Excelente velada la que pudimos compartir el miércoles en la sala Rocksound de la Ciudad Condal con la fantástica descarga que protagonizó Samantha Martin junto a su banda Delta Sugar.
La joven formación canadiense, con tan sólo dos discos y sendos éxitos en el mercado, Send the Nightingale del año 2015 y Run to Me de 2018, fue capaz de cautivar, en algo más de una hora y 40 minutos que duró su actuación, todos los corazones y almas de la aproximadamente media entrada que registró la sala.
Con el buen sonido habitual que exhiben la inmensa mayoría de los grupos en los shows que tienen lugar en la ya por todos conocida como Meca del Rock de Barcelona, pudimos observar como para esta gira Mrs. Samantha se hace acompañar por una versión reducida de la numerosa banda que grabó su última obra discográfica.
Un sólo saxo como instrumento de viento, compartiendo sus labores con las de teclista, un bajo, guitarra, batería y las dos coristas que normalmente apoyan a la voz principal y guitarra de Samantha conforman la totalidad de los músicos que acompañarán a la artista durante todo este periplo europeo.
Tengo que confesaros que, a pesar de esta ostensible merma, el sonido de la formación no ha perdido ni un solo ápice de la grandilocuencia y efectividad que transmite en sus originales registros.
La actuación en sí se centró prioritariamente en su segunda obra Run to Me, de la cual tocaron hasta un total de ocho canciones, una par más de su primer disco y unas cuantas y magistralmente interpretadas versiones entre las que destacaría las que nos ofrecieron para finalizar su show homenajeando a grandes figuras del género como Tina Turner o The Rolling Stones.
Pudimos disfrutar mayoritariamente de ese Soul atemporal que predomina en sus pocas pero muy acertadas obras de estudio, de esas reminiscencias Gospel tan intrínsecas de la música de orígenes negroides que tan bien aderezan algunos de sus temas, pero también tuvimos la ocasión de saborear y mover el esqueleto con la rotundidad de canciones más orientadas al Rock así como tiempo para dar rienda suelta a nuestros más íntimos y secretos sentimientos con esos increíbles composiciones de más centradas en el Blues.
Desde mi humilde y siempre subjetivo punto de vista, es en esta última faceta o tipo de música, el Blues, donde la desgarrada pero a la vez sensible voz de Samantha Martin saca mayor partido a sus enormes e infinitas cualidades y características. Lástima que no de mayor protagonismo a esa vertiente en sus composiciones, creo que el éxito ya conseguido se multiplicaría hasta límites insospechados.
Simpatía, actitud, buenas canciones y una banda que demuestra un nivel altísimo siguiendo a la perfección la difícil estela de su líder, no creo que tenga ningún inconveniente para seguir y seguir creciendo en un futuro.
¡Altamente recomendables!