¡Bendito 1981 y el auge del AOR! En esos días REO Speedwagon, Journey, Toto o los propios Foreignerreinaron por todo lo alto y lo radio friendly arrasaba en todo el mundo. Paso previo para pavimentar al próximo denominador de esa década que recién se inauguraba: el heavy metal. La gracia de Foreigner es ese espíritu inglés de la banda con cantante americano, que termina siendo la conexión perfecta entre dos mundos.
Estamos hablando de un elenco de enormes y reputados músicos que unen fuerzas en un proyecto que empezó a un nivel muy alto. Cuando apareció 4 el grupo ya había saboreado el platino, lo alto de las listas y discos como Head Games eran absolutamente rutilantes, pero en 4 hubo una vuelta de tuerca. Es la perfección del estilo y la obra cumbre del grupo, y todo pasa porque entra en producción el eterno mago Robert John “Mutt” Lange.
En el fondo es un disco que posee alma de hard rock inglés y en el que también nos adentramos en el AORpuro. Probablemente debamos afirmar que los seis primeros temas bordean la perfección con un Lou Gramm hechizante a las voces y un material que brilla en sobremanera en el aspecto de composición y arreglos. Contó con lo mejor de esos tiempos: con George Marino en masterización y con la gente de Hipgnosis para portada y diseño del libreto.
Cuando los de Hipgnosis volaron hacia Nueva York para hablar sobre el arte del disco 4 no era el nombre elegido y se apostaba por Silent Partners. La idea se inspiraba en el KGB y en la fantasía de poder ser observados e incluso grabados. Existe la primera portada del álbum en la que un hombre duerme y es espiado por unos binoculares que flotan en un fondo negro, como si espiaran los sueños de las personas. Se decidió no utilizar esa portada porque quedaba “excesivamente gay”.
El disco
La guitarra tiene presencia desde el inicio con esa poderosa “Night Life” con un excepcional Mick Jones a las seis cuerdas. Es como ponerse en las botas de Bad Company y darle una evolución a ese mismo material con pura maestría. Lo de “Jukebox Hero” es absolutamente maravilloso, siendo una de las canciones que definen en su totalidad lo que es el AOR y candidata a nuestras canciones perfectas. Juegos de intensidad y volumen, estribillo estelar y progresiones antológicas. Las capas de coros le ponen el resto a un inicio de disco impagable.
La balada “Waiting for a Girl like You” es carnaza de Rock FM y uno de sus mas grandes momentos. Tremenda balada. Para un servidor es imposible que desbanque a esa perfección titulada “I Want to Know What Love Is” de su disco Agent Provocateur, pero estamos ante un producto que refleja la forma de componer de esos tiempos y unos años dorados para el estilo. El riff inmortal de teclado es lo que hace especial a la canción.
Piezas tan originales como “Break It Up” valen su peso en oro. Preciosismo de coros, impecables arreglos en el teclado de Bob Mayo en un medio tiempo arrollador. Evocadora y a la vez divertida es “Louanne”, un tema con nombre de mujer, al más puro estilo Toto. Quizá algunos arreglos de teclado han quedado algo desfasados, pero esas palmas y ese reverb exagerado en la batería de Dennis Elliott siguen siendo arrebatadores detalles de una era.
Mismos elogios merece ese grandísimo single titulado “Urgent”, de hermosa cadencia y saxo añadido por parte de Mark Rivera. Hay una originalidad en la composición solo comparable al material de Toto. La grandeza del disco, y lo que lo hace enorme, entre otras muchas cosas, es conseguir que cada canción posea personalidad propia y no siga unas reglas estrictas ni una fórmula ganadora, pues eso ya lo tenían.
Soy de los que piensa que los grandes discos se hacen evidentes en el material que va mas allá de los conocidos singles y de los temas obvios. Cuando las composiciones consideradas menores también destacan, como el caso del resto del disco, es que estamos ante algo enorme. Quizá aquí se peque un poco de repetición de ideas y “I’m Gonna Win” tenga ciertas similitudes con “Jukebox Hero”.
“Woman in Black” es otro buen ejercicio de hard rock con marcado acento inglés y con coros más americanos. Una pieza ostentosa con muchas capas de sonido arropando el estribillo y esa trabajadísima guitarra de Jones en todo lo alto. Los medios tiempos acaramelados son su razón de ser y la sexy “Girl on the Moon” es justo lo que puedes esperar de un grupo en su cenit. Mucho feeling y otra lección de guitarra mimetizada en el bonito groove que emana la composición.
El fin de fiesta lo pone la hard rockera “Don’t Let Go” en una onda un poco más a lo “Hot Blooded”, una de las más grandes canciones del grupo. Otra vez lo comercial, lo puramente AOR se funde con las guitarras y la potente base rítmica. Capas y capas de coros sobre una base acelerada y accesible.
Veredicto
Estamos ante el disco clave de Foreigner y especialmente ante su entrada en el Olimpo de los grandes. El dueto formado por Mick Jones y Lou Gramm eclosiona con un raudal de grandes ideas compositivas redondeadas por un elenco formidable de escuderos que toman parte en producción, masterización y diseño. Ya la portada es absolutamente icónica. 4 alude al número de disco lanzado por Foreigner, al número de músicos y esa carátula de la cuenta atrás del cine. Es perfecta. SI hay que escoger entre los cinco mejores discos de la historia del AOR, este es uno de ellos, sin ninguna duda.