En todo lo que anda metido el señor John Mitchell hay disfrute asegurado y este proyecto Frost* es tan prolífico como atractivo. A pesar de que el trío está preparando un nuevo disco publican a modo de EP varios descartes que les sobraron de su anterior Falling Satellites. El resultado es más que interesante y se toman riesgos estilísticos con mucha libertad compositiva. Suenan modernos y frescos si bien mantienen la base en el progresivo clásico de grupos como Marillion, o incluso Genesis, especialmente en las líneas vocales.
Bases programadas, efectos distorsionados y un gran estribillo para “Fathers” en el que el combo desarrolla gran parte de su potencial con excelentes maneras. Hay ese sorpresivo parón con caja de música incluida. “Clouda” posee ese toque más Marillion y del prog de segunda generación si bien juegan con las bases sampleadas que irrumpen. Gran trabajo vocal de Jem Godfrey con un John que no se queda corto a la hora de poner su voz de apoyo. Recordemos que es un excelente vocalista como demostró hace poco con Lonely Robots. Juegos de atmósferas y momentos de templanza con samplers dando color.
Sorprenden en sobremanera con los cánticos africanos mezclados con unas bases que parecen sacadas del “Smack My Bitch Up” de Prodigy en “Exhibit A”. Grandes resultados con riesgo compositivo evidente y con un fenomenal trabajo de Nathan King al bajo. A pesar del pastiche de inicio la cosa funciona perfectamente y el fragmento instrumental con solos de guitarra luce de maravilla. Teclados protagonistas y dejes de musical hollywoodiense en “Fathom” entroncando con los Genesis más teatrales.
Juegos vocales en “Eat” aderezados con bases programadas en un tema profundamente experimental que termina por ser intrascendente. Mejoran las cosas con la final “Drown” tirando de sutileza y belleza. Es un tema ideal para poner el cierre al compacto con una vuelta a la calma dulce y entonada.
Material sobrante, aunque con cara y ojos que sirve de aperitivo para su nuevo disco. Frost* prosiguen su andadura ofreciendo música disfrutable y rompiendo etiquetas con buenas maneras y desafiando los gustos más tradicionales de los proggies. Necesitan de apertura de mente, pero innegablemente hay calidad en las seis canciones ofrecidas. Bien por el atrevimiento y la voluntad de no dejar nada en el tintero. Veremos qué más nos pueden brindar con un disco completo. Posiblemente menos arriesgado en lo estilístico…