Eternal Storm, parece mentira que este grupo oriundo de Madrid, con 10 años a sus espaldas saque ahora su primer larga duración, pero es que su trayectoria ha sido un tanto diferente del resto. Fundados en 2009, por Kheryon (voz y bajo) y los guitarristas Jaime Torres y Daniel Marganto, se pasaron un tiempo sin un baterista que encajara o bien no abandonara el grupo demasiado temprano. Finalmente en 2011 entró Luis Rodríguez y al cabo de poco sacaron su exitoso primer EP From the Ashes (2013). Dicho trabajo fue, como he dicho, muy bueno en críticas y esto les llevó a hacer de teloneros, o artista invitado, como queráis, en las giras por nuestra península con grupos de la talla como The Black Dahlia Murder, Leprous o Blindead, entre muchos otros.
Llegamos al 2015 y entra Mateo Novati para substituir a Luis Rodriguez. Con este nuevo cambio ultiman los detalles para la grabación del disco que hablaremos hoy Come the Tide (2019). Pero de mientras han tenido tiempo, de hecho es donde más han estado, tocando en directo y acompañando más bandas de renombre como Moonspell, Nightrage o a finales del año pasado, Wolfheart. O sea que ya veis, conciertos muchos, con un bagaje increíble encima del escenario y compartiendo cartel con bandas internacionales. Y por fin, en agosto de 2019, diez años después de fundar el grupo, sacan su primer disco de larga duración. Y vaya tela con el discazo…
Eternal Storm, tocan un melodic death metal, y en primera instancia me han recordado un poco al estilo de nuestros compatriotas Perpetual Night. Tienes toques progresivos, tienes death metal, tienes black metal, tienes doom metal, tienes atmosférico, partes rápidas, partes melancólicas (de hecho esto último es lo que más transpira el disco, melancolía y cierta rabia también). No sé si lo último que estoy reseñando ,que son grupos que abarcan todos estos géneros, es simplemente por casualidad, o bien viene precedido por el hecho de que actualmente es un género muy en alza. Sin más dilación voy a atormentaros con el destripe del disco.
El disco empieza con “Through the Wall of Light Pt. I”, con un punteado de guitarra con un sonido de fondo de olas. Pero de repente te meten un black frenético, a la vez que tristre y melancólico. Después entra la desgarradora voz de Daniel Jimeno, para dar más notoriedad a esta parte más enérgica. Podríamos decir que se parte en dos esta canción, ya que después de lo descrito viene un poco más de calma general aunque con dureza, un ritmo más sosegado con un riff muy bello que se va repitiendo durante la canción. Acaba de manera lenta para enlazarla con “Through the Wall of Light P II” que puede recordar partes o canciones intimistas de los Opeth de la primera década del 2000. Aunque al cabo de unos minutos se vuelve en una canción de gran factura y llena de matices, con unos riffs y punteados muy melódicos y acabando de manera un tanto atmosférica. Incluso hay una parte con un saxofón que queda muy bien, recordándome que en los ochenta era un instrumento muy usado en muchas bandas.
“Detachment” se presenta dura y suave a la vez, con un melodeath muy rápido pero con unas guitarras muy melódicas, momentos más calmados y otros rabiosos y rapidísimos. En mitad del tema nos alegran el alma con un momento instrumental y muy personal para volver al ritmo normal de la canción, siguiendo su dureza sosegada, guturales pero todo pausado y lento. Todo esto con unas guitarras excepcionales imprimiendo esencia con sus notas. “The Mountain” empieza de manera totalmente brutal, black metal con un blast beast endemoniado, pero también en todo el trabajo, la batería haciendo gala constantemente de una técnica depurada. Alternando estos riffs tan tristes, con otras donde combinan maestría en las seis cuerdas Jaime y Daniel. Esta canción está llena de cambios de tempo y de estilo, sin perder un ápice de su tremenda calidad.
Con “Of Winter and Treason” volvemos a un inicio tranquilo, dos amigos punteando la guitarras, cerca del fuego. Pero al cabo de un minuto da paso a los Eternal Storm que en tres canciones han cogido un sonido muy propio, coge de aquí y de allí, si, pero tienen una esencia propia y hace que esperes más temas con la base melodeath pero esos toques atmosféricos, sobretodo las twin guitars harmoniosas totalmente excepcionales, el conjunto del grupo en sí es un bloque como sus momentos más fieros tanto en los más intimistas y pensados para disfrutarlos de manera brutal. “Drifters” es una pieza lenta, con voces inquietantes susurrando, un ritmo de batería, junto con la guitarra, narcótico, acabando con un sonido ambiental de paz.
Y estamos a punto de terminar este fenomenal disco, con el penúltimo tema “The Scarlet Lake” que en su mitad nos presentan una parte con un death más pesado y con puntos más progresivos. Y llegamos al último tema que es “Embracing Waves”, con un punteado de guitarra y unos riffs con un corte más moderno. Tiene partes intercambiando voces claras y las guturales de todo el LP, sin faltar las otras instrumentales y que te llegan al alma. Buena canción para terminar este Come the Tide.
En fin, recomiendo encarecidamente escuchar este disco, han tardado diez años en sacar su primer LP pero ha valido la pena, y mucho. Para los fans de la música llena de matices, con toques de todo un poco, mezclando varios estilos por el camino, sin sonar para nada repetitivos, incluso teniendo en cuenta que son canciones largas. Todas las partes están cuidadas, desde las más brutales, desgarradoras y rapidísimas, hasta las de corte instrumental, más intimistas, preciosas y melancólicas. Y que decir del cuarteto a nivel técnico, que ha sabido encajar todas estas piezas como una obra de arte, sencillamente magnífico. Un excelente disco para tener muy en cuenta como uno de los mejores del 2019 a nivel nacional.
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.