Desde el día que vi en Wacken 2007 a Die Apokalyptischen Reiter cerrar una de las noches del festival por todo lo alto que me enamoré de ellos. Apenas había escuchado el Have a Nice Trip de 2003, pero tuve por seguro que allí había una banda enorme y un proyecto original y diferente, yendo del black metal al folk con melodías de estadio. En su particular batidora estilística todo tiene cabida, incluso los diferentes idiomas con los que juegan.
Die Apokalyptischen Reiter presentan un nuevo disco, Wilde Kinder, y vuelven a la senda de toda la vida puesto que su anterior obra era algo que sólo pueden hacer ellos: un disco doble de jam session grabada en dos días y sin idea ni guion: The Divine Horsemen. Para hablar de todo esto y más llamamos por Zoom a su bajista Volk-Man.
Hola, Volk-Man, soy Jordi Tàrrega de Barcelona escribiendo para la revista Science of Noise. Gracias por tu tiempo y felicidades por vuestro nuevo álbum Wilde Kinder, parece un regreso a vuestro estilo y sonido clásico… ¿Estás de acuerdo?
Sí, creo que hemos vuelto a nuestro estilo anterior pues nuestro último disco un poco va en la tradición de Der Rote Reiter. El inmediatamente anterior que grabamos, The Divine Horsemen, digamos que se alejaba un poco de todo aquello. Aquí hay de nuevo canciones energéticas y muy poderosas, así que sí, estoy de acuerdo en lo que dices.
Wilde Kinder, sería “Wild Freedom” en inglés y es el título interesante para un disco además de tener una portada interesante conectada con el concepto del mismo título. ¿Crees que nuestra juventud tendría que ser más salvaje y agresiva frente al mundo en el que estamos y frente a nuestra realidad?
Mmmm… Con el título nosotros intentábamos decir que tenemos que tener más en cuenta a nuestro niño salvaje que está dentro de nosotros, que no hay que olvidarlo. Cuando naces y creces pasas por el jardín de infancia, vas a la escuela, buscas un trabajo y te toca escuchar las normas que hay en todas partes. Siempre te dicen eso de “esto no se puede hacer, eso tampoco…”. Así que un poco el niño salvaje que poseemos todos, poco a poco, va desapareciendo de nuestras vidas. Un poco nos toca recordarlo, y aquellos que lo tienen presente, pueden seguir (y deben) hacer cosas salvajes. Hay que sentirnos más y conocernos un poco más.
Interesante punto de vista e interesante filosofía vital. Por otro lado, vuestro primer sencillo “Leinen Los” es una hermosa canción llena de bellos paisajes, y podemos ver en el video que el bote que lleva una hoja por vela viaja de las manos del grupo hasta las de un niño. ¿Tal vez signifique para vosotros que hay esperanza, que tenemos futuro y que aún podemos cuidar nuestro planeta?
Sí… compusimos este tema en medio de la pandemia cuando todo lo que querías hacer estaba prohibido. Nosotros estuvimos viajando por todo el mundo en los últimos años previos a la pandemia, así que echamos especialmente de menos el hecho de viajar. Esta canción trata sobre la libertad, en el dejar tu casa y empezar un viaje, ver el océano… Es un poco una canción que trata lo que fue para nosotros un sueño durante mucho tiempo y estamos muy contentos de, finalmente, haberla podido componer. Sabemos que mucha gente sintió algo similar en esos momentos.
Mirando los créditos, quiero preguntarte el por qué vuestro teclista Dr. Pest está en la lista de invitados de músicos para el disco. ¿Es que ya no está en la banda?
Sí… Él lo dejó después de The Rote Reiter, aunque no del todo. Nos dijo que estaba muy cansado de los ensayos, que no quería componer más canciones y que a él lo que le gustaba de verdad era el hecho de tocar con nosotros en directo, por lo que ha pasado a ser un miembro del grupo, pero de sesión. De todas formas, no volverá a componer nada con nosotros a pesar de que sí contribuyó con algunas ideas para este disco, en algunos temas puntuales, sin embargo, no será considerado miembro del grupo como tal.
Es hora de hablar de los otros invitados: me encantan especialmente Chris Harms, Sabine Scherer y Corvin Bahn. ¿Por qué estos invitados?
Corvin es un grandísimo compositor, toca muy bien los teclados y los sintetizadores y estuvo realmente bien a la hora de capturar nuestras ideas y conceptos generales para el disco. Chris es un muy buen amigo de nuestro productor Ike. Sabíamos que podíamos pedirle algunas letras para una canción en particular. Y luego está Sabine, que es la cantante de Deadlock, una banda alemana de metal core y ahora justamente está viviendo en Baviera. Suele ir a cantar en un coro de góspel y consigue que su voz suene angelical. Es muy luminosa y clara en la dicción, así que era ideal para la atmósfera que queríamos para el tema en el que aparece. De aquí su elección.
¿Qué me podrías decir de vuestro anterior disco The Divine Horsemen, porque creo que es un disco que solo pueden hacer los Die Apokalyptischen Reiter… ¿Es posiblemente el trabajo más arriesgado que nunca hayáis hecho?
Sí (risas)… es que el disco fue grabado en sólo dos días y es todo una jam session experimental, no son canciones que se hubiesen ensayado antes. Es una idea que teníamos en mente desde hace muchos, muchos años, y claro, en medio de la pandemia… cuando no había posibilidades de tocar en directo, ni de dar conciertos, pues nos dio por encerrarnos en nuestra sala de ensayo con todo lo que nos viniese a la mente. No hay allí estructuras definidas, sólo un largo viaje de creatividad musical y libertad.
Cuando lo empezamos a grabar no sabíamos si lo que resultaría sería bueno o no, pero una vez terminado, lo escuchamos y quedamos muy convencidos de las canciones. También la discográfica estuvo contenta con lo conseguido. Así que un poco en ese disco volvimos un poco a nuestras raíces, porque cuando empezamos con D.A.R. consitía todo en reunirnos con unas cervezas, luego ir para la sala de ensayo y no pensábamos en las canciones, simplemente tocábamos lo que saliese. En The Divine Horsemen no hay muchas cosas pensadas y sí mucha música (risas).
Pues puedo imaginarme a la gente de Nuclear Blast cuando aparecisteis en sus oficinas y les dijisteis: “Hola, tenemos una idea… (risas)
Sí… andaban bastante escépticos cuando les planteamos lo que queríamos hacer. Nos dieron el OK, pero también nos dijeron que les mandásemos algunas de las canciones pues las querían escuchar antes. Ya sabes… las compañías discográficas siempre se preocupan cuando alguna de sus bandas hace algo muy raro y que eso pueda confundir a sus fans.
Afortunadamente a nuestros seguidores les gustó este experimento. Al fin y al cabo, la razón para hacer algo así fue nuestro 25 aniversario como grupo y fue una especie de regalo especial para nuestros seguidores y para nosotros mismos, pues lo pasamos genial grabándolo. Lo vemos como un gran logro en nuestra carrera. Dentro de unos años escucharemos este disco y podremos recordar esos dos días de locura.
Si tengo que definir vuestra música las primeras palabras que me vienen a la cabeza serían: “caóticos, sorprendentes e inesperados”, pero también death metal y folk. ¿Es posible definir o etiquetar vuestra música? Porque no hay ninguna banda cercana en sonido a Die Apokalyptischen Reiter.
Creo que mucha gente ha fracasado en el intento de buscar definirnos en un estilo o etiqueta concreta para definirnos. Como bien has mencionado tú, tocamos muchos palos. Hay las raíces metal, pero también el folk, el death metal, muchos elementos de black metal, pero también de reggae y de música electrónica… Son muchas influencias y muy dispares.
Cada miembro del grupo está muy abierto a todo y nos gusta sorprendernos a nosotros mismos. Esta creatividad nos da mucha diversión y ya son 27 años tocando con el grupo. Es mucho tiempo… pero seguimos disfrutando de ello. La combinación de todo es buena para nosotros, y vamos a continuar en esta línea.
Tengo que decir que la palabra “diversión” es otra de las que me vienen a la cabeza cuando os escucho. Supongo que el álbum All You Need Is Love es el que cambió todo para mejor, pero mi primera experiencia con la banda fue con Have a Nice Trip. Recuerdo haber pensado en esos días que ese disco era absolutamente diferente a todo lo que había escuchado. ¿Fueron ambos discos un punto de inflexión para la banda?
Te diría que sí… que estoy de acuerdo, especialmente por parte de All You Need Is Love, que fue un punto de inflexión ya que fue la primera vez que cambiamos el idioma y nos pasamos al alemán en algunos temas. El cambio fue en Alemania mayormente, pues cambió mucho las cosas. Allí vimos que para los fans nuestras letras tenían mucha importancia.
Dos años más tarde sacamos nuestro primer disco con Nuclear Blast: Have a Nice Trip. Y claro, estamos hablando de uno de los mayores sellos discográficos del mundo. Disfrutamos allí de un soporte profesional y de una gran distribución en toda Europa, pero también en todo el mundo. Eso ayudó muchísimo a pregonar el nombre de Die Apokalyptischen Reiter en la escena metal en particular.
Ese fue un peldaño subido para nosotros, y recuerdo que abandonamos todos nuestros trabajos previos nada más editar ese disco. Obtuvimos muchas ofertas para girar y era imposible de combinarlo con nuestros trabajos. Fue una decisión tomada como banda: nos despedimos de nuestros trabajos y de nuestras vidas de entonces. Pasamos a vivir de la música y de girar.
En el disco siguiente Samurai la banda cambió el nombre a The Apocalyptic Riders para el mercado americano. ¿Fue una buena decisión?
No… no lo fue, al final fue todo una locura. La discográfica nos quiso hacer un poco más internacionales. Querían que grabásemos algunos temas en alemán con sus versiones en inglés, pero dijimos que no, pues es imposible para nosotros hacer versiones con dos idiomas diferentes. Nos tomó bastante tiempo a nosotros y al sello discográfico el aceptar que Die Apokalyptischen Reiter es una banda muy alemana y con una actitud muy germánica. No es una cuestión de tener éxito o no o si el nombre del grupo está en alemán o en inglés. Tenemos muchas letras en alemán y no creo que eso vaya a cambiar.
He tenido la oportunidad de asistir a vuestros shows en Wacken Open Air y debo decir que lo de Wacken 2007 fue alucinante. Ese concierto fue una locura y recuerdo todavía la carrera entre dos lanchas (con marineros a bordo) en “Seeman”. ¿Recuerdas ese concierto?
Lo recuerdo bien ya que grabamos un DVD. Esa carrera de lanchas está en el DVD y queda para el recuerdo. Fue un gran momento para nosotros ya que era la primera vez que tocábamos en un escenario grande, y fue en el Wacken Open Air, en medio de la noche y delante de 50000 personas. Nos dimos cuenta enseguida que había sido un importante logro en nuestra carrera, por lo que fue todo un acierto el decidir de grabar ese concierto en DVD. Ahora podemos recordarlo siempre que queramos.
En Wacken 2010 Dr. Pest consiguió algo muy especial: un tobogán de chiquipark, y le recuerdo también balanceándose en un columpio. En otros shows me acuerdo que secuestraba a una chica y la metía en una cárcel. ¿Por qué estas ideas locas de directo?
Oh… (risas). No me va a ser fácil responder a esta pregunta. Digamos que es parte de su personalidad. A él le gusta tocar con esos disfraces de rollo sadomasoquista. Va hacia los fans y les azota con su látigo para infligirles dolor. Siempre ha sido una parte del show, pero no busques un mensaje coherente en lo que hace, es puro entretenimiento. De todas formas, te diría que sí que es un punto importante durante nuestros conciertos.
Soy un gran fan del shock rock y de verdad que me encanta que hagáis cosas así…
Es que para nosotros un directo tiene que ser diferente de lo que es poner un CD y repetir lo que ya has grabado. Un directo es un show, y tienen que haber efectos de directo, conseguir que la gente se lleve algo impactante de tu concierto. Siempre buscamos conseguir ese efecto, ya sea con la carrera de lanchas, las locuras de Dr. Pest o no sé… nos gusta que ocurran muchas cosas durante el concierto. Intentamos conseguir que la gente no se aburra de mirarnos en escena, que no vayan a por las cervezas y se queden allí charlando. Queremos que se nos queden mirando y vean al grupo.
Desgraciadamente en España no hemos tenido todavía la oportunidad de asistir a vuestros conciertos. Recuerdo que cancelasteis una gira y también un concierto en el Leyendas del Rock. ¿Qué pasa con España?
Todo se ha debido a la mala suerte… La primera vez quisimos ir al Leyendas del Rock y fuimos en tren hasta Frankfurt para tomar un avión. Durante ese viaje en tren acaeció una tremenda tormenta en toda Alemania, hasta el punto de que unos árboles cayeron sobre las vías bloqueando el paso durante horas, así que perdimos el vuelo. No hubo posibilidad alguna.
La segunda vez fue debido a que nuestro cantante Fuchs tuvo un accidente y no se podía mover. Él practica todo tipo de deportes y tuvo un problema de espalda y no podía andar durante dos o tres meses. Para nosotros fue una mierda porque finalmente habíamos conseguido un concierto en España. Cancelamos dos veces y luego vino la pandemia… No ha sido una situación nada agradable, la verdad.
¿Por qué decidiste llamar a la banda Die Apokalyptischen Reiter? ¿Y tú con cuál de los cuatro Jinetes te identificas: el hambre, la peste, la guerra o la muerte?
Oh, esta es difícil… A veces me considero el hambre porque me encanta comer mucho (risas). Como todo lo que encuentro, y a veces no encuentro nada… por lo que sería el hambre (risas).
Buena confesión… (risas) En vuestros primeros años hicisteis una versión de una canción que me encanta: “Dschinghis Khan”. Es una banda olvidada, pero a mí me encanta su legado. ¿Por qué elegiste esta canción alemana de Eurovisión de 1979?
Bien… esta es una canción de culto en Alemania y posee una conexión muy fuerte con Mongolia, y como bien sabes, nosotros procedimos de la Alemania del Este, así que ha habido una importante influencia de la Unión Soviética, de China y de Mongolia. Todos ellos territorios de la órbita comunista.
Había una relación con la letra y muchos tópicos con los que Die Apokalyptic Reiter podían jugar. Era una canción muy nuestra en cierto sentido, y es un tema de culto, por lo que nos decidimos a grabar un EP. Y de verdad que nos funcionó muy bien (risas). ¡La hemos tocado muchísimas veces en directo! Cuando la tocamos la gente se vuelve loca.
Mirando los set lists del grupo parece que «Seeman» es la canción más tocada en vuestros conciertos. ¿Es “Seeman” una canción especial para The Apokalyptischen Reiter?
Sí… es una canción importante para nuestra carrera puesto que es una muy buena combinación de rock y heavy metal, pero tiene también algo muy importante para nosotros: la influencia del folk. Recuerdo que cuando sacamos el disco Riders on the Storm esta canción estaba allí y, de repente, nos invitaban en muchos festivales de música medieval y folk.
Se abrió allí una puerta inesperada y tocábamos con grupos como In Extremo o Subway to Sally, que son mucho más medievales a pesar de tener una gran influencia de rock y de metal. Para nosotros significó un paso adelante ya que los festivales decían: “OK, estos no son una banda de heavy metal al uso. Poseen buenas melodías para cantar todos juntos”. Significó para nosotros el poder entrar en otra escena diferente. Pasamos a ser una banda de heavy metal, pero también una banda que funcionaba para festivales medievales. Eso nos proporcionó mucho más reconocimiento en Alemania.
¿Cuál es el primer disco que compraste con tu propio dinero?
Mi primer disco comprado fue el Justice for All de Metallica y lo compré en casete en Polonia, en 1988. Siempre tendrá un significado especial para mí por mucho que no lo considere el mejor disco de Metallica ya que yo era un crío de escuela primaria en la Alemania del Este y no tenía posibilidad alguna de comprar discos occidentales. En nuestras tiendas no había casi nada. Encontrar una cinta de Metallica en Polonia fue como ganar “El Gordo” (lo dice en castellano y se parte).
¡Gran comparación! ¡Y la última: Imagina que tuvieras un presupuesto muy, muy grande para invertir en vuestro show en directo… ¿Cuál es el truco que siempre quisiste hacer sobre escena, pero nunca has podido hacer?
Creo que nuestro cantante Fuchs sería el más apropiado para contestarte a esta pregunta porque él es muy creativo a la hora de encontrar ideas rompedoras. Pero recuerdo que nos habló muchas veces de que le encantaría ser disparado desde un cañón contra los fans. A mí me parece algo un poco peligroso, la verdad (risas), pero igual podríamos permitirnos afrontar el presupuesto en artillería para el directo. ¡De verdad que eso sería alucinante!
Pues en Wacken 2013 descendió desde lo alto del escenario nada más empezar el concierto.
¡Sí! Había una especie de cadena desde la que bajaba al escenario. A él le encantan todos estos trucos escénicos (risas) y a los fans también les encanta.