Evergrey – Escape of the Phoenix

Los suecos Evergrey nos tienen acostumbrados a un nuevo lanzamiento cada dos o tres años. Eso no tendría la menor relevancia si no fuera porque desde el retorno del guitarrista Henrik Danhage y del batería Jonas Ekdahl en 2014, la banda ha confirmado una línea ascendente con cada disco. Y con Escape of the Phoenix no ha sido menos. Pese a repetir la misma fórmula que en anteriores álbumes, se puede decir que esta nueva publicación mantiene el nivel y suscita el mismo interés que sus predecesoras.

Escape of the Phoenix está compuesto por once temas de algo más de cinco minutos de duración media en los que la banda mantiene un maravilloso equilibrio entre contundencia y melancolía, entre complejidad y nostalgia, once temas que consiguen transmitir, once temas que no se limitan al típico esquema de los cuatro acordes (cosa que se agradece), ni se estancan en la mera sucesión de estrofas y estribillos. Estos once nuevos temas te llegan, te golpean, y cuentan con un Tom Englund potente y versátil a cargo de las voces.

El disco empieza con “Forever Outsider”, que además fue el primer single, allá por diciembre de 2020. Este es un tema que posee un estribillo melódico y pegadizo  enmarcado en un riff altamente contundente. Con todos los elementos que la constituyen, supone un perfecto avance de lo que vendrá más adelante.

Por su parte, “When August Mourns” viene con un medio tiempo melancólico con mucho fondo de teclado, cosa que le confiere una poderosa atmósfera, y con un magistral solo de guitarra.

El inicio de “Stories” marca una diferencia respecto de sus predecesoras. En ella, Tom Englund empieza cantando a capella con el único acompañamiento de un piano. No obstante, esta breve intro pronto da paso a un tema lento y de energéticos acordes al aire, de esos que tanto éxito han tenido a lo largo de la historia y en diferentes géneros musicales. Esta alternancia entre estrofa a capella y estribillo se prolonga durante sus casi siete minutos de duración del tema con un par de interludios instrumentales. Hay que reconocer que estos caballeros no van carentes de recursos.

Tras estas dos canciones más bien lentas, volvemos a la carga con un tema algo más movido. “A Dandelion Cipher” mantiene la tónica melancólica que hemos venido oyendo desde el inicio del álbum, pero añadiendo un poco de esa contundencia que estábamos echando de menos.

“The Beholder” vuelve a ser un tema de ritmo lento, que además empieza con unos acordes de teclado muy al estilo de lo que hemos venido viendo en los últimos discos de sus compatriotas Dark Tranquillity. Añade, además, percusiones electrónicas en ciertos momentos, y cuenta con la colaboración de James Labrie, vocalista de Dream Theater.

Llegamos al ecuador del álbum con “In the Absence of Sun”, que merecidamente ocupa el lugar central de este trabajo. El segundo tema más largo de Escape of the Phoenix, con poco más de seis minutos de duración, es un in crescendo de progresión lenta que empieza por poco, con unos leves acordes de piano, y que poco a poco alcanza un clímax en forma de estribillo guitarrero contundente.

La segunda mitad de Escape of the Phoenix comienza con “Eternal Nocturnal”, otro de los singles que precedieron a la publicación del trabajo, y otro ejemplo de tema equilibrado, con la melodía y la caña en las proporciones justas y con algo más de rapidez en su ejecución que los temas anteriores.

“Escape of the Phoenix”, tema que da el nombre al disco, empieza con un riff algo groove, pero pronto queda difuminado en el mismo tipo de estribillo melódico, tal vez algo más psicodélico, que hemos venido contemplando hasta el momento.

La tríada final de este nuevo trabajo de Evergrey se inicia con “You from You”, otro tema lento, calmado y con ese fondo de teclado que aportan oscuridad a su atmósfera. Por su parte, “Leaden Saints” posee una progresión algo más lenta. Este tema sería una especie de síntesis entre Evenescence y Pantera.

Finalmente, echamos el cierre con “Run”, un tema con compás, al igual que “Forever Outsider”, de tres por cuatro, con lo que se cierra el círculo de la mejor forma posible.

En conclusión, estamos ante un trabajo concienzudo en cuanto a la composición y con una producción de mucha calidad. Si bien la única pega que se le puede poner es que todos los temas suenan un poco a lo mismo, no hay duda de que, pese a haber usado la misma receta desde 2014, esta banda está en un gran momento de forma. Brindemos por que sigan así.

Franz S. Heiligen

Soñador en tiempos de hierro, solitario corredor de larga distancia, disfruto tanto de leer un libro en el más absoluto silencio como de la música más salvaje imaginable. Y a veces escribo algo.