Entrevista a Víctor García-Tapia, guitarrista de Ànteros: ‘Me sorprende lo volcada que está la gente con ayudar a los grupos comprando sus discos y merch

El quinteto barcelonés Ànteros acaba de publicar un nuevo y brillante trabajo llamado …y en paz la oscuridad que auguro que va a estar muy arriba en las listas de lo mejor de este año (al menos en las mías). Este mismo fin de semana lo van a presentar en el AMFest más extraño que se ha celebrado hasta ahora y que tendrá lugar en el Castell de Montjuïc de la capital catalana junto a muchas otras grandes bandas de nuestro entorno. Para hablar de todo ello, nos hemos puesto en contacto con su guitarrista Victor Garcia-Tapia (ex también de otras dos bandas tan queridas y significativas como son Toundra y Minor Empires), y aquí tenéis el resultado.

¡Hola Víctor! Antes que nada, muchas gracias por invertir algo de tu tiempo en contestar estas preguntas para nosotros. ¿Cómo estás y cómo estás viviendo estos tiempos tan extraños?

¡Hola Albert! Gracias ti por la entrevista. Estoy bastante bien, en principio toda la gente que me rodea también está bien de salud; pero es inevitable que poco a poco, la pandemia vaya haciendo mella en la salud mental de todos nosotros, así que te diría que aguantando el tirón…

Antes de meternos más en profundidad en la entrevista… ¿Qué leches es eso del RAWK del que tanto habláis?

Creo que ya no lo sabemos ni nosotros. Es una de tantas estupideces que se nos ocurren y que repetimos como subnormales. El RAWK es tener un grupo con dos catalanes, un vasco, un italiano y un madrileño (aunque parezca el comienzo de un chiste) y hacer las cosas a nuestra manera, sin tonterías, sin pose y sin tener un palo metido por el culo.

Hace unas semanas publicasteis vuestro nuevo trabajo, llamado … y en paz la oscuridad, que llega tres años después de vuestro debut y que personalmente me parece un auténtico discarral. Parece que, por un lado, es algo más agresivo que Cuerpos Celestes pero, a la vez, abarca una paleta de estilos y matices bastante mayor y quizás más profunda que ese primer trabajo. ¿Cómo definirías tú lo que podemos encontrar en este álbum y cuáles crees que son las principales diferencias respecto a vuestro disco anterior?

¡Muchas gracias por tus palabras! Tienes razón, en …y en paz la oscuridad abarcamos muchos más registros que en Cuerpos celestes o Lunas”. En parte es por estar más cómodos y conocernos mejor como músicos y, también, porque en este disco hemos aportado todos a partes iguales a la hora de componer. La mayor parte de canciones han partido de ideas que han salido en el local o en estructuras que hemos podido llevar a un ensayo, pero llegados a un punto, y por temas de incompatibilidades horarios, cada uno empezó a hacer sus partes desde casa (antes de la pandemia) y a grabarlas sobre unas demos con batería que monté para poder avanzar. Así, cada uno tuvo la libertad de abordar los temas como quisiese y pudimos tener una idea más clara de cómo podían quedar los temas.

Hace poco leí esto en vuestro Facebook: «Faltan palabras y aliento para explicar lo complicado y lo duro que ha sido llegar hasta aquí y la cantidad de gente a la que tendríamos que hacerle un monumento.» ¿Cuáles son estas dificultades que os habéis encontrado y cómo habéis podido superarlas?

Hemos tenido la suerte de que no ha pasado nada grave en cuanto a salud, pero hubo un punto en el que veíamos muy complicado poder sacar el disco adelante con todas las restricciones y la incertidumbre que había en el momento.

Entrábamos a grabar las baterías en Cal Pau con Carlos Santos el 23 de marzo. Con la cuarentena domiciliaria hubo que cancelar y moverlo a junio. Al no poder volar desde Galicia a Cataluña, Carlos no pudo venir y las baterías las grabó Jorge Mur, que es nuestro técnico de directo. En agosto fuimos a Galicia, a Sadman Studios, con Carlos a grabar los bajos y las guitarras. Por temas pandémicos, yo no pude ir y tuve que grabar mis guitarras unas semanas después en Barcelona con Jorge en AXStudios. La mezcla y el master fueron muy sencillos, así que tampoco voy a dramatizar mucho más…

¿Cómo se gesta un disco de Ànteros y, en concreto, cómo se gestó éste? ¿Cuál es el papel de cada uno de vosotros en el funcionamiento de la banda, tanto en épocas de composición y grabación como en el día a día? (ésta te la pongo a huevo para que le sueltes alguna puya gratuita a Mau xD)

Para este disco en concreto decidimos parar de girar y centrarnos únicamente en la composición. Normalmente suelo grabar ideas en casa y llevarlas al local para que entre todos les demos forma. No diría que cada uno tengamos un rol establecido, de hecho, todo lo contrario, el trabajo de composición es muy orgánico y tanto Endika como Rubén traen sus ideas. Es cierto que prácticamente toda la composición está basada en las guitarras, pero la opinión de todos tiene el mismo peso y cada uno es dueño de su instrumento. A nivel logístico tenemos a Mau, que siempre está con su látigo y su actitud de dictador implacable (por algo se ha ganado el apodo de Maussolini).

¿Qué queréis decir con el título «… y en paz la oscuridad» y con la preciosa portada, obra de Medusa Dollmaker, que tan bien parece casar con este concepto? ¿Qué queréis expresar con este disco tanto a nivel lírico como emocional?

El germen de la portada fue la muerte de mi padre hace unos años. No quería tratarlo de forma directa, pero sí ser capaz de expresar cómo me pude sentir a lo largo de varios años. La portada viene a expresar la pérdida de algo o de alguien, esa sensación contradictoria de sentirte aferrado y a la vez notar más que nunca su propia ausencia. Quería abordar el tema como trasfondo del disco, pero que, tanto Rubén, como Endika, pudiesen hacerlo suyo y hablar de lo que significaba para ellos en primera persona y bajo su prisma personal.

Ahora que hace ya un par de semanas que el disco está en la calle, ¿cómo valoras la recepción que ha tenido entre vuestros aficionados? ¿Es lo que te esperabas? ¿Hay algo que te sorprenda especialmente del feedback que hayáis podido recibir hasta ahora?

Estamos muy contentos. La recepción ha sido absolutamente positiva y cuasi unánime. Nos sentimos apoyados por todo el mundo y no podríamos estar más agradecidos. Quizá lo que más me sorprende es lo volcada que está la gente con ayudar a los grupos comprando sus discos y merch.

A mí juicio, … y en paz la oscuridad es un candidato clarísimo a ocupar posiciones de podio al disco nacional del año. No te voy a pedir que valores esa afirmación, pero ¿qué discos te han gustado más a ti de todos aquellos publicados en 2020?

En breve te llegará el cheque de Aloud Music para que así sea. Este 2020 no he escuchado mucha música nueva, y creo que lo que más me ha gustado no es nada que vaya a hacer que me gane el respeto de los lectores . Me quedaría con el nuevo EP de Bring me the Horizon, el nuevo disco de Lady Gaga y el último disco de Turnover.

Aunque a nivel de banda sois aún jóvenes (os formásteis en 2015), todos los miembros de Ànteros tenéis una experiencia más que dilatada en el panorama post rock / post hardcore estatal, hasta el punto que más de uno os consideró un «supergrupo» cuando empezásteis. ¿En qué crees que os ha servido eso a la hora de desarrollar Ànteros vs el empezar de cero en la escena? Por otro lado, ¿qué inconvenientes tiene (si es que los tiene) que hagáis llegado a la banda ya como adultos y que todos estéis metidos en otros múltiples fregados?

El venir de otras bandas ni nos ha sumado ni nos ha restado más allá de las ideas preconcebidas que haya podido tener la gente a la hora de empezar a escuchar la banda. Me hizo mucha gracia, por ejemplo, que cuando Cándido estaba en la banda había personas que afirmaban categóricamente que “se notaba su mano en la composición de los temas”, cuando el pobre no había tocado ni una sola nota y solo nos pudo ayudar con las voces porque estaba liadísimo con Viva Belgrado. El tema de la edad tiene sus cosas buenas y sus cosas malas; Todos sabemos lo que hay que esperar (y no esperar) de un grupo, como ya he dicho antes, no hay tonterías, ni prisas. Los múltiples fregados ahí están y seguirán estando, y haremos lo posible por compatibilizar todo como lo hemos hecho hasta ahora…

Te empezamos a conocer como guitarrista de Toundra, después formaste y estuviste en Minor Empires y, una vez aterrizado en Barcelona, te metiste de lleno en Ànteros. Alguien podría decir que estamos ante tres de las bandas más interesantes que han salido de nuestro país en los últimos años, así que puede que quizás tú tengas algo que ver con ello. ¿Nos puedes explicar qué ha significado cada uno de estos proyectos para ti y para tu evolución como músico?

Toundra fue como una especie de devolución del karma multiplicada por mil. Los primeros Toundra fuimos una especie de versión 2.0 del anterior grupo que teníamos el bajista y el batería que se llamaba Nacen de las Cenizas. Nos pasamos desde los 20 a los 24 años sin parar de tocar y comiendo mierda a puñados. Empezamos Toundra como un grupo de amigos sin aspiración ninguna. Fue inesperado y bonito ver que la gente empezaba a llenar nuestros conciertos. Con ellos aprendí el valor del esfuerzo constante y el compromiso.

Minor Empires fue el sueño hecho realidad de un fanboy de Nothink como soy. Poder tener un grupo con Juan y Miguel de Nothink era algo que no me esperaba. En un principio fuimos 50% Toundra (Alberto y yo) y 50% Nothink (Miguel y Juan). Surgió como un proyecto sin expectativa ninguna para desengrasar un poco y divertirnos en un periodo en el que ambas bandas estábamos terminando de componer discos. En este periodo aprendí que, musicalmente, a veces menos es más, y que a todo hay que darle mil vueltas hasta que te guste del todo.

En todos estos años que llevas activamente metido en el mundo de la música, entiendo que has tenido que tomar muchas decisiones, tanto a nivel puramente artístico como organizativo. Asumiendo que de todo aprende uno y que las cosas no son blancas o negras. ¿De cuáles de ellas estás más orgulloso, cuáles crees que deberías haber tomado antes y cuándo crees que sencillamente la cagaste?

Estoy totalmente orgulloso de mudarme a Barcelona y no optar por profesionalizar mi hobby. También lo estoy de la gente de la que me he rodeado a lo largo de estos años y con la que he aprendido y crecido en cada uno de los grupos en los que he estado. Creo que de lo único que me arrepiento totalmente es de haber sido un estúpido en mi primer grupo y presionar a la gente para que diese más de lo que podía dar por mi propia ambición. Era joven y no paraba de tener esa sensación de que la música era un tren que pasaba una vez y tenías que hacer todo por agarrarte a él.

En Science of Noise tenemos una sección que se llama «Canciones Perfectas», dónde de tanto en cuánto cogemos canciones que nos flipan especialmente y que consideramos obras particularmente superlativas para destriparlas de la forma más concienzuda posible. Una de las que yo personalmente tengo en el tintero (de hecho, el artículo está a medias) es «Bizancio», el tema que cierra el II de Toundra y del que tú formaste parte. ¿Qué recuerdos tienes y qué opinas sobre esa canción en particular? ¿Crees como yo que se trata de un tema verdaderamente especial?

No recuerdo mucho de aquella época más allá de que el local de ensayo que teníamos era una antigua cámara frigorífica. Estábamos muy ilusionados con poder mejorar como banda y hacer un disco mejor que (I). Fue un tema que hicimos bastante rápido, o que por lo menos no costó que saliese adelante, todo fluyó de forma natural. No le tengo especial aprecio, pero es lo guay de la música, que cada uno de nosotros vinculamos momentos, personas o sensaciones a canciones, y eso es lo que las hace enormes.

Siguendo por este hilo, ¿cuáles crees que son las canciones más perfectas en las que has tenido la oportunidad de participar a lo largo de tu carrera? ¿Por qué?

Es una respuesta muy complicada y la verdad es que no sabría qué contestar… Dependiendo del momento vital hubiese respondido una u otra cosa. Estoy absolutamente orgulloso de todo lo que he hecho, desde Nacen de las Cenizas hasta Ànteros. A día de hoy, creo que lo más cerca que puedo estar del tema “perfecto” es “Polaris” o “Ultravioleta”.

Y si te pido que me nombres las primeras canciones perfectas que te vengan a la cabeza de cualquier artista, ¿cuáles se te ocurren?

‘Emotion Sickness’ de Silverchair, ‘Tip Your Bartender’ de Glassjaw y ‘RX Queen’ de Deftones.

Este fin de semana tendrá lugar la edición más rara del AMFest, que a pesar de todo ha conseguido montar un cartelón imponente y absolutamente fiel a su esencia. Algunos de vosotros estáis activamente metidos en la organización del festival, y cómo banda ésta será vuestra segunda participación después de que diérais, creo, el primer concierto de vuestra carrera allí en 2016. ¿Qué recuerdas de ese día cuatro años atrás y cómo habéis vivido la gestación de este AMFest 2020?

Mau y yo formamos parte del AMFest desde prácticamente el principio. Él se encarga de la contratación, organización, y de lo que haga falta, y yo del diseño gráfico y del merchandising. La gestación de la edición de este año ha sido turbulenta, incierta y, a ratos, un poco amarga, pero Sergio y Mau han estado ahí pasase lo que pasase con la única intención de sacarlo adelante con todas las garantías sanitarias, para que la gente pueda disfrutar de un rayo de luz en este cielo color mierda que tenemos desde hace nueve meses. Como indicas, tocamos en la edición del 2016, que no fue nuestro primer concierto, pero sí el ultimo con Cándido. Fue bonito, pero triste.

Es inevitable que toquemos un poco el tema estrella de la actualidad, que no es otro que el Covid. ¿Cómo crees que va a afectar todo este tinglado al funcionamiento de la industria musical? ¿Crees que se va a tratar de un paréntesis o estamos ante una situación que va a requerir de cambios permanentes en la manera en como bandas y otros actores implicados en el circuito musical se plantean su manera de trabajar?

Hay una parte de la industria musical que no me importaría nada que se fuese por lo más profundo del water. Lo malo de esto es que, como siempre, los mayores perjudicados serían los que menos se lo merecen, los trabajadores. Creo que estamos intentando hacer del Covid una especie de paradigma del cambio o de un revulsivo para un sistema roto, cuando nadie está dispuesto a cambiar a menos que le toque el bolsillo.

En el mundillo se da por asumido que no el verano que viene no va a haber festivales y que las giras internacionales como tales no van a volver hasta finales de 2021 como pronto. ¿Con qué panorama crees que vamos a levantarnos de esto? Dentro de lo malo, ¿crees que esto puede ser una oportunidad también para reforzar las escenas locales? ¿Qué debería ocurrir para que así fuera?

Tengo muy claro que el verano que viene va a ser igual que el de 2020, solo hay que echar números sobre el plan de vacunación. Eso sí, no tengo absolutamente ni idea de en qué derivará todo esto cuando pase la pandemia. Los macrofestivales son un negocio demasiado lucrativo para que vaya a haber ningún cambio significativo. Supongo que, como siempre, los que tendrán que reinventarse serán los que menos necesitaban hacerlo, los técnicos y las salas de conciertos.

Entiendo que es especialmente putada sacar disco nuevo en medio de esta situación, con tan pocas posibilidades de girar ni de tocar en directo de la forma que hasta hace poco considerábamos normal. ¿Cómo os estáis planteando la promoción de este disco, tanto a nivel de conciertos como de alternartivas posibles? ¿Con qué expectativas temporales trabajáis y cómo crees que todo esto os puede afectar como banda?

No hemos hablado de planes ni a medio, ni, mucho menos, a largo plazo. Intentamos ir día a día para no frustrarnos. Hay cosas en el horizonte, pero ahora mismo solo podemos centrarnos en hacer lo mejor que podamos aquellas cosas que nos permiten hacer.

Tener una banda siempre ha sido una carrera de fondo y ahora, más que nunca, lo es. Dentro del ciclo de vida de un grupo está claro que girar es una parte muy importante. Es un boost de energía que la gente pueda disfrutar de un disco hecho con esfuerzo y con cariño como es el que hemos sacado, pero para mí nunca ha sido la más importante.

Esta crisis ha puesto de manifiesto que la cultura es el último mono en nuestro país y que el capitalismo como tal no parece que vaya a ser la solución a nuestros problemas, ya que unos meses de parón de la rueda consumista ha hecho que buena parte del mundo se desmoronara. ¿Qué crees que deberíamos aprender de esto como sociedad, tanto en general como en lo referente a la cultura en particular?

Creo que como sociedad hay muchas cosas a sacar en claro, desde darnos cuenta de lo mal preparados que están los que nos gobiernan y los que nos quieren gobernar, hasta lo egoísta e ignorante que es la gente en general, o las enormes fisuras que tiene el sistema capitalista en el que por tres meses de parón se hunde todo. Al final seguimos siendo un país de cerveza y futbol por delante de la cultura y la ciencia.

Chafardeando un poco en tu perfil, veo que trabajas también en Devir, editores de algunos de los mejores juegos de mesa que existen. Personalmente, y como aficionado (moderado) que soy al tema, creo que aún no hay ninguno que haya superado la perfección, la versatilidad y la jugabilidad del Catán. ¿Cuáles son tus juegos favoritos a día de hoy?

¡Si! Trabajo para Devir que, como indicas, es una editorial catalana de juegos de mesa. Ahora mismo estoy enganchado a “Mansiones de la locura” segunda edición, y a todas sus expansiones, aunque también me llama mucho el “Villains” o cualquier juego que tenga miniaturas. Soy cero de cartón.

Bueno, podría hacer alguna pregunta más, pero lo dejaremos aquí para que no se alargue demasiado la cosa (y para que me quede alguna para una próxima charla). Muchas gracias de nuevo por tu tiempo, y nos vemos este domingo en el Castell de Montjuïc. ¡Un abrazo y mucha suerte tanto con el disco como con el concierto!

¡Muchísimas gracias por todo! Espero que no te congeles, y ya nos saludaremos con el codo.

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Sobre Albert Vila 954 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.