Pensar en Fall Out Boy es un viaje a mi yo joven. En 2007 me enganché como un loco a su tercer disco, Infinity on High (2007). Ha llovido, he crecido, incluso madurado (o eso creo a veces). Pero con el tiempo, sigo teniendo este disco en un lugar muy especial de mi corazón. Pero también tengo que admitir que a los discos que le siguieron les presté ya muy poca atención. Incluso lo intenté con MANIA (2018), según dicen su disco maldito.
Los hijos predilectos de Wilmette, Illinois, regresan octavo disco de estudio justo cuando se celebran los 20 años de su despegue, el fenomenal Take This to Your Grave (2003), uno de los trabajos más queridos de la oleada emo de principio de siglo.
Tras estrellarse con MANIA (2018) y no acabar de dar otra vez con la tecla deseada, ¿quién iba a confiar en un renacimiento de Fall Out Boy? Personalmente, nunca les vi capaces de enderezar el rumbo. Y tras ver el título, So Much (For) Stardust, y ver la imagen de artwork del disco… aún confié menos en el renacer de los norteamericanos.
Pero bien, ¡qué bonito es equivocarse! Pues So Much (For) Stardust (2023) no es un back to the roots, ni pretende serlo. Pero es un disco muy versátil y disfrutable. Un disco que te transporta 15 o 20 años atrás en el tiempo. Un disco que tiene el sonido que hizo a Fall Out Boy una banda de cabecera para muchos pero que también tiene el sonido de la evolución que la banda ha cultivado a lo largo de dos décadas.
So Much (For) Stardust va a gustar a viejos y nuevos seguidores. Pues contiene todos los elementos necesarios para combinar pasado y presente. Y, además, no flaquea a lo largo de los 44 minutos de duración. Algo que últimamente era costoso de superar, los discos tenían algunos hits memorables y los demás eran puro relleno que aportaban más bien NADA.
Algo que sí han vuelto a hacer y siempre he considerado un fallo por parte de la banda, es condensar los que a priori sin los mejores cortes del disco en su tramo inicial. Cosa que hacer que, cuando superas estos momentos de locura, el disco baje un peldaño el nivel. No es ningún secreto que “Love From the Other Side”, “Heartbreak Feels So Good” y “Hold Me Like a Grudge” están por encima del resto y por encima de la media de los últimos cinco discos sin contar con “Centuries”, el pelotazo tardío de la banda.
Lo bueno, y me repito, es que el resto de canciones que completan el disco son amenas, divertidas, emocionalmente fuertes. ¿De eso se trata no? Sin darte cuenta aterrizas en “So Much (For) Stardust”, la homónima pieza que cierra el disco de forma calmada pero intensa. Por el camino, una colección de canciones muy óptimas. No las mejores. No un regreso al pasado, tampoco es necesario. Solo pedimos discos como éste. Un semi viaje a mi juventud.