Es más que evidente que los americanos FireWing han querido presentarse ante el mundo a lo grande, con un trabajo al que han bautizado Resurrection y que se muestra como un álbum tan trabajado como ambicioso, en el que la banda hace un logrado despliegue de heavy sinfónico con marcadas influencias power y arreglos orquestales, todo interpretado desde un prisma personal y fresco, reinventando a su manera el género.
Más allá de lo musical, Resurrection es una obra conceptual, en la que crean un universo nuevo creado a raíz de la esencia de distintas ideas de diversas mitologías y leyendas, dando como resultado una historia sobre la sempiterna batalla del bien contra el mal, encarnados en esta ocasión por Ember, representando la esperanza y la liberación de las almas, y Vishap, heraldo de la oscuridad deseoso de doblegar a la humanidad ante sí.
Ante tan interesante oferta, lo único que nos queda por hacer es pulsar el botón play y comprobar de qué manera encara la formación semejante empresa.
La instrumental “Prelude: Moonlight of Despair” suena como no podía ser de otra manera: una intro orquestal, épica, casi cinematográfica, seguida como un relámpago por “Obscure Minds”, encargada de marcar la pauta que llevará la formación desde el primer momento, con sus sonidos duros y melódicos, cargados de una innegable técnica y sin dejar de ocuparse de los matices. Ya en esta primera embestida nos regalan la primera colaboración, materializada como solo de guitarra llevado a cabo por Bill Hudson, quien ha formado parte, entre otras muchas, de bandas como Circle II Circle o NorthTale.
“Chapter One: Acheron’s Ritual” abre la puerta a la envolvente “Demons of Society”, que funde un espíritu suave con una aplastante batería, como si de una mezcla de sabores se tratase, cediendo en esta ocasión las seis cuerdas al jovencísimo Luis Kalil.
Relajadamente evocadora encontramos “Far in Time”, interpretada con todo el sentimiento posible y a la que las voces auxiliares de Ryan Beevers dan cierto aire cercano a los coros blackmetaleros.
Hace aparición un nuevo interludio, “Chapter Two: Temple of Helios”, tan grandilocuente como cada corte instrumental del disco, que da paso al tema que lo bautiza, “Resurrection”, toda una descarga de heavy rock reinterpretado a la manera personal de la banda, en la que, obviamente, no faltan los guiños al power épico que en todo momento se deja entrever.
A modo de balada se inicia “Time Machine”, que no tarda en coger fuerza y en la que podemos apreciar aún más la calidad vocal de Airton, a la que acompaña puntualmente una desgarradora voz femenina, encargada de dar el toque de distinción.
Cambiamos nuevamente de pasaje con “Chapter III: Trascending Souls”, que da pie a la intachable “Eternity”, desbordante de carisma y fantasía.
“Tales of Ember & Vishap” se divide en dos partes: “How Deep Is Your Heart?” y “The Meaning of Life”. La primera, con su introducción acústica, se transforma en un sinfónico cañonazo, adornado inmejorablemente por la voz de Haydee Irizarry, que ya ha demostrado en proyectos como Carnivora lo que es capaz de hacer con sus cuerdas vocales. El segundo pasaje del tema, en el que también podemos disfrutar de las virtudes de la vocalista, se presenta descaradamente más dura, alcanzando un punto álgido antes de entrar en la recta final de la epopeya.
Recta final formada por “The Essence of Your Heart”, tan magnificente como todo lo que la ha precedido, y “Sacred Journey”, epílogo que cierra el álbum de la misma manera que se abrió, con la ambientación propia de producciones que pretenden ir más allá de lo meramente musical.
Desde luego, FireWing se han volcado en cuerpo y alma en este debut, y han conseguido una tarjeta de presentación sólida, totalmente convincente y cuya irrupción en la escena sinfónica no va a pasar desapercibida para nadie.