Fulci – Duck Face Killings

Nuestra Nota


8.25 / 10

Ficha técnica

Publicado el 9 de agosto de 2024
Discográfica: 20 Buck Spin Records
 
Componentes:
Fiore Stravino - Voz
Dome Diego - Guitarra
Ando Ferraiulo - Guitarra
Klem Diglio - Bajo
Edo Nicoloso - Batería

Músicos adicionales:
Mario Luce - Saxofón en "Il miele del Diavolo"
Lord Goat - Voz en "Knife"
Sherwood Webber IV "Wood" - Vómitos en "Human Scalp Collection"

Temas

1. Vile Butchery (2:48)
2. A Blade in the Dark (1:02)
3. Fucked with a Broken Bottle (2:03)
4. Morbid Lust (2:52)
5. Maniac Unleashed (2:55)
6. Knife (1:36)
7. Slashereality (2:10)
8. Human Scalp Collection (2:27)
9. Duck Face Killings (2:53)
10. Rotten Apple (2:41)
11. Sadistic Murder (2:20)
12. Lo squartatore (0:55)
13. Stabbed, Gutted, and Loved (2:53)
14. Il miele del Diavolo (3:02)

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El cine de terror italiano, conocido como giallo, tiene millones de adeptos por todo el mundo y sus producciones son de las más memorables en la historia del cine de horror, con su mezcla de misterio, violencia estilizada y suspense psicológico. Este subgénero, que alcanzó su apogeo en los años 70 y 80, ha influido profundamente en la cultura del terror a nivel mundial, y uno de sus máximos exponentes fue Lucio Fulci. A través de su obra, Fulci empujó los límites del horror y creó algunas de las películas más inquietantes y controvertidas del giallo.

Inspirada por este legado, la banda italiana de death metal Fulci tomó su nombre en honor al maestro del terror, y desde 2017 ha dedicado su música a revivir el espíritu perturbador de sus películas. Fulci, formada por Dome Diego y Ando Ferraiulo en las guitarras, Klem Diglio en el bajo, Edo Nicoloso en la batería, y Fiore Stravino en la voz, se ha ganado un lugar en la escena más underground gracias a su sonido brutal y atmosférico, que evoca el horror visceral y la atmósfera macabra del cine de giallo.

El debut de la banda, Opening the Hell Gates (2017), rinde homenaje a City of the Living Dead (1980), la primera entrega de la trilogía Gates of Hell de Fulci. Este álbum captura la desesperación y el horror sobrenatural de la película, con riffs demoledores y una producción que sumerge al oyente en un mundo de muerte y podredumbre. En 2019, lanzaron Tropical Sun, inspirado en Zombi 2 (1979), uno de los filmes de zombis más icónicos del cineasta romano. Este álbum lleva al oyente a un viaje sonoro lleno de putrefacción y horror caribeño, destacando por su capacidad para evocar la decadencia y el terror que hicieron famosa a la película.

En 2021, Fulci presentó Exhumed Information, un álbum conceptual basado en Voices From Beyond (1994) –no confundir con The Beyond de 1981–, donde la banda continuó su exploración del horror italiano con un sonido aún más oscuro y opresivo. Este trabajo fue aclamado por su habilidad para capturar la esencia paranormal y la angustia existencial de la película, utilizando muestras de audio y una atmósfera que recrea el ambiente de terror psicológico característico del giallo.

El más reciente lanzamiento de la banda, este Duck Face Killings (2024) que aquí nos ocupa, es un tributo a la controvertida película de Fulci, The New York Ripper (1982). Este álbum no solo rinde homenaje a la violencia extrema y el nihilismo de la película, sino que también reproduce la tensión y la sordidez que la hicieron infame. The New York Ripper es recordada por su representación brutal de un asesino en serie en las calles de Nueva York, caracterizado por su voz de pato y su despiadada sed de sangre. La banda logra capturar esta atmósfera con una mezcla de riffs salvajes, voces guturales y efectos sonoros que transportan al oyente directamente al corazón del infierno urbano que Fulci creó en la pantalla.

El álbum arranca con «Vile Butchery», una pista que establece de inmediato el tono con un extracto de diálogo de la película, antes de sumergir al oyente en una vorágine de riffs pesados y una atmósfera sofocante. Este tema encapsula perfectamente la brutalidad y el caos que caracterizan tanto a la banda como a la película en la que se inspira. L@s fans del death metal notarán influencias de Dying Fetus en el riffing agresivo de Diego, que resurge con fuerza en otros temas como «Morbid Lust» y «Maniac Unleashed».

«Rotten Apple» ofrece un guiño directo a la célebre «Hammer Smashed Face» de Cannibal Corpse, pero lo hace dentro del contexto de la narrativa de The New York Ripper, creando un contraste perturbador entre la brutalidad sonora y la decadencia urbana que describe.

Los interludios como «A Blade in the Dark», que quizá yo no hubiera colocado en segundo lugar tras la inicial «Vile Butchery», y «Lo squartatore» refuerzan la atmósfera ominosa del álbum, integrando sintetizadores y efectos sonoros que transportan al oyente a los oscuros callejones de Nueva York, donde el asesino acecha a sus víctimas. Estas pistas intermedias, cortesía de los artistas italianos TV-CRIMES, Dressel Amorosi y Giacomo Carloni, añaden una profundidad adicional al álbum, logrando que cada transición se sienta como un viaje por los pasajes más oscuros del giallo.

«Human Scalp Collection», una de las piezas más destacadas del álbum, cuenta con la colaboración de Sherwood Webber IV «Wood», vocalista de Skinless. Este tema es un despliegue de brutalidad death que no da tregua, con secciones de slam que se sienten como un martilleo constante, evocando la violencia cruda y sin filtro de la película.

La colaboración en «Knife» con Lord Goat, del grupo de hip-hop Non Phixion, es otro momento sobresaliente del álbum. A pesar de que la fusión de death metal con hip-hop puede parecer inusual, la banda logra integrarlo de manera efectiva, añadiendo una capa de atmósfera que realza la sensación de peligro y caos. Este tipo de innovaciones, junto con la inclusión de un saxofón en «II Miele del Diavolo», interpretado por Mario Luce, muestran la capacidad de la banda para experimentar sin perder la esencia del horror que caracteriza su música.

La homónima «Duck Face Killings» encapsula todo lo que este álbum representa: una mezcla de horror, violencia y una perturbadora sensación de desasosiego, sensación esta que nos acompaña hasta el cierre del álbum, a través de temas que combinan todos los elementos explorados anteriormente, dejando al oyente con una sensación de inquietud que persiste mucho después de que la música haya terminado.

El impacto visual del álbum es igualmente imponente, gracias a la colaboración con el aclamado artista Wes Benscoter. Este creador originario de Pensilvania, célebre por su trabajo en portadas icónicas para bandas como Slayer (Divine Intervention, 1994) y Cattle Decapitation (Death Atlas, 2019 y Terrasite, 2023), imprime su inconfundible estilo oscuro y macabro en Duck Face Killings. Benscoter, un autodidacta con más de tres décadas de trayectoria profesional, es admirado por su maestría para capturar la esencia del horror y la decadencia en sus composiciones. En la portada del álbum, aunque claramente inspirada en el póster original de The New York Ripper, también rinde homenaje a otras películas de culto de Lucio Fulci, con guiños a su estilo distintivo. La ilustración presenta formas grotescas y una escena perturbadora: una víctima yacente bajo la amenaza de un cuchillo, además de referencias sutiles a elementos visuales de City of the Living Dead y The Beyond. Esta obra eleva la música de Fulci a una experiencia sensorial total, donde lo auditivo y lo visual se fusionan en una evocadora celebración del horror.

En resumen, Duck Face Killings es un trabajo que hará las delicias de los aficionados al horror y al death metal, consolidando a Fulci como una banda capaz de honrar el legado del giallo y de Lucio Fulci de una manera única y poderosa. La atención al detalle y la capacidad de evocar el espíritu del cine de terror italiano hacen de este álbum un tributo digno al Padrino del Gore.

Fotografía: Chiara Meierhofer Muscarà
Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 588 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.