La familia Ramoneda de Totana no sale de su estupor al descubrir dos años después que su husky siberiano no era un cuadrúpedo canis lupus y que en realidad se trataba de un señor metalero de Bergen pintado de black metal que respondía al nombre de Lars Brujen.
“Lo encontramos aullando frente a una iglesia de madera de pueblo y haciendo pipí en la puerta”, confiesa Juanjo Ramoneda, fan de David Bowie que quiso adoptar junto a su pareja Maruja al “puto huski” -siempre en sus palabras-, pues tenía un ojo de cada color, como su ídolo David Bowie. “Al final parce ser que el tío llevaba lentillas”, nos confiesa un apenado Juanjo harto de dar biberones al Sr. Brujen. Cuando decidieron adoptarlo le llamaron “Duque blanco” en honor a una de las etapas musicales del señor Bowie.
Lars Brujen, el “perro”, se justifica diciendo: “Creía que hablaban al revés y ese gesto tan impresionante me hizo creer que alababan a Satanás, pero luego supe que era el murciano común”, nos confirma un apenado Lars que vio en el acento regional un acercamiento a Lucifer que nunca fue tal. Los años de pandemia alegraron la vida de la pareja y Maruja Escorzo, esposa de Juanjo, afirma que les hizo mucha compañía y que incluso llegó a dormir en la cama del matrimonio.
Actualmente el tema está en manos de abogados, de la perrera municipal y del Inner Circle, por lo que se espera que la cosa vaya para largo. Lars ha fue mandado con bozal a tierras escandinavas pues mordió en la Manga del Mar Menor a un señor que se parecía a Euronymous. Hay también una causa abierta por el hecho de mear en iglesias murcianas repetidamente sin ser un cánido y de jugar con mecheros en espacios sagrados.