Fever 333 está de vuelta, y lo hace con más fuerza que nunca. Tras el complicado proceso de cambio que experimentó la banda, con las salidas del batería Aric Improta y el guitarrista Stephen Harrison, Jason Aalon Butler ha reconstruido el proyecto con una energía renovada y una visión más clara. La duda sobre el futuro del grupo fue grande entre sus seguidores, pero lejos de ver esto como una derrota, Butler tomó la adversidad y la transformó en el combustible para una nueva etapa. Con la incorporación de Thomas Pridgen (ex The Mars Volta), April Kae y Brandon Davis (ex Therefore I Am), Fever 333 no solo ha sobrevivido, sino que ha regresado con un enfoque más potente y definido en Darker White (2024).
El álbum es, en palabras del propio Butler, «un examen profundo de la lucha entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo oscuro y lo luminoso». Estos conceptos abstractos son llevados a la vida a través de una mezcla frenética de hardcore, metalcore, y hip-hop, que en este trabajo se muestra más melódica y accesible que nunca sin perder ni un ápice de su ferocidad original. A lo largo de sus 14 temas, Darker White navega por estas dicotomías, ofreciendo tanto momentos de pura explosión sonora como otros más reflexivos y matizados.
El álbum abre con «New West Order», una canción que marca el terreno con una declaración de intenciones clara: Fever 333 está aquí para quedarse y seguir siendo una fuerza imparable. Con su característico estilo de mezclar hip-hop y hardcore, el tema es un claro ejemplo del sonido típico de la banda y establece el tono para el resto de metraje. «Pin Drop» sigue esta línea, con un Butler que lo da todo, gritando desde lo más profundo de su ser, mientras el trasfondo de guitarras pesadas y percusión agresiva crea una atmósfera cargada de tensión. Aquí, Fever 333 despliega su destreza para conectar sus mensajes de crítica social con un sentimiento personal más profundo, lo que hace que cada canción no solo sea un grito de protesta, sino también una introspección emocional.
Darker White no solo representa una evolución en el sonido de la banda, sino también en su enfoque lírico. Si bien continúan abordando los temas de injusticia social y racial que han sido el sello de su música, hay un sentido más marcado de vulnerabilidad en este álbum. Butler ha mencionado que lo que comenzó como una búsqueda de liberación externa terminó revelándose como un proceso de liberación interna. Esa lucha personal por encontrar paz dentro de sí mismo es palpable en cada pista, lo que da al álbum una resonancia emocional aún más profunda.
Canciones como «Do or Die» y «Murderer» reflejan esta tensión entre la protesta social y la introspección personal. En «Do or Die», las potentes guitarras y la percusión implacable marcan el tono, mientras que los versos rapeados y los gritos desgarradores de Butler mantienen la intensidad al máximo. Sin embargo, en «Murderer», el álbum toma un giro más oscuro y atmosférico, con pasajes vocales susurrados que crean una sensación de claustrofobia y tensión que se siente en la piel. Esta combinación de brutalidad y sutileza es lo que hace que Darker White sea un trabajo tan efectivo, manteniéndose siempre al borde entre lo melódico y lo visceral.
Una de las grandes sorpresas de este álbum es la capacidad de la banda para moverse entre géneros sin perder su esencia. A lo largo de los temas, se puede sentir la influencia del hip-hop callejero, sobre todo en las secciones rapeadas, que refuerzan el carácter combativo del grupo, mientras que las guitarras progresivas y los riffs enérgicos devuelven a la banda al terreno del metal. Es esta habilidad para equilibrar el caos sonoro con melodías infecciosas lo que les permite destacar dentro de una escena donde muchos grupos caen en la repetición.
La mayor evolución de Fever 333 se nota en su capacidad para estructurar temas parecen más coherentes y accesibles sin sacrificar la intensidad que los caracteriza. Darker White es un álbum con garra, pero también con corazón, y muestra que la banda ha madurado tanto en su sonido como en su mensaje. Los nuevos miembros aportan una dinámica fresca, pero es la presencia imponente de Butler la que sigue siendo el centro gravitacional de todo.
Por todo ello, Darker White es un trabajo que refleja perfectamente el momento que atraviesa Fever 333: una banda que ha pasado por la adversidad, pero ha emergido más fuerte, con un sonido más pulido y una visión más clara. El disco no solo cumple con las expectativas, sino que las supera, ofreciendo un viaje sonoro que va más allá de la simple protesta y se adentra en las profundidades del alma humana. Con este trabajo, Fever 333 no solo ha recuperado su lugar en la escena, sino que lo ha elevado a un nuevo nivel, demostrando que aún tienen mucho que decir y, lo que es más importante, cómo decirlo.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.