El gran Udo Dirkschneider sigue hiperactivo y motivado y no tiene intención alguna de parar su actividad, ni de parar ni de llegar a pensar en planteárselo. Tras los dos años largos de dura pandemia parece que está dispuesto a girar con una banda realmente potente, pro ha tenido tiempo para hacer un par de cosas más: Primero, cambiar su sello discográfico y segundo, grabar un disco de versiones bajo el título de My Way.
Hace un par de años ya pudimos hablar con él y la verdad es que estaba bastante más comunicativo y abierto a todo. Incluso la entrevista fue de 45 minutos, esta es de 20 minutos. Parece que esta vez la cosa es diferente y es como si le hubiesen dado el toque de que no se explayara ni entrase en temas de Accept. Pero claro… siempre terminamos allí. Udo es seco y directo, pero también auténtico y no se anda con rodeos.
Hola Udo, un placer volver a hablar contigo. ¿Sigues viviendo en Ibiza?
Hola, pues no, estoy en Alemania, definitivamente me he mudado aquí.
Bien, la primera pregunta que tengo que hacerte es: ¿por qué un disco de versiones cuando has llegado a los 70 años y no antes?
¿Por qué no lo hice antes? Pues es que esta vez tampoco estaba planeado para nada, pero ya sabes… Teníamos mucho tiempo debido a la pandemia y no había nada que hacer en lo que se refiere a las giras, así que empezamos a trabajar en un disco de versiones, pero fue más que nada para divertirse, y la cosa fue evolucionando realmente bien. Así que vimos que la cosa podía ser interesante. A lo que teníamos añadimos un par de canciones más, hablamos con la compañía discográfica y les presentamos la posibilidad de hacer un disco de este tipo. Les gustó lo que teníamos hecho, así que: ¿Por qué no?
La lista de las canciones es lo que a mí me gustaba escuchar en las décadas de los 60, 70 y 80. Tampoco podemos hablar de canciones que me inspiraron para hacerme músico, son temas que a mí me gustaban. Es por eso que hay estas canciones, nada más.
¿Están Fabian, Tilen, Andrey y Sven tocando en ese álbum? Pues no me ha llegado información sobre los músicos que aquí tocan.
Ah, vale. Mi hijo Sven toca la batería, Peter Baltes está en el disco también tocando el bajo. Stefan Kaufmann toca la guitarra en “Man on a Silver Mountain” de Rainbow y en “Hellraiser” de The Sweet. Mathias Dieth, mi antiguo guitarrista, toca en el “Sympathy” de Uriah Heep. Hay muchos solos que los tocan la gente de mi banda U.D.O como Dee Dammers y Andrey Smirnov… Y luego hay muchas guitarras que las ha tocado ese chico alemán llamado Peter. Él es un músico alemán muy famoso que también canta y tiene un sentimiento muy heavy metal. Ha hecho muchos arreglos y también ha tocado muchos solos, pero especialmente las guitarras rítmicas. También te diré que todos los músicos han estado detrás de los coros. Yo es que lo definiría todo como un álbum familiar pues participa toda esa gente que me rodea. Ha sido genial contar con todos ellos. Sólo puedo decirte que estoy encantado con el resultado final.
Son 17 canciones… Una de mis canciones favoritas es «Hell Raiser» de The Sweet. Me encanta esa banda, así que… ¿Qué importancia tuvieron para ti?
Cuando yo era joven era una banda que me encantaba, pero a mí me gustaban más las caras B que las A (tenemos que contar que las caras A de The Sweet las escogía la discográfica y solían ser temas de pop hechas por compositores ajenos mientras que las caras B eran canciones propias con mucha más guitarra –Aquí os dejamos el reportaje que le hicimos a The Sweet-). Las caras B del grupo siempre eran más rockeras e incluso heavies. Y Stefan Kaufmann también era un gran fan de The Sweet.
Tengo que preguntarte cuál es la canción más difícil de cantar de todo el disco.
El tema más difícil de todos… (risas). Es divertido, porque es justo la canción cantada en alemán, que es precisamente mi idioma materno. Como ya sabrás era la primera vez que cantaba en germano y pensaba que no iba a ser nada complicado, pues sólo se trataba de otro idioma que domino perfectamente, pero… el alemán es muy duro en la sonoridad. Es que las palabras salen diferentes de tu boca respecto al inglés y fue muy complicado. De largo la canción de Wolfsheim fue la más complicada de cantar.
¿Y crees que volverás a cantar en alemán en un futuro próximo?
No quiero decirte que no, pero actualmente tengo muy claro que no va a volver a suceder.
Me encanta la historia que hay detrás de «They Call it Nightbush» de Ike y Tina Turner. Esta canción se tocaba a menudo en los tiempos de Accept durante los ensayos de la banda… ¿Llegasteis a tocar esa canción en vivo?
No, nunca la llegamos a tocar en directo, era un simple ejercicio de calentamiento cuando estábamos ensayando en los viejos tiempos. Tampoco es que la hicíesemos en todas las pruebas de sonido, pero nos servía para calentar y cuando pude escoger las canciones para el disco de versiones me dije a mí mismo: “Vale, quiero hacer una versión de este tema”. También te añadiría que soy un gran fan de Tina Turner.
Me encanta tu adaptación del “Fire” de Arthur Brown… Tuve la oportunidad de entrevistarlo hace años y es una locura porque ahora Ghost está creciendo, pero Arthur Brown se acercaba más en su estética en el videoclip. ¿Fue pionero en sus conciertos en directo?
La verdad es que no tenía ni idea de eso de Ghost… pero te diré que básicamente a mí me gustaba mucho la canción cuando salió y que me impresionó mucho lo que hacía con el fuego en la cabeza, y es una de mis canciones favoritas de todo el disco. Esta tenía muy claro que iba a entrar en la lista final.
¿Vas a tocar algunas de estas versiones en la próxima gira?
Mmmmm… en unas semanas vamos a empezar los ensayos para la gira y puede que sí, quizá ensayemos alguna de ellas: una, dos, tres o cuatro. Y luego, si en el concierto estamos en un momento de esos de comunión con el público, si se tercia, podemos tocar una de estas versiones a modo de sorpresa. Pero de ninguna manera va a ser algo instalado en el set list del grupo.
Vale… pero estoy seguro que tienes en tu cabeza qué temas son estos tres o cuatro… Dime la que estás pensando que te gustaría tocar, va…
Una favorita… Venga: “No Class” de Motörhead. Esta seguro que será una de las elegidas (risas).
¡Buena elección!
¡Sí! (risas)
Es difícil seguirte porque tienes diferentes proyectos: UDO, Dirkschneider en el que tocas canciones de Accept, Dirkschneider & the Old Gang con tus viejos amigos de Accept y el proyecto orquestal, que es una pasada. Tanta actividad me parece asombrosa.
Sí, hay muchas cosas, pero me quedó la espinita clavada de no haber podido hacer el show con la orquesta en Wacken planeado para el 2020. La pandemia de Coronavirus truncó todos los planes posibles. Sí que hay mucho material y proyectos, pero es que también ha habido mucho tiempo para pasar en el estudio. Así que: “¿Por qué no…?” Estaba planeada la gira del disco Game Over de U.D.O. y nos quedemos con las ganas.
Tuvimos que posponer todas las fechas americanas, Canadá, Europa y Rusia… Bueno, ahora lo de Rusia va a ser muy complicado, puede que ya no vuelva a ser posible. Igual dentro de dos años, o lo que sea, pero no tengo ni la menor idea de qué va a pasar. Iremos en junio para Sudamérica y ya habíamos aplazado estas fechas dos veces, pero creo que al final podremos hacerlo todo. También haremos muchos festivales veraniegos y en septiembre empezamos otra vez gira hasta principios de diciembre.
Ahora estás trabajando con la discográfica Atomic Fire, pero también estás en otros sellos discográficos con otros proyectos que tienes… ¿Por qué Atomic Fire esta vez?
Es un muy buen sello discográfico y allí están todos los chicos que formaban parte de Nuclear Blast y son muy fans del heavy metal. He estado durante 16 o 17 años en AFM, y eso es mucho tiempo. Pero a veces es bueno el cambiar algunas cosas, tener inputs nuevos y todas esas cosas… Lo que están haciendo con este disco de versiones me parece excelente.
Ha mencionado antes que tocar en Rusia va a ser imposible, pero… ¿cómo ves el tema de tocar en la Europa del Este? Tú siempre has tenido una gran relación con esos países pues en tus giras siempre tienes fechas por allí…
Como Europa del Este te diría Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Rumanía… En todos estos países va a ser posible tocar. Pero en Rusia y Bielorrusia creo que no vaya a ser posible. Y eso que nosotros siempre hacemos una fecha o dos en Bielorrusia… Y no hace falta decir que en Ucrania va a ser absolutamente imposible tocar. Es por todo esto que en nuestra gira nos ha quedado un gran agujero, hay unos días sin concierto que pertenecerían a las fechas de esos países.
Octubre era siempre cuando viajábamos a Rusia y Ucrania y ahora miraremos de hacer algunos shows más por el resto de Europa, pero no va a ser fácil porque todo el mundo va a estar girando. Así que concretar fechas no va a ser nada fácil. Si no hay manera de encontrar más fechas para U.D.O. empezaremos a trabajar con el próximo disco. Ya tenemos muchas ideas para el próximo álbum. Lo que está claro que no somos ese tipo de banda que se queda en el sofá de casa esperando ve-tú-a-saber-qué.
¡He leído que una vez tocaste al lado de Chernobyl! ¿Cómo fue esa experiencia?
Oh, eso fue en el año 1986 cuando había explotado todo. Estábamos tocando nuestros conciertos de gira y oímos las noticias por la televisión. Pero para nosotros no fue como decir “Ok, empezamos a girar y vamos allí a hacer algo especial”, sencillamente estaba programado en la misma gira.
¿Cuál es el primer disco que compraste con tu propio dinero?
Te diré que el primer disco que me compré no fue un disco propiamente dicho… Fue un single de los Beatles. Y fue en 1964 o 1960-y-algo… lo que sea (risas). O 1966 quizá, pero tanto da, era la cara B lo que me gustaba: el “I’m Down”. Yo es que pensé que para los Beatles ese tema era realmente duro.
Yo quería esta canción de los Beatles para el disco de versiones y la hacíamos un poco más heavy de lo que era en realidad, pero no obtuvimos los derechos de la discográfica para hacerla. Nos dijeron que no, que no la podíamos hacer. Para mí fue un golpe duro, pero es lo que hay. Hay muchas otras canciones buenas en mi próximo disco de versiones.
Quería preguntarte por algunas cosillas de Accept, como por ejemplo la portada del disco Russian Roulette. ¿Cómo elegisteis esa fotografía? ¿Recuerdas cómo se obtuvo esa imagen?
Esa portada fue decisión de la empresa de management y la foto fue obra de un prestigiosísimo fotógrafo alemán: Didi Zill. En esos días era un personaje muy popular.
¿Cuál es tu opinión sobre los discos de reunión de Accept Objection Overruled y Death Row?
Uffff… esos discos se hicieron con la reunión de Accept. Del Objection Overruled digamos que fue un el disco de reunión y un disco muy Accept, pero Death Row fue un poco más moderno, y no tuvo demasiado éxito, pero qué le vamos a hacer, así fue la historia…
Me has dicho antes que cantar en alemán es complicado para ti, pero en esos días cantabas en castellano… ¿Cómo fue eso de cantar en español “Amamos la vida”?
¡Oh Dios mío! “Amamos la vida”… Eran una bonitas palabras y pensé: “¿Y por qué no en Español?” y es que de verdad que encajaba muy bien con la métrica del tema.
¿Cómo fue eso de tocar en Bolivia a 4000 mil metros sobre el mar?
En mi caso digamos que no fue nada importante ni me cansé especialmente… pero hubo muchos miembros del equipo que tuvieron muchísimos problemas para respirar. Fue algo diferente a todo eso de tocar en La Paz.
Has elegido «He Is a Woman, She Is a Man» de Scorpions. A mí me encanta la era de los 70 y supongo que tú también prefieres esa etapa. ¿Son los Scorpions de los 70 los mejores de su historia?
Sí, yo es que vi a los Scorpions en sus primeros tiempos y con una formación muy diferente. Siempre me han gustado mucho y poseen un material buenísimo, especialmente el de los primeros años. Yo soy especialmente fan de su exguitarrista Uli Jon Roth. Es muy talentoso, pero también lo era Michael Schenker. Y son todos muy buena gente. Con Blackout se dispararon y demostraron que estaban preparados para llegar a mercados internacionales. Pero ya antes habían sacado un material muy bueno.
Hay en el disco el“TNT” de AC/DC y tuviste una historia interesante con AC/DC… Ellos compusieron el “I’m a Rebel”. ¿Por qué pagasteis por esa canción?
Estábamos trabajando en el segundo disco de Accept y nuestra compañía de marketing vinieron con la idea de que tenían una canción de AC/DC titulada “I’m a Rebel”. Poseían la cinta, nos enseñaron la canción y nos dijeron: “Si queréis el tema es todo vuestro”. Tengo que decir que el tema era bastante más lento de como la grabamos nosotros. Y mira, de vez en cuando la incluyo en el repertorio para pasarlo bien en directo. Funciona en todas partes y eso que fue grabada hace tantos y tantos años…
Wolf Hoffman me dijo que había esta canción grabada con Bon Scott en la voz, pero que nunca se había encontrado esa grabación. ¿Es esa historia cierta? ¿Hay una grabación de Bon Scott cantando «I’m a Rebel»?
Sí, había una cinta con Bon Scott cantando el “I’m a Rebel” y el tema había sido compuesto por George Alexander, que era el guitarrista de The Easybeats. A ver… lo de George Alexander era un pseudónimo ya que él era hermano de Malcom y Angus Young.
En octubre tengo que escribir sobre el álbum Restless and Wild. ¿Qué me podrías decir de este clásico?
Oh, no voy a contarte ahora todas estas historias de Accept cuando estoy de promoción de mi nuevo disco de versiones, pero venga, te diré de ese disco que fue un disco en el que estuvimos muy inspirados todos, especialmente en la canción “Fast as a Shark”, pues mucha gente nos decía que era la primera canción de speed metal de la historia. En ese disco hay muchísimas grandes canciones como las clásicas “Princess of the Dawn”. Un gran disco que supuso subir un peldaño hacia arriba para Accept llegando a hacernos bastante más famosos.
Es obvio que vas a tener una larga carrera con todos estos proyectos, pero… Si tuvieses la oportunidad de terminar tu carrera con el último concierto… ¿Qué canciones y qué invitados querrías para ese concierto final?
Yo es que no pienso en ningún momento en lo de parar y nunca pienso en qué podría tocar y con quién tocaría en un último concierto. No me lo planteo… Yo es que miro hacia lo más inmediato que es la gira y el trabajar en un nuevo disco de U.D.O. No voy a pensar jamás en un retiro o en cómo podría ser mi último concierto. Es demasiado temprano para mí. Yo es que espero seguir haciendo lo que hago durante los próximos 10 años, así que no pienso en parar ni en despedidas.