La historia de Evergrey es de esas absolutamente extrañas… No suele pasar que un grupo alcance su éxito y reconocimiento tras 12 discos de estudio y varias décadas de trabajo. Sí, les tenemos bien presentes puesto que siempre estaban en festivales y venían de teloneros en diferentes giras, pero es que con Escape of the Phoenix todo se disparó a unos niveles insospechados. De golpe y porrazo su metal melódico con marcados toques progresivos llegaba a listas suecas y alemanas.
¿Cómo es posible que un grupo triunfe en su décimo-segunda obra y alcance su estatus de más popularidad? De todo esto y más hablamos con su líder, vocalista y guitarrista Tom S. Englund, un tipo de trato afable y cálido, pero al que no le gusta extenderse ni dar mil y un detalles. Grupis, Def Leppard y Dire Straits aparecen también en esta interesante charla.
Hola, Tom, en primer lugar, enhorabuena por vuestro nuevo disco. Tras el éxito de Escape of the Phoenix hay otro excelente trabajo como es A Heartless Portrait (The Orphean Testament). ¿Se encuentra Evergrey en uno de los mejores momentos de su carrera?
Definitivamente tengo que decirte que sí. Escape of the Phoenix ha sido nuestro disco más vendido, y lo ha sido de lejos. Pero tengo que subrayar que desde 2014 hemos conseguido el 70% de nuestra base de fans, y eso es un salto enorme para cualquier banda, con tantos followers, streams y ventas de discos. Esto ha propiciado que hayamos cambiado de sello y ahora estamos en Napalm Records. Podemos resumirlo todo con que el disco número 12 de Evergrey fue el más exitoso para el grupo.
He visto los videoclips de “Save Us” y “Midwinter Calls” y hay una historia sobre el secuestro de la banda… ¿Cómo fue el concepto para estos videoclips?
El próximo jueves vas a poder ver el desenlace de toda la historia, pues sale el tercer video, que es el primero de la historia (risas). Allí vas a ver el desenlace de todo… Lo veréis en el video de la canción “Blindfolded”. Es una historia al revés… Para qué hacerla simple, ¿no? (risas).
Me parece una muy buena idea.
Todo lo que hagamos tiene que ser original, creativo, divertido…. Es nuestro disco número 13 y ya hemos hecho mil videos. Tocaba hacer algo nuevo para que nos podamos sentir felices con ello. Hemos trabajado con Patrick en el tema videoclips durante 20 años y necesitábamos seguir en todo lo alto, y para eso, la clave es mantenerse joven en lo que respecta a la creatividad.
¿Podemos decir que A Heartless Portrait es un álbum conceptual?
No… son 10 canciones que no están conectadas entre ellas, aunque sí que hay tres canciones que hemos puesto en el vídeo y que tienen un inicio compositivo común, compartiendo el mismo punto de vista vital.
¿Podría ser “The Great Unwash” un single? Creo que es un tema pegadizo, poderoso y podría funcionar perfectamente como sencillo.
Sí, pero también sería un buen single “Call Out the Dark”, y hay mucho material que podría servir como sencillo… Pero nosotros tampoco lo decidimos nosotros, dejamos que sea el sello. Eso sí, decidimos el primer single “Save Us”. Sabíamos que iba a funcionar muy bien, conocemos bien a nuestros fans y nos los imaginábamos cantando la canción en directo. Es una gran canción. Pero luego dejamos que fueran la gente de Napalm Records los que eligieran el segundo y tercer single. En el caso de “Blindfolded”, para toda la gente que trabaja en la discográfica y que era menor de 30 años, era su canción favorita (risas). Así que dejamos que los más jóvenes eligieran el tema.
Este es vuestro primer disco con Napalm Records y el decimotercero de vuestra carrera, así que supongo que siempre es algo muy especial editar el primer trabajo para un sello nuevo. ¿Por qué Napalm Records y por qué dejaste AFM?
En toda relación comercial creo que es muy importante lo de aportarle sangre y oxígeno nuevo. O si más no: energía renovada. Hemos hecho cuatro discos con AFM y funcionaron muy bien. Nos han hecho subir un nivel. Pero también llegamos a ese punto de la colaboración mutua en la que tienes que plantearte cuán lejos quieres llegar con ellos. No fue ningún drama… Básicamente no querían pagar tanto como nos ofrecían Napalm Records, y así fue la cosa…
Creo que algo está pasando en el seno de AFM, algo no termina de funcionar bien…
Sí… pero también te digo que ellos poseen los derechos de 12 discos nuestros, así que espero que todo marche bien ya que son ellos los encargados de vender todo ese material…
La última canción, «Wildfires», es una balada y tiene unos dejes muy Pink Floyd en las guitarras. ¿Por qué una balada y por qué la canción más corta queda al final del disco?
Para mí es un gran final de álbum. Yo soy de la vieja escuela, de los que nos gusta escuchar un disco entero, de principio al final, y esta obra necesitaba algo así, algo, después de todo lo intenso que es. Es un final reposado en el que te da cuatro minutos para pensar en todo lo que has escuchado. Además, hay un gran solo de bajo allí. Me encanta, no tienes que terminar con algo bombástico después de todo lo escuchado. Es como si te invitase a escuchar más, y para ello, tienes que volver a empezar el disco.
No es fácil encontrar bandas que suenen a Evergrey… ¿Cómo defines vuestro estilo musical? ¿Tal vez podamos decir que es heavy metal progresivo y ya está?
Bien… para mí es metal melódico, metal melódico con canciones que tienen influencias progresivas, algo de thrash y algo de voces más agresivas. Y es que eso es lo grande de Evergey: que podemos hacer lo que nos plazca, podemos pasar de Morbid Angel a Europe y tocar todo lo que queda en medio. Hay allí un tablero heterogéneo y variado de todo, en el que podemos hacer lo que queramos.
Vale… pero si te pregunto directamente una banda similar a Evergrey… ¿Hay alguna?
No… la verdad es que te diría que no. Esto ha sido la tónica desde 1998. Todavía recuerdo nuestra primera crítica que leí en una revista: “Evergrey tienen un sonido absolutamente único”, y yo me dije: “Yeah, eso es algo que toda banda quiere conseguir a lo largo de su carrera”, así que para mí fue muy grande. Pude marcar una X en la casilla de “conseguido” (risas).
Tengo que confesar que mi primera experiencia con Evergrey fue con el disco In the Search of Truth en el que había una canción que me encantó: “The Masterplan”. ¿Cuán importante fue esa canción para la banda?
Echando la vista atrás, 20 años concretamente, te diría que fue muy importante. Fue uno de esos temas en las que cuando escribí la línea vocal ya me di cuenta de que allí había un gancho evidente. Y sí, también el disco fue muy importante para nosotros puesto que nos abrió muchas puertas.
Empezaréis una gira en septiembre…
¡Eso espero!
Y vais a tocar en Barcelona. ¿Crees que será posible hacer una gira en septiembre o habrá más sorpresas extrañas e inesperadas?
Bien… No estoy seguro del todo, pero estoy muy esperanzado pues ya ha pasado mucho tiempo y hay ganas de volver a estar con nuestro público y tocar nuestras canciones. Es lo que más nos gusta y lo que hemos estado haciendo en casi 30 años de trayectoria. El girar por todo el mundo es algo que echamos muchísimo de menos, y estoy seguro que la gente en España, y en todos los otros países del mundo, lo echan de menos. Será una celebración de la música en vivo acompañada de cervezas. Somos metalheads, así que espero que pueda llevarse a cabo.
¿El disco Recreation Day en 2003 cambió muchas cosas para bien?
Cuando sacamos el Recreation Day conseguimos que algunas de nuestras canciones entraran en la MTV, y eso nos permitió poder girar más a menudo por Estados Unidos y también de tener mucha más presencia en Europa. Pero bueno… me toca volver a decirte que si coges la primera canción de Escape of the Phoenix, posee muchas más escuchas que todas las del disco Recreation Day juntas, así que… lo de comparar discos es algo que se me hace difícil. Sí que es un trabajo que nos ayudó a llegar donde estamos ahora. Lo bueno es que seguimos haciendo música que sigue siendo interesante para el público y ahora la escucha más gente que años atrás. Ese disco es historia, una buena historia, y estamos muy orgullosos de él.
¿Alguna vez imaginaste en 1996, justo cuando comenzaste con la banda, que 25 años después, Evergrey sería una banda consolidada y capaz de entrar en las listas de éxitos de los Estados Unidos de América?
(Risas) No… Entonces yo pensaba que si hacíamos cinco discos estaría genial, y ahora ya pienso que tenemos que hacer 20. Eso es ahora en lo que pienso y cómo lo veo. Es que con el anterior disco estuvimos en el Top 12 de las listas alemanas, lo cual es una locura. Significa que hemos vendido muchos discos. Para mí es increíble el haberlo conseguido con nuestro disco número 12. No ha sido con el segundo, tercero o cuarto… Es que si haces una estadística de nuestro éxito la línea avanza poco a poco durante años hasta que se dispara de repente al final.
¡Es que es algo nada común!
Exacto, lo nuestro es bastante raro creo yo …
Habéis trabajado mucho para conseguirlo, no es algo fortuito…
Sí, nosotros seguimos componiendo música. Recogemos lo que hemos ido sembrando y siempre buscamos el hacer una buena canción. Es como si el resto del mundo ahora se hubiera dado cuenta de que existe Evergrey, y les gusta. Para nosotros ha sido un poco: “¿Qué demonios ha pasado? ¡Si no hacemos nada que no habíamos hecho antes!”
Sé que Dire Straits y Pink Floyd fueron las bandas que te hicieron enamorarte de la guitarra. ¿Cuáles fueron las canciones y discos más importantes de esos años para ti?
En el caso de los Dire Straits fue su disco en directo, el primero que escuché de ellos: el Alchemy Live. Mi padre me lo ponía de pequeño. Allí estaban todas esas grandes canciones como “Tunnel of Love” o “Romeo and Julliet”. Fue entonces cuando empecé a intentar tocar el “Sultans of Swing”, y creo que a día de hoy sigo siendo incapaz de tocarla (risas). Él sigue siendo un mejor guitarrista que yo.
De Pink Floyd es más diferente pues de los Floyd me encanta todo lo que han hecho. Mis discos favoritos son A Momentary Lapse of Reason y The Division Bell, discos que no son los más habituales entre sus fans. Pero para mí, lo que me llega, es cómo toca la guitarra David Gilmore… Y cuando canta es mi favorito de todos ellos. Su música es maravillosa, todos los viejos discos me encantan, y de eso han pasado más de 30 años desde que empecé a escucharlos…
Sé que la canción “Foolin” de Def Leppard fue la que te hizo pensar en ser una estrella de rock. ¿Por qué esta canción?
Bien… la verdad (honesta) de todo, es que estaba en un concierto de los Leppard en mi ciudad y vi la larga cola de chicas que querían que querían entrar en el backstage mientras escuchaba el estribillo de “Foo, Foo, Foo, Foolin”… Y entonces me dije: “Joder, ¡esto es lo que yo quiero hacer!”. Así fue exactamente. Pero todavía no he tenido esa hilera de chicas esperando a entrar en el backstage… No sé que hice mal (risas).
Habéis triunfado con el duodécimo disco, así que quizá es cuestión de tiempo (risas).
¡Quizá llegue! Así que se lo diré a mi mujer (risas).
La última vez que asistí a un concierto de Evergey fue en el Rock Fest Barcelona en 2018. Y más tarde, en 2019, volvisteis a tocar en Barcelona… ¿Entonces podemos decir que España es un buen país para Evergrey?
Tenemos una conexión muy especial con España. Mi madre vivió en España, mi hermana en Madrid… Lo siento, eres de Barcelona, pero ella vivió en Madrid (risas). Y es que el hermano de nuestro teclista también está viviendo en Madrid. Siempre hemos tenido una gran afinidad con vuestra tierra y siempre ha sido un país muy importante para Evergrey. En la última gira vino muchísima más gente a vernos. Desafortunadamente sucedió la pandemia, pero espero volver y pueda volver a ver ese público. Hay dos discos a presentar cuando vengamos, así que será genial.
¿Por qué elegiste el nombre Evergrey?
Porque en esos tiempos yo era muy joven, no tenía empleo y cada día avanzaba el tiempo sin que nada pasase. Estuve dos años enteros sin reaccionar viendo una especie de muro gris en el que no había absolutamente nada. No había nada positivo en todo aquello, la verdad.
Dime cuál es el primer disco que compraste con tu propio dinero.
Para mí el mundo musical era una especie de parque de atracciones al que quería ir. El primer disco que me compré fue el Piece of Mind de Iron Maiden, pero el primer “disco” que yo escuché, que era rock y que me hizo querer entrar en ese parque de atracciones fue el single de “Radio Gaga” de Queen.
¡No está mal!
Fue un gran comienzo, sí… (risas)
Vamos con la última: Si hubiera un gran presupuesto para tus shows en directo… ¿Cuál sería el truco que te gustaría hacer en el escenario? ¿Humo, fuego, sirenas, una catedral, un OVNI?
No de ninguna manera… El humo, el fuego, dragones y espadas lo dejo para todas las otras bandas… Yo llamaría a David Gilmore de Pink Floyd ara que tocara algunos solos con nosotros. Eso sería todo, y luego me gastaría todo ese presupuesto de toda la gira en un concierto, y quizá sería en Barcelona (risas).