarius se iban a comer el mundo con una formación de ensueño y unas canciones absolutamente geniales. Pero don Timo Tolkki “perdió la cabeza” y el sueño se truncó. Desde su retorno reman hacia la buena dirección.
Hemos dividido la entrevista en dos partes y ya os aviso que si eres fan del grupo creo que las disfrutarás pues es un fan preguntándole al ídolo. Hay más pasión que periodismo…
Qué bonita camiseta llevas, Jordi…
Pues la tuya también me encanta, veo que es de Wacken.
Sí, creo que he estado nueve o diez veces en Wacken.
Te he visto allí muchas veces, incluso una, no con Stratovarius, como Kotipelto.
Sí, una vez toqué allí con mi proyecto en solitario. Y recuerdo que otra vez tocamos como por sorpresa. Tocamos sin que nos anunciaran, creo que fueron sólo tres canciones, pero no lo recuerdo al 100%. Juraría que fueron tres temas y nada más.
Bueno Timo, estamos aquí para hablar de vuestro nuevo disco Survival y la verdad es que está muy bien. Podría incluso situarlo en mi Top 5 de vuestros discos. ¿Estáis contentos con las opiniones de prensa y de los fans con los singles que habéis publicado ya?
Sí, te diría que incluso estoy bastante sorprendido por las buenas opiniones que está generando todo, especialmente por la reacción hacia las canciones nuevas cuando las tocamos en directo. Cuando tocas un tema nuevo la reacción es menor ya que son pocos los que la han escuchado. Tocamos hace nada en el Leyendas del Rock el jueves y por primera vez tocamos “Firefly”.
Nadie la podía haber escuchado pues salía el single al siguiente día. Y vimos a todo ese público que le gustaba. Bajamos y mucha gente que conocí nos dijo que el disco apunta alto y que sólo habían escuchado dos temas, así que ya me muero de ganas de ver qué opinan de todo el disco completo. Tú ya lo has escuchado todo, pero los fans todavía no.
Vuestro anterior disco fue Eternal y fue editado en 2015. ¿Por qué habéis necesitado siete años para sacar Survival?
Ha sido por varias razones. La primera es que hemos girado mucho. Vas recibiendo ofertas, y claro, tocas aquí y allá. Hubo un momento en el que el sello nos dijo: “¿Para cuándo material nuevo?” Y les dijimos que ya estábamos preparados para ello. Nos decían que pasaba el tiempo y que los fans se podían olvidar de nosotros, que todas las bandas sacan disco cada dos años y que luego van de gira.
Pero nosotros somos más de componer y sacar el disco cuando estamos realmente convencidos de que el material es suficientemente bueno. No tenía sentido tener prisas, es que piensa que ya llevamos como 16 discos editados y no tiene sentido lo de repetir todo eso que ya hemos hecho en el pasado. Y claro, de repente hay una pandemia mundial y ralentiza todo el proceso de edición del disco.
Se suponía que el disco saldría un poco antes. Teníamos fechas de estudio y de repente el chico del estudio enferma y todo se vuelve a retrasar… Hay que cambiar las fechas, luego se va a Brasil… Así ha marchado todo, pero lo más importante es que no íbamos a sacar nada de lo que no estuviésemos plenamente convencidos. Estuvimos mucho tiempo componiendo, especialmente en el año 2019.
Creo que esta vez ha sido diferente puesto que hemos querido componer todos juntos, es decir, que no ha sido como en el pasado en el que sólo componía un tío. Matias Kupiainen componía algo y lo mandaba al resto del grupo, luego lo ensayábamos, alguien escribí las letras, generalmente yo, Matias o Jens. Eso nos tomaba mucho tiempo en mi estudio, te hablo de meses y meses… Así que esta vez queríamos cambiar ese proceso de composición.
Ahora escucho el disco entero y creo que todo es mucho más fresco, y para mí, como cantante, podía probar lo que eran las partes vocales mucho más rápido. Teníamos las ideas para la línea vocal así que pudimos probar las letras con más premura. Ver si funcionaba o no… Otras veces todo estaba compuesto y las letras ya estaban escritas y las leía cinco minutos antes de grabarlas, y claro, era en plan: “Bien… ¿cómo se supone que tengo que encajar todo esto?” Ahora todo se puede probar antes, con más tiempo.
Vale, volvemos a “Firefly”, que es el último single… y en mi opinión, se parece un poco a clásicos como “Eagleheart” y “Phoenix”. ¿Estarías de acuerdo con mi afirmación?
¿“Firefly”? Estoy encantado que me digas esto, pues nadie me había hecho un comentario como este sobre esta canción. Bien mirado sí que es una de las canciones más cortas del disco y es también una de las que tienen una onda más poppie dentro del estilo Stratovarius. Así que… ¡podría ser! Yo quizá te diría que sí que se acerca más a “Eagleheart”.
Y es que termina siendo difícil eso de intentar no copiar ninguna de tus anteriores melodías y de crearlas de nuevas sin llegar a estar muy alejado de lo que siempre has hecho. No creo que llegue a sonar a ninguna de esas canciones, pero sí que es de las canciones más melódicas del álbum.
Vale, yo te lo digo más que veo conexión en el sentido de que apunta a nuevo clásico, porque claro, desde que volvisteis se nota una evidente evolución en vuestro sonido, especialmente si lo comparamos con el material de los años 90.
Sí, claro, hay una formación nueva, estamos en 2022 y no en 1998 (risas). Cuando tengo que explicarlo siempre intento decir algo como que no queremos copiarnos a nosotros mismos y eso implica esfuerzo y lucha pues queremos que cuando alguien escuche una canción nueva, reconozca al grupo, pero que nunca puede llegar a decir: “Ohhh, es un refrito del “Black Diamond”, eso sería muy aburrido, pero me alegra que me digas que la canción es buena.
Mi primer concierto de heavy metal que fui en toda mi vida fue de Gamma Ray, Stratovarius y Rage en Barcelona y juraría que fue en 1996. Estabais de gira del Episode, que fue un exitazo. Estoy seguro que ese disco cambió las cosas para bien. ¿Fue así?
Sí, absolutamente, porque Jens Johanssen entró en el grupo. Yo recuerdo a Timo mirándome y diciéndome: “Podríamos poner un anuncio de que buscamos a un teclista que toque como Jens? Bueno es igual, ya se lo pregunto directamente”. Se fue y llamó a Jens y lo consiguió a él. Yo estaba maravillado porque para mí Jensera el mejor teclista de power metal y heavy metal que había.
Y luego llegó aquella máquina alemana a la batería: Jörg Michael. De repente vimos clarísimamente que estábamos en otro nivel muy superior. Obviamente gran parte del mérito eran las excelentes canciones que Timo Tolkki componía. Eran absolutamente brillantes. De repente nos habíamos convertido en una gran banda.
Ya que estamos con lo de las conexiones te diré que la introducción de la canción “Frozen in Time” me ha recordado a los tiempos de Visions y Destiny con todas esas voces y grandes coros, pero mi favorita de todas ellas es “Voice of Thunder”, y es, de largo, la más extensa. ¿Por qué esta canción al final?
Lo decidimos cuando la componíamos, o incluso antes de componerla… Hay en el disco diferentes conceptos de canciones, pues no todo tiene que quedar encorsetado en los tres o cuatro minutos, hay muchos estilos allí y uno de ellos es el progresivo, como podemos ver en “Broken”, y luego está “Firefly”, que es lo opuesto. En el fondo es todo lo que hay en Stratovarius, todo lo que debe ser y… todo lo que podemos ser.
Pero no se trata de obligarnos a hacer una canción larga y épica. Cuando empezamos a componer esta canción, de algún modo, vimos que las diferentes partes empezaban a encajar y nos dijimos todos: “Vaya, ya tenemos una canción épica”. Y teníamos en mente que en el “Destiny” empezábamos con una canción de estas características. Ya que era la primera en ese disco, creímos apropiado que esta fuera la última, especialmente por el outro final. Eso quedó muy claro y fijado, fueron el resto de canciones las que nos dieron más problemas a la hora de decidir su orden.
Hablemos de la actual formación de Stratovarius. ¿Tú considerarías que estamos ante la mejor formación que ha tenido el grupo en su historia?
Si hablamos del aspecto a nivel de tocar en directo, te diría que sí, claro, pues ya llevamos un tiempo muy largo juntos. Pero también me encantaba la antigua formación. La gente distingue entre el Mark 1 y el actual Mark 2. Ambas formaciones eran/son muy buenas. Pero para mí, claro, la actual es mejor. Estos chicos son unos músicos muy técnicos y es muy fácil el trabajar con ellos. Y actualmente tenemos un equipo de pipas extraordinario, todos ellos son finlandeses. Hay un gran ambiente de trabajo y eso te da ganas de salir a tocar en directo, lo cual es muy importante.
Tú entraste en 1994 justo con el disco Fourth Dimension. ¿Cómo llegas a entrar en la formación? ¿Timo Tolkki andaba buscando un cantante y dio contigo?
Yo entré en 1994 pero juraría que el disco se editó en abril de 1995, y lo que pasó es una divertida y bonita historia: Unos años antes había puesto yo un anuncio en la prensa finlandesa que un vocalista que “cantaba muy alto y con mucho volumen” buscaba banda melódica por la zona de Helsinki. A la vez el grunge ya lo dominaba todo y nadie quería cantar metal melódico, y un poco estaba desesperado porque sabía que no encontraría a nadie.
Empecé a hacer algo por mi cuenta por otra parte de Finlandia hasta que recibí una llamada del primer batería de Stratovarius Tuomo Lassila y me decía que tocaba en Stratovarius, que tenían un concierto en Tampere, en una sala grande, que si quería probar de hacer de cantante con ellos. Esto sería en 1992 y les contesté que no era lo suficientemente bueno para hacerlo.
Unos años más tarde yo estaba en Helsinki y estaba estudiando canto ya que quería hacer mi propia música. Estaba metido en 10 bandas diferentes de la zona de la capital y ninguna de ellas era exactamente lo que yo quería. Pero allí había un grupo que tocaba versiones de Rainbow y me encantaban esos chicos, eran muy buenos. Me conocían y uno de ellos les dijo a Timo Tolkki y a Jari Kainulanen que yo era un tío que encajaría perfecto con su música.
Pero es que yo ni sabía que todavía andaban buscando a un vocalista. Desde aquella llamada, años antes, que no había tenido noticias del grupo. Y todo esto sucedió antes de que tuviésemos teléfonos móviles… Pero yo volví a casa y había un mensaje en el contestador. En esos tiempos yo era un estudiante y vivía con otros dos estudiantes en un espacio muy reducido. Vi que tenía mensajes en el buzón de voz. Había 10: uno de Timo, otro de Jari, otro de Timo, otro de Jari… Y todos decían lo mismo: que les llamara.
Les llamé y Timo se vino a verme. Yo les dije que de material no tenía nada de power metal pero que sí tenía temas de heavy clásico cantados. Él escuchó las canciones y me dijo que fuera para el estudio que haríamos una audición a ver qué tal. Unas semanas después me mandó las demos de lo que iban a ser las canciones del Fourth Dimension. Creo que sería para finales de julio de ese año, y yo estaba en Helsinki. Recuerdo que era un verano muy caluroso, que iba para el estudio a ensayar canciones como “Hold on to Your Dream” (más antiguas) y alguna otra de las nuevas. Luego íbamos a tomar unas cervezas y conectamos… Así es como empezó todo: no sabía que estaban buscando vocalista y de repente ¡ya estaba dentro!