Publicado el 16 de agosto de 2024
Discográfica: Epitaph Records
Componentes:
Ronnie Radke - Voz
Jacky Vincent - Guitarra
Derek Jones - Guitarra
Ron Ficarro - Bajo
Ryan Seaman - Batería
1. Prequel (3:53)
2. Popular Monster (3:40)
3. All My Life (feat. Jelly Roll) (3:10)
4. Ronald (feat. Tech N9ne and Alex Terrible) (3:16)
5. Voices in My Head (3:11)
6. Bad Guy (feat. Saraya) (2:37)
7. Watch the World Burn (3:23)
8. Trigger Warning (2:22)
9. ZOMBIFIED (3:38)
10. NO FEAR (3:48)
11. Last Resort – Reimagined (4:43)
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Antes de hablar del disco en sí, debo admitir que Falling in Reverse era una banda completamente desconocida para mí hasta que vi el videoclip de «Ronald». ¡Vaya, quién no quedaría impactado por ese tema! ¡Ese rap, ese breakdown! ¡Es una locura! Con esta canción, los estadounidenses captaron mi atención de manera contundente, y comencé a investigar más sobre ellos. ¿Cómo es posible que un grupo de tal envergadura se me haya pasado por alto?
La respuesta es sencilla: en 2011, no estaba en sintonía con bandas “modernas”. Conocía y adoraba a los primeros Avenged Sevenfold, pero el estilo más “pop” no me llamaba la atención. Dicho esto, vayamos al grano: «Popular Monster» lleva al grupo a otro nivel. ¿Por qué? Porque combinan experiencia con un deseo insaciable de romper barreras, aún más de lo que ya lo han hecho.
La introducción del disco, «Prequel», es un claro ejemplo de esto. Iniciar un álbum de metal o algo similar con un rap, mezclando coros operísticos con la voz de Ronnie Radke, un tipo tatuado que parece creer que puede tocar cualquier estilo que le apetezca, es una jugada arriesgada. Y, ¿sabes qué? Puede hacerlo. Además, la portada del disco, con su cara en primer plano, lo dice todo: aquí mando yo.
Luego está el tema que da título al álbum, «Popular Monster». Al principio, parece un tema bastante mainstream, con un estribillo pegadizo pero sin mucho más que destacar, hasta que entran las guitarras de Jacky Vincent y Derek Jones. Ahí la cosa cambia, y mucho. Ya lo juzgaréis cuando lo escuchéis.
A continuación, «All My Life», una canción que, si solo escuchas los primeros 30 segundos, podrías saltarte sin más. Es un tema correcto, sin demasiadas pretensiones, pero si lo dejas correr, te perderás un momento breve pero muy disfrutable. Y es que esta gente sabe muy bien lo que hace.
Llegamos a uno de LOS TEMAS, «Ronald». Si ya has escuchado la canción, poco puedo añadir, aparte de que Ryan (batería) y Ron (bajista) lo destrozan todo en el mejor sentido de la palabra. Desde el inicio, este tema muestra unas ganas de destruir, despotricar y quemarlo todo.
Como si eso fuera poco, tienen la genial idea de contar con Alex Terrible de Slaughter to Prevail y Tech N9ne, un nombre que puede ser desconocido para muchos metaleros, pero merece la pena investigar quién es. En cuanto al resto del tema, solo puedo decir que lo escuchéis y saquéis vuestras propias conclusiones (spoiler: os va a sorprender, palabra).
Después de semejante explosión, «Voices in My Head» nos devuelve a un terreno más “comercial”, si es que algo de lo que hacen puede considerarse comercial. Es un tema muy en la línea de Nothing More (de quienes hablaré pronto, otro spoiler). «Bad Guy», que marca el ecuador del álbum, es el hit del disco: directo, sin demasiadas florituras, pero efectivo y seguro que en directo lo petará.
Luego está «Watch the World Burn», otra joya del álbum. Ronnie Radke domina tantas tesituras y registros vocales que da un poco de rabia, tanto por su habilidad para rapear al estilo de Eminem como por su capacidad para desgarrarse la garganta. Y eso sin mencionar que tiene un flow impresionante. Además, la banda en general lo borda. ¡Venga ya!
Nos «relajamos» un poco con «Trigger Warning», un tema más accesible, pero con arreglos de piano y vocales excepcionales. El riff inicial de «ZOMBIFIED» me recuerda ligeramente a un tema bastante famoso de Linkin Park. Nada que objetar, las influencias están para eso, ¿no? Es un tema que funciona, aunque quizá no me impactó tanto como los anteriores.
Cerramos esta experiencia con «NO FEAR», otra canción que bien podría haber sido firmada por el mismísimo «GOAT». Y para rematar, una versión de «Last Resort» que me sorprendió gratamente. No hace falta que diga de quién es el tema original, ¿verdad? ¡Qué manera de cerrar!
Solo me queda dar las gracias porque todavía existan bandas que se atrevan a salirse de lo establecido, a arriesgarse y a darnos estas alegrías.
