Flogging Molly – Anthem

Nuestra Nota


8 / 10

Ficha técnica

Publicado el 9 de septiembre de 2022
Discográfica: Rise Records
 
Componentes:
Dave King – Voz, guitarra, bodhrán, coros
Dennis Casey – Guitarra, guitarra acústica, banjo, coros
Nathen Maxwell – Bajo, coros
Mike Alonso – Batería, percusión, cucharas
Matt Hensley – Acordeón, coros
Bridget Regan – Violín, flauta, gaita, coros
Spencer Swain – Banjo, mandolina, coros

Temas

1. These Times Have Got Me Drinking (4:13)
2. A Song of Liberty (3:38)
3. Life Begins and Ends (But Never Fails) (3:17)
4. No Last Goodbyes (3:30)
5. The Croppy Boy ’98 (3:10)
6. This Road of Mine (3:18)
7. (Try) Keep the Man Down (2:55)
8. Now Is the Time (4:00)
9. Lead the Way (3:45)
10. These Are the Days (4:19)
11. The Parting Wave (3:16)

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Que en plena moda del punk rock celta los Flogging Molly sean capaces de sacar un disco de estas características, y de sacar la cabeza rivalizando con los ya enormes Dropkick Murphys, dice mucho de la banda de Los Ángeles capitaneada por Dave King. Hemos esperado cinco años para que ofreciesen material nuevo, y tampoco hay grandes novedades más allá que decir que: estamos ante un disco eminentemente celta y poco punk, que están de vuelta con el gran Steve Albini en la producción (que ya estuvo en sus dos primeras obras) y de que como novedad en sus filas han contado con el banjo de Spencer Twain.

No hay ningún himno sideral de la talla de “Drunken Lullabies” pero a nivel de estilo y calidad están al mismo nivel que los australianos The Rumjacks, y, por lo tanto, por encima de los Murphys de Boston. El inicio de la obra es magistral con un “These Times Got Me Drinking”, que es justo lo que uno espera de ellos: pura fiesta con inspiración etílica. Un poco resumen los días de confinamiento y el empinar el codo, además de la alegría de volver a la normalidad. Apunta a gran himno de directo y el banjo es un elemento que suma, y mucho, a su apuesta celta. Violines, arreones de fuerza, vasos brindando y mucho sabor irlandés.

Las cucharas de Mike Alonso abren para otro himno puramente Molly como es “Song of Liberty”, con un Dave King espectacular a la voz. Juegan con cambios de tempo y muchísimos tramos instrumentales de colorido y baile. Mantienen todas las credenciales y la inspiración en la hímnica “Life Begins and Ends (but Never Fails)” con un precioso riff. Hay un aroma The Dubliners total, aunque acelerado y homenajes a Europa y al nuevo continente en la letra.

De entre lo más notables está la solemne y triste “The Croppy Boy ‘98” con muchos aires a la clásica irlandesa “Rocky Road to Dublin”. Va comandada por el bajo de Nathen Maxwell y el trabajo en el bodhrán del propio King. En terrenos más netamente punk encontramos la evocadora y rápida “The Road Is Mine”, divertida y efectiva con todo el arsenal folk a pesar de la base punk imperante. De verdad que el equilibrio entre los elementos folkeros y el punk es muy logrado.

En “No Last Goodbyes” ya hay una cierta repetición de la fórmula y el grupo funciona un poco a piloto automático por mucho que la canción merezca la pena, con sus aires hímnicos y épicos. A partir de entonces el disco toma una dirección más clama y hay muchos momentos reposados y festivos como pueden ser “(Try) Keep the Man Down”, juguetona y flokie con esas flautas y todo el arsenal irlandés más propio del pub que de un escenario.

“Now Is the Time” tiene unos arreglos de cuerda muy delicados y elegantes para conseguir algo evocador, delicado y triste. Pero para solemnidad y emoción está “These Are the Days” en la que la tristeza toma cuerpo y muestra el lado más sensible del grupo, con el violín de Bridget Reagan tomando todo el protagonismo en los arreglos. Me recuerda a los últimos Skyclad y de verdad que hay emoción y mucha inspiración en el tema. Es diametralmente opuesto a lo que uno espera de una banda de rock punk celta, pero es una composición que llega. Incluso la violinista apoya los versos con la cuerda frotada para mayor empaque.

El final con “The Parting Wave” adolece de indagar (por enésima vez) en las tonadas lentas, pero Dave King está realmente inspirado a la hora de cantar y transmitir emociones. Afortunadamente hay la breve “Lead the Way” que pone algo de alegría al tramo final, un poco cenizo. Es alegría contenida con muchos coros y muy pensada para el directo. Es de esos temas basados en un riff marcado de acordeón y violín y muchos coros para cantar. Hay un estribillo con coros hooligans para terminar de convencerte (uooo, uooos, para que nos entendamos…).

Gran disco de Flogging Molly a pesar de que sus muchos seguidores puede que no vean grandes novedades y repeticiones de esquemas. Servidor está ampliamente familiarizado con su legado y les ha visto en directo, por lo que atisbo que este Anthem puede brindarnos muchas canciones capaces de hacernos emocionar a pesar de que alguien pueda decir que hay momentos muy Mägo de Oz. El único pero a esta obra es que quizá el alma punk se ha dejado un poco de lado. Más allá de esto es todo el disco es un disfrute.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.