Antes de nada, he de comenzar el texto con una pequeña confesión: no daba un duro por este concierto. No me malinterpretéis, no dudaba de la calidad de los grupos incluidos en el cartel ni de la labor realizada por todos aquellos que participaban en la organización. Pero cayendo el show en miércoles, en una ciudad en la que la mejor estrategia de promoción sería ir casa por casa, escopeta en mano, para sacar a la gente so pena de decorar las paredes con sus sesos, reconozco que confiaba en que como mucho la Sala Utopía albergaría a unas pocas decenas de personas lo bastante fanáticas o aburridas con sus vidas como para plantarse allí desafiando a la pereza. Motivo por el cual casi me sentí orgulloso cuando, una vez situado sobre el terreno, pude comprobar que la afluencia de público presentaba un aspecto más que saludable y que prometía un ambiente presto a inflamarse.
Enemynside
Los encargados de soltar las primeras chispas fueron los italianos Enemynside, quienes cargaron sin concesiones ni florituras, lanzando una rápida descarga con “For All the Jerks”, “Black Mud” y “Deadline”, trío de balas que revelaba un planteamiento escénico basado de manera casi exclusiva en la potencia y rapidez de su thrash metal de corte ortodoxo pero efectivo, en detrimento del espectáculo y la originalidad. El grupo se mantuvo en todo momento dentro de la seguridad de sus posiciones, sin realizar ningún movimiento arriesgado y apegándose en todo momento a un guion que garantizaba un desarrollo previsible y de fácil digestión. Tras preguntar al público si le gustaba el fuck metal, liberaron una nueva salva de disparos que impactaron de lleno entre la audiencia. “System Failure”, “Shitstorm” y “Frozen Prison Cell” fueron lanzados sin parsimonia en un sprint rectilíneo que ignoraba cualquier camino alterno. Con una espontánea acción que rompía la inamovible dinámica mantenida hasta el momento, el cantante Francesco Cremisini ofreció a su compañero a las cuerdas Matteo Bellezza a quien quisiera adquirirlo por 4 euros, aunque no sabemos si alguien decidió pujar más una el concierto hubo finalizado. Tras el breve interludio cómico apretaron el acelerador de nuevo para soltar “Devil in Disguise” y “Bad Junks”. Con el beneplácito de la audiencia previo cuestionario, procedieron a cerrar su show con un nuevo trío que adoptó las formas de “Speed Killing”, “Buried” y “Terror”, marcando el culmen y medianía de un concierto que en ningún momento pudo alzar el vuelo al preferir marchar a toda velocidad por un camino sin curvas.
Setlist Enemynside:
For All the Jerks
Black Mud
Deadline
System Failure
Shitstorm
Frozen Prison Cell
Devil in Disguise
Bad Junks
Speed Killing
Buried
Terror
Holycide
Tras la parada de rigor para preparar los instrumentos, el protagonismo pasó a las manos de Dave Rotten y sus Holycide, la formación de thrash metalque comanda el padrino de la escena extrema española. Suponemos que este hombre no puede quedarse quieto en su casa viendo mierda en Netflix como hacemos el resto de los mortales, así que en vez de eso se dedica a montar grupos aquí y allá para tener siempre algo que hacer. Y desde luego la actitud del veterano vocalista fue de todo menos estática, convirtiendo su cabeza en un torbellino constante. Por desgracia su entregada actitud tuvo que luchar en solitario, ya que la voz de Rotten permaneció sepultada bajo la acerada instrumentación de sus compañeros y sólo a medida que el concierto progresaba pudimos entrever su trabajo vocal. “Afterworld Remants” y “Eager to Take Control” inauguró el festival de riffs desquiciados y tralla a máxima potencia que constituye la marca de Holycide, y que jalonarían con las irreverentes alocuciones de su frontman. Tras presentar a David Ramos, quien sustituía a Miguel Bárez a la guitarra, el grupo dedicó su lema “Motörhead” al añorado Lemmy, caldeando el ambiente hasta que arrojaron las bombas e incendiaron todo a su alrededor. Pese a que Dave pidió al respetable más caña, el público se quedó lejos del nivel de exigencia requerido por el maestro de ceremonias, quien optó por realizar una pequeña encuesta que expuso la elevada media de edad de los presentes en la sala y que daría para bastantes bromas y chascarrillos. Ante tal panorama el grupo anunció una versión con la que esperaban animar el cotarro, y bajo el son de “Beneath the Remains” la gente pareció involucrarse bastante más. Aunque el público zaragozano aún parecía situarse lejos de las expectativas de Holycide, quienes preguntaron con sorna si en el geriátrico era día libre. Qué queréis muchachos, si es que los 80 ya quedan bastante lejos.
Así que al mejor estilo de Barney Stinson aceptaron su propio desafío, según el cual “por sus cojones se iba a hacer un wall of death”. Supongo que estaremos de acuerdo en que esta es la mejor declaración de intenciones de toda la historia, y necesitaba un acompañamiento acorde. Así que “Bonebraker” se encargó de calentar motores y dejarlo todo a punto para que pudiese organizarse un pequeño wall of death que si bien resultaría soso incluso en un concierto de Bring Me the Horizon al menos permitió salvar un poco la cara. El concierto prosiguió bajo la batuta de Dave, quien hacía alarde de su amplia experiencia sobre los escenarios mediante una gran expresividad, gesticulando como si tradujese sus ritmos infernales a un idioma primitivo. “Apocalypse Riders”, “Human’s Last Dawn” y “No Escape” imbuyeron de energía la atmósfera del recinto antes de hacerla estallar en un último y demoledor ataque con “Annihilate… Then Ask!” y conceder a modo de propina un pequeño delante de su siguiente trabajo, “Vultures”. Un trayecto a velocidad de vértigo no apto para corazones débiles.
Setlist Holycide:
Afterworld Remnants
Eager to Take Control
Motörhead
Beneath the Remains
Bonebreaker
Apocalypse Riders
Human’s Last Dawn
No Escape
Annihilate… Then Ask!
Vultures
Flotsam & Jetsam
Con una sala llena y una expectación notable, los míticos Flotsam and Jetsam aparecían para demostrar que su legado vivía y aún tenía las garras afiladas. Tras una pequeña pieza instrumental el grupo dio comienzo a su particular batalla con la fantástica “Prisioner of Time”, un corte que mostraba la gran calidad impresa en su último trabajo, el elogiado The End of Chaos. “Desecrator” mantuvo el espectáculo en movimiento hasta que presentaron “Iron Maiden”, tributo del vocalista Eric A.K. a una de las piedras puntales del heavy metal. La banda se mostraba segura sobre el escenario y entregaba un sonido nítido y pulcro, destacando las grandes interpretaciones de Eric y Ken Mary a la batería. “Hammerhead” cayó con precisión y fuerza y avivó las llamas que “Demolition Man” hizo bailar al son de su progresiva estructura. Pero a pesar del buen hacer del grupo a nivel musical, era inevitable admitir que los años significan algo y el conjunto había adoptado como norma de actuación un estatismo que inclinaba el concierto poco a poco hacia la somnolencia, aunque de vez en cuando conseguían romper la barrera que separaba a banda y público con virtuosos movimientos como el efectivo solo que Maryempalmó con “Suffer the Masses”, de textura más melódica que sus predecesoras. “Recover” alteró de nuevo los factores para provocar una rápida estampida que fue detenida cuando el grupo se detuvo tras el tema para solucionar algunos problemas técnicos. Encarrilados de nuevo, el grupo procedió con “Smoked Out”, tema de gran ritmo que sin embargo sonó algo decaído. Mostrando que pese a todo aún tenían un par de nociones sobre cómo manejar un directo, Ericorganizó un duelo entre los guitarristas Michael Gilbert y Steve Conley, mostrando ambos una gran habilidad con la que coronaron “Dreams of Death”, potente pieza en la que el cantante mostró lo mejor de sí mismo. “Seventh Seal” y “I Live You Die” mantuvieron la maquinaria a pleno rendimiento mientras las primeras filas se convertían en una marea en constante movimiento que, eso sí, desprendía bastante más energía de la que el propio grupo era capaz de entregar.
Pese a que la actuación del grupo no marcaría ninguna hazaña, habían mantenido hasta el momento un buen nivel como intérpretes, como dejaron de manifiesto con “She Took an Axe”. Por ello, resultó lastimoso que el grupo, tras situarse en lo más alto con la ansiada “No Place for Disgrace”, se retirase sin despedirse ni indicar siquiera que el concierto finalizaba, recayendo dicha responsabilidad sobre los trabajadores que comenzaron retirar el equipo. Una manera poco digna de marcar el final de un concierto cargado de tanta historia y con el que al menos habían podido demostrar que su existencia no es un chiste a costa del pasado, sino una lucha por entregar todo lo que les queda.
Setlist Flotsam and Jetsam:
Prisioner of Time
Desecrator
Iron Maiden
Hammerhead
Demolition Man
Suffer the Masses
Recover
Smoked Out
Dreams of Death
Seventh Seal
I Live You Die
She Took an Axe
No Place for Disgrace