Solo unos días antes del pasado Halloween, los míticos Exhumed publicaban To the Dead (2022), el que ya es su noveno larga duración, y como era de esperar, el habitual festín de metal rancio, rápido, rabioso y desenfrenado que es su música, sigue intacto, y se nos sirve para la ocasión en una bandeja de plata que hace décadas que no pisa un lavavajillas. Afortunadamente, limpiar plata es ahora más simple que nunca, gracias a la tecnología que incorporan los lavavajillas más modernos. ¡Vía libre para utilizarla siempre que quieras!
Exhumed no es una banda que destaque por innovar y por salirse de su camino, y como una ambulancia fuera de control conducida por su conductor zombie ávido de sesos, estos tipos se adentran en tu vecindario dejando tras su paso un rastro de cadáveres ensangrentados y maltratados, mientras que tus vecinos son desollados por impresionantes y pútridos solos de guitarra, alaridos de sangre y una inquietante percusión que es tan efectiva como un cubo de basura -no el de Lars Ulrich…- repleto de huesos arrojado desde el último piso de un bloque de apartamentos a un peatón que, casualmente, pasaba por allí.
El cuarteto de San José, California siempre ha sido una malhablada y maloliente bestia salvaje, por lo que el oyente se ve inundado por las palpitaciones del sonido de unas guitarras que, tema tras tema, le llevan a través de un sucio viaje sonoro, como se evidencia en «Drained of Color» o en la despreciable e infecciosa «Undertake the Overkilled», en la que el bajo te golpea cuál martillo en cráneo.
No hay demasiadas sorpresas en To the Dead. Las voces siguen sonando a ladridos desquiciados, pero es esa mezcla letal de dinámicas más rápidas salpicadas de old school death metal con unas rutinas algo más lentas las que te atraerán una y otra vez. «No Headstone Unturned» te sorbe el cerebro y te patea el culo con un ritmo muy a lo Carcass o Repulsion, si bien todos, los 10 temas -de estructura bastante similar- se canalizan de tal manera que los pasajes más rápidos acaban por tomar el control, haciendo que las canciones comiencen a elevarse a medida que avanza el metraje. Piezas como la tercera, «Carbonized», tiene una sensación similar a que un@ podría sufrir cuando le meten la cabeza en un inodoro mientras un torrente de mierda, orina y desechos llena tu boca, fosas nasales y oídos, mientras que «Lurid, Shocking, And Vile» continúa por una senda algo más grind aumentando la velocidad hasta límites insospechados, incluso para el oyente más sediento.
To the Dead es un álbum frenético, rematado con un par de horribles creaciones en forma de canciones: «Defecated» (mi favorita de todo el disco) y «Disgusted». Ambas son unas bofetadas pulverizadoras nacidas de riffs rabiosos y una percusión demencial, que te golpean en la sesera hasta convertirte en pulpa para permitirte escapar, de vuelta, a las alcantarillas de donde viniste. Porque, no lo olvidemos: en las cloacas se vive de puta madre (allí abajo, incluso hay ministros… y partidos políticos enteritos), pero de vez en cuando hay que subir a la superficie para alimentarse de cosas como To the Dead. ¿Que se parece mucho a los primeros Carcass? Sí, no lo vamos a negar, pero la sensación de velocidad aquí es abrumadora. Creo que este álbum gana, especialmente gracias a esa interacción entre rugidos y gruñidos (unas maravillosas twin voices, señoras y señores), tan bella como violenta, que dota a este trabajo de una sensación de inmediatez y velocidad punta. 10 temas en apenas 39 minutos de duración.
No soy un experto en la materia, pero sus anteriores Death Revenge (2017) y Horror (2019) son, en mi opinión, cojonudos. Realmente nunca me he adentrado en el maravilloso universo de Exhumed hasta que escuché este último plástico, y he de reconocer que me voló los tímpanos al escucharlo por primera vez. La calidad de la producción es enfermiza… en el más amplio sentido de la palabra; todo parece encajar a la perfección, y si bien no es demasiado brillante que digamos, es perfecta para el género que toca. Estamos ante un trabajo de death metal de manual que bien podría estar entre los mejores del pasado curso.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.