Erzsébet – The Blasphemous Lady (EP)

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 3 de diciembre de 2021
Discográfica: Art Gates Records
 
Componentes:
Erzsébet - Voz
Angelvs - Guitarra, teclados
Ngldogma - Bajo
Cerbervs - Batería

Temas

1. Ördög's Moon (1:01)
2. Erzsébet (3:24)
3. Wraiths Behind the Mirror (5:07)
4. Cachtice (4:10)
5. Darvulia's Eye (5:01)
6. The Blasphemous Lady (3:47)

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Año nuevo, reseña nueva, aunque hacía demasiados meses que no publicaba nada. Pero claro, y con perdón, no ayuda nada la mierda esta de pandemia. Y si sumamos más excreciones en forma de normas y restricciones que tenemos, esto ha provocado que los que somos la alegría de la huerta, nos estemos volviendo unos rancios y sin ganas de hacer nada. Y los que ya eran rancios, directamente, se han vuelto autistas, sin ánimo de ofender. Hablando de mierdas de normas, podríamos estar horas rajando y con mil opiniones diferentes, pero en relación al tema que tocamos en la revista, lo que es inaceptable es que se cancelen o pospongan centenares de bolos, pero Lluís Llach -y que conste que no tengo nada contra él-, pueda hacer un concierto ante 15.000 personas. Lo siento, pero no, nos están haciendo coprofilia en toda regla.

Después de esta pequeña intro, vamos a hablar de Erzsébet y su primer EP, The Blasphemous Lady. Este grupo catalán se compone de músicos de distintas formaciones. Solo hablaré de ellos por el nombre artístico que se han puesto para la ocasión. Si queréis saber su verdadero nombre, os lo curráis que para eso tenéis el metal-archives. Por un lado, tenemos a la vocalista y al batería, Erzsébet y Cerbervs respectivamente. Los dos los conozco al ser integrantes del grupo Valkiria, que participó en la primera edición del Igualada Under Fest, una suerte de mini festival que organizamos en la revista ya hace demasiado tiempo, y que por cierto lo petó… y lo petaron. Y también forman parte del grupo Archetype X, del cual también tuve la suerte de ver su gran directo el día que presentaban su primer EP. Que de hecho fue el último concierto que vi y escribí antes de la pandemia… Les siguen Ngldogma, como bajista y backing vocals, todo un grande de nuestra escena, miembro de Cauldron y Perennial Isolation. Y acabamos con la mente pensante de las canciones, el guitarrista y teclista Angelvs, ex Lvx in Tenebris o Into the Nethermost, entre otros.

Para los que no sepan de qué va Erzsébet, es un grupo que nos presenta un black metal sinfónico, pero, para entendernos, no a lo Lord of Chaos, sino más bien tirando a una filosofía más Bram Stoker. Su nombre está basado en la historia de Erzsébet Báthory, que así en plan mini bio rápida fue una aristócrata húngara, famosa por su temor a hacerse mayor por lo que no dudó en torturar, beberse la sangre y asesinar a infinidad de chicas jóvenes. La Condesa Sangrienta la llamaban, ¡HA! Y por lo que se ve, un antepasado suyo fue Vlad Tepes, El Empalador, de donde sale la leyenda del Conde Drácula… historias para no dormir, vamos.

Ahora sí, vamos a hablar del disco en cuestión. Os diré que me ha gustado bastante, por no decir mucho. Sabéis que escucho de todo, aunque últimamente muchas cosas de corte moderno. Estoy enganchado al EP brutal de Lorna Shore; me lo pongo en bucle. Por lo que ha sido toda una sorpresa, muy agradable, ponerme este The Blasphemous Lady y que me teletransporten a un mundo que hacía tiempo que no escuchaba.

Si en los 90 te molaban, por estilo, grupos como Cradle of Filth, Moonspell -en sus inicios más crudos y siniestros- o Dimmu Borgir, entonces sabes de que hablo. No estoy diciendo que sean puro old school, aunque tampoco hacen nada terminado en core. Te vas a encontrar canciones de todo tipo, más rápidas y más lentas, pero todas con un denominador común. Y es que se mezclan a la perfección el estilo gótico y el estilo barroco. Ni hecho expresamente, ya que la “señorita” Erzsébet vivió durante esa época en la que llegaron a coexistir ambos estilos artísticos.

Desde su tema inicial en forma de intro hablada, «Ördög’s Moon», donde te explican de manera tenebrosa las maldades de la Condesa Sangrienta, con su sonido te preparan para lo que vas a escuchar. «Erzsébet» te mete de lleno en una cruda oscuridad, estética terrorífica y un aura siniestra que será el leitmotiv de todas las canciones hasta el final del disco. Repito, no estamos hablando de quemas de iglesias, satanismo, masacres espectaculares, caos y destrucción. Hablamos de sentir terror por abrir esa puerta que no sabes qué te puede deparar, de sufrimiento agónico para complacer a una perturbada. «Wraiths Behind the Mirror» nos remarca todo esto, aunque con más intercambio de tempos rápidos alternados con pausas épico-góticas. Sí, ya os imagináis de qué hablo.

«Cachtice», aldea donde vivía esta “fantástica” mujer en su castillo, con su intro, hace que no pierdas ese miedo en el cuerpo, sin parar con los growls de Erzsébet y un sonido de todos los instrumentos de forma muy compacta. En «Darvulia’s Eye», un poco más pausada, incluso con un toque groove. A destacar el teclado, como en todo el disco, es la guinda final que, junto a voces susurrantes y risas maléficas, hace que el disco tenga la esencia definitiva que te hace meter de lleno en ese castillo que no deberías haber pisado nunca. En contrapunto está la siguiente y última canción, de nombre homónimo, la cual es un directo a la yugular, con mucho punch.

Resumiendo, gran propuesta, y tal como he dicho, aunque sin presentar un sonido novedoso, demuestran que para sacar buen material solo hacen falta buenas ideas y saber plasmarlas a la perfección. Lo digo como si esto fuera muy fácil. Y lo han hecho. Han conseguido que sienta pánico a Erzsébet, que deba mirar tras cada esquina y que se apodere de mí un temor constante a no saber qué me puede salir de allí.

Dídac Olivé
Sobre Dídac Olivé 180 Artículos
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.