Cuando me enteré de que el gran Esa Holopainen, uno de mis guitarristas favoritos, iba a sacar su primer disco en solitario después de más de 30 años con Amorphis, me sorprendió, no sabiendo lo que nos podíamos encontrar. Esa no es un guitar hero masturbamástiles (no quiero sonar peyorativo, esos guitarristas también me gustan), así que no esperaba a priori un disco instrumental con excesos variados a las seis cuerdas.
El hecho de saber que había cantantes invitados ya hacía pensar en un disco más orientado a canciones de toque clásico y en efecto, eso es lo que nos podemos encontrar en este Silver Lake. Después de más de 10 escuchas, he de decir que es un disco muy disfrutable y como él bien dice en la nota de prensa que acompaña a la promo, variado y alejado en cierto modo de lo que hace con Amorphis (hasta cierto punto, especialmente en los solos es difícil no ver paralelismos).
Entre los cantantes invitados, viejos conocidos y al menos para mí dos auténticos desconocidos. Uno de ellos es Håkan Hemlin, frontman de los suecos Nordman, banda que mezcla pop, rock y folk (Wikipedia dixit). El otro “cantante” es Vesa-Matti Loiri, artista muy conocido en Finlandia, pero menos por estos lares.
Al ser un disco muy variado y con distintas voces, parece procedente hacer una breve reseña canción a canción.
Arrancamos con la instrumental “Silver Lake”, que me recordó desde el primer momento al Mike Oldfield más guitarrero, arpegio de piano y guitarra sobre el que hay un bonito y melódico punteo. La canción va creciendo en sus poco más de tres minutos llegando a un tono más épico que bien podría pasar por banda sonora de alguna película de fantasía épica. Buen comienzo.
Continuamos con “Sentiment”, primera de las dos canciones en las que participa Jonas Renkse de Katatonia. El propio Esa dice que para algunas canciones los cantantes escribieron sus propias letras y melodías de voz y en otras lo dejó el todo casi hecho. En este caso me atrevo a decir que Jonas participó, y es que este precioso medio tiempo quedaría perfectamente sin chirriar como tema en el último disco de los suecos, City Burials. Las melodías de voz son muy estilo Jonas o quizá Jonas tiene tanta personalidad que se hace dueño de melodías que no ha compuesto él. Como curiosidad, el solo me recuerda también a la manera de tocar de Roger Öjersson, lo que aumenta esa sensación de pertenencia a ese City Burials.
Cambio completo de tercio en tercer corte donde canta Håkan, primer single y en el que, según Esa, se pueden apreciar toques a lo Dire Straits. Sin verlos, sí que noto un toque a esa música que podríamos denominar “de padres” (otra vez sin ánimo de ofender, que uno ya peina canas). La voz rasgada de Håkan queda muy bien en las estrofas y limpias y crece con el genial estribillo. En este caso la vibra del solo si es completamente Esa y, por tanto, “Amorphiniana”. Gran primer single del que ya podéis disfrutar en las distintas plataformas.
Continuamos con “Ray of light”, donde también apostaría que la línea vocal es de Einar, si no al completo, sí en gran parte. Sin embargo, la composición al contrario que en “Sentiment”, no recuerda demasiado a Leprous, por no decir nada. Puede ser la canción del disco que esté más guiada por la voz, con lo que el hecho de que guste o no, dependerá mucho de que os guste la manera de cantar de Einar. A mí me gusta mucho.
“Alkusointu” (aliteración) es prácticamente una canción instrumental donde Vesa-Matti Loiri recita de manera solemne en finés. Empieza con riff lento, casi doomy sobre el que discurre la letra y después siguen solos de saxo y guitarra y teclado melódicos y sentidos. Buena pseudo instrumental que sí me recuerda a la era Koskinen de Amorphis.
Con la siguiente canción me pasa algo curioso. No sé si es la canción con más toque a Amorphis del disco porque lo es o porque la canta Tomi Joutsen. Mientras escribo esto me la he puesto unas tres veces seguidas, y me decanto a que es una canción que en casi cualquier disco de Amorphis de 2006 a ahora encajaría perfectamente, riff duro con guturales para la estrofa, mucho más melódico el estribillo con voz limpia. Es una gran canción, y por suerte no todo el disco suena como ella, porque si no, sería un disco de Amorphis bajo otro nombre.
En “Promising Sun”, Björn ”Speed” Strid me ha sorprendido cantando completamente en limpio. Conste que no soy un gran seguidor de Soilwork y lo mismo con ellos ya lo ha hecho, pero siempre lo he recordado alternando voces. Sospecho que si hay un segundo single antes de que salga el disco, será la designada. Canción muy heavy (especialmente el riff de la estrofa), melódica y con estribillo que se mete en la cabeza fácilmente..
No soy un gran seguidor de la carrera de Anneke, con lo que no puedo evitar comparar su colaboración en “Fading Moon” con la que hizo en el enorme Queen of time y en este caso esta canción sale perdiendo. No se me malinterprete, esta canción es muy buena, pero las comparaciones son odiosas. Me falla un poco quizá la poca conexión que veo entre la estrofa y el estribillo, que no fluye como en otras del disco. Es posible también que termine ganando cuando madure el disco en mi cabeza. Es lo malo de escribir en proceso de digestión del mismo.
Y el disco termina a lo grande con “Apprentice”, segundo tema con Jonas a las voces. En este caso hay mucho menos recuerdo a Katatonia en este medio tiempo cuya primera mitad es casi completamente acústica con un melancólico estribillo, que se acelera con otro solo marca de la casa y pone un gran colofón a un disco muy interesante.
En resumen, un disco variado, con mucha calidad, esperable viniendo de quien viene, con una ejecución de la banda que le acompaña impecable, unas colaboraciones a las voces soberbias y que parece que tendrá continuación.