Abro mi sección de reseñas de este año con un nuevo lanzamiento que combina perfectamente con este frío exagerado que está haciendo últimamente. Así que, sin más dilación, este pasado 8 de enero salió a la luz el Crypt Of Ice de Frozen Soul, el quinteto de death metal congelado y desgarrador que ataca desde 2018 y, sin duda, sigue haciéndolo.
Estos estadounidenses lanzaron su primera demo Encased In Ice en 2019, cuatro canciones que dejaban entrever un estilo death fresco y oscurísimo, con reminiscencia al death de los 90 y a bandas como Mortician, Incantation, Obituary, Carcass, o incluso Cannibal Corpse. Partiendo de estos brutales inicios que no tienen desperdicio, empezaron a grabar su nuevo material en marzo de 2020, y aún la amenaza del Covid-19, sacando canciones como “Crypt of Ice” o “Wraith of Death” hacia finales de año, que dejaron el listón muy alto a la espera del álbum que hoy venimos comentando.
Y después de esta breve introducción, vamos directamente a comentar los temas:
Esto empieza con “Crypt of Ice”, la canción que da nombre al álbum y con la que ya no situamos en el ambiente de Frozen Soul. El tema tiene una introducción lenta y sepulcral que se alarga durante 45 segundos hasta que salen los instrumentos a destrozarlo todo. Riffs de death clásico pero renovado y moderno que nos acerca un poco más al estilo de estos tejanos y nos prepara para el segundo tema, “Arctic Stranglehold”. Aquí, el hardcore resalta en esos ritmos contundentes y nos dejan entrever el pasado del vocalista Chad Green en la banda End Times. Una actuación destacable de la batería de Matt Dennard mientras las guitarras le acompañan perseverantes en un headbang imparable. En este y en algunos otros temas de este mismo álbum se nota la influencia indiscutible de Bolt Thrower, con ese riffeo potente que no cesa, sino que se intensifica por segundos, siendo cada vez más y más denso.
El siguiente tema es “Hand of Vengeance”, que ya estaba en la demo Encased In Ice y viene pisando fuerte. Inicia el sonido con una introducción suave a piano que a los pocos segundos se apaga con la voz demencial de Green. Sin tapujos, clásico pero innovador, death abrupto y descomunal lleno de texturas y matices que transportan más allá del frío invierno y que consiguen sumirte en esa desesperación de la que tratan sus letras depresivas sobre muerte, desgracia y sufrimiento. En este tema destacan las guitarras y el bajo por encima de todo lo demás, ese riff persistente que varía mientras Matt Dennard aporrea la batería, es de lo más brutal.
Llegamos a la cuarta canción, “Wraith of Death”, un tema densísimo con un estribillo muy pegadizo algo doom y con una presencia desgarradora. Aquí es cuando te das cuenta de que Frozen Soul es un punto de no retorno, una bestia indestructible. A continuación, la siguen “Merciless” y “Encased In Ice”, dos temazos del Encased In Ice. “Merciless” destaca con una batería atronadora al estilo del black metal de Dissection y momentos muy pesados en los que se escucha a Samantha Mobley marcando el ritmo penetrante con el bajo. “Encased In Ice” es una explosión que empieza con un viento escalofriante y un riff perturbador que nos adentra en un contexto bastante épico de death/black que se mezcla con influencias de hardcore/metalcore. Hacia el minuto 3:15 se escucha a una persona que no sé muy bien si está escupiendo o agonizando mientras las guitarras resuenan en una composición aplastante. Sigue avanzando algo más rápido hasta llegar a un final silencioso que se junta con el viento inquietante y los latidos iniciales del séptimo tema.
“Beat to Dust” también nos sitúa en el más gélido de los inviernos y nos destroza a paso de gigante, una canción que no es muy distinta a sus predecesoras en cuanto a composición y ritmos, aunque igualmente interesante y eficaz. De hecho, al escuchar el álbum entero seguido, te das cuenta de lo compacto que es y de lo bien trabajadas que están las canciones, ya que, aun siendo todas en el mismo estilo y tallaje, no da la sensación de ser nada repetitivo.
A partir de aquí llegamos a la traca final, con “Twist the Knife”, “Faceless Enemy” y “Gravedigger”, tres temas asesinos que son un recordatorio del estilo Frozen Soul. El Crypt of Ice es un álbum que se siente distinto a la demo inicial, es más limpio y el añadido de los temas nuevos es de todo, menos decepcionante. En general, es un álbum de death metal equilibrado, muy buen grabado y que refleja el gran trabajo de la banda. A parte, está lleno de temazos y riffazos que vale la pena escuchar. En general, es un muy buen disco, que recomiendo sin dudar.