Gilipojazz – Progresa adecuadamente

Gilipojazz son un joven power trio madrileño 92,7 % instrumental quienes, aun contando con un solo trabajo de estudio en su haber, ¿Dónde está el Jazz? (2022), ya han conseguido hacerse un hueco en la escena y colgar el cartel de sold out en la mayoría de las salas por las que han pasado. Mad Cool, Sonorama o Festival de la Luz han sido algunos de los festivales veraniegos que han contado con su participación en este 2024, para que os hagáis una idea de cómo han despuntado ya aún a pesar de su relativa corta carrera.

Y es que su propuesta no solo abarca el ámbito musical, por decirlo de alguna manera, lo combinan asimismo con altas dosis de humor para hacer de cada una de sus actuaciones una grata experiencia tanto auditiva como anímica. Virtuosismo al más alto nivel puesto al servicio de la música que producen y del buen rollo que transmiten con ella. Aquí hay química, señor@s, y eso se nota a la primera de cambio.

Si en ¿Dónde está el Jazz? ellos mismos ponían en duda qué estilo practican, no hay más que escuchar cualquiera de los tres adelantos del nuevo disco, Progresa adecuadamente (2024), que hoy venimos a reseñar para darse cuenta de que lo suyo es del todo inclasificable. Y esto es lo que hace de esta banda algo tan especial, encontrar pinceladas de todos los estilos imaginables mezclados de forma anárquica aparente y conseguir que funcione. Y cuando decimos todos los estilos no exageramos: punk, progresivo, rock, música clásica, ska… sin olvidarnos del jazz tampoco. Jazz sobre todo porque la sensación que transmiten es la de improvisación, aunque nada más alejado de la realidad. Aquí no hay cabo que quede suelto.

Los tres artífices de esta locura sensorial denominada Gilipojazz lo conforman Iker García a la guitarra, Ángel Cáceres al bajo y Pablo Levin a la batería, aportando los tres sus voces en momentos puntuales en ese 7,3 % restante de su música.

Podrían recordarnos a un grupo como The Aristocrats en cuanto a formato e idea, aunque tras darle alguna escucha a esta propuesta made in Spain, os aseguro que el nivel de originalidad y atrevimiento es mucho mayor en el caso de Gilipojazz.  Será su juventud lo que les da un extra de energía para abordar la música de esta manera tan desenfadada y atrevida, pero lo cierto es que, a auténticos, pocos les ganan.

Progresa Adecuadamente ha sido mezclado por Roy Hendrickson (Miles Davis, Frank Sinatra, Diana Krall, Paul McCartney) y masterizado por Gonzalo Lasheras (Luis Eduardo Aute, Jorge Drexler, Miguel Ríos, Luz Casal), renombradas figuras con una gran trayectoria tras sus espaldas con las que Gilipojazz han querido contar en esta ocasión para redondear su obra.

Como veníamos adelantando, son tres los temas que han ido apareciendo antes del lanzamiento del disco, y curiosamente los encontramos seguidos al inicio de este. “Jaco Malfoy” nos cuenta la historia del personaje del título en cuestión, que es el mismísimo batería de la formación Pablo Levin en su alter ego como DJ, profesión a la que quiere pasarse vistas las penurias que le supone ser el batería de la banda. Siguiendo el hilo argumental de la historia, nos encontramos ante un tema trepidante, con muchos tramos contundentes alternándose con otros de más enigmáticos, ciertos dejes tanto de funk como de jazz, y esa pizca de humor marca de la casa. Podemos identificar dos melodías principales base sobre las que van jugando todo el rato para ir intercalando variaciones y virguerías instrumentales, por lo que la esencia del tema es fácilmente reconocible. Muy buena apuesta como apertura, divertido, enérgico y lleno de matices con los que deleitarse.

“Iker ya no me debe un café” es un guiño a su anterior trabajo, la secuela lógica y espeerada a “Iker me debe un café”. La historia se ubica esta vez en el año 2063, y oye, ni tan mal, Gilipojazz sigue sonando a Gilipojazz y el nivel no ha bajado ni un ápice ni a pesar de sus avanzadas edades, más bien al contrario… Volvemos a encontrarnos ante un tema enérgico con melodías de base identificables sobre las que ir jugando a distintas velocidades, y en diferentes combinaciones instrumentales, tanto liderando guitarra en ciertos tramos, como bajo, como conjuntamente la mayoría del tiempo. Si la idea es que nos divirtamos con su audición, ¡lo han clavado!

Con “Franz Ferdinand”, curioso título surgido de la similitud de unos de sus riffs a uno de dicho artista, parece que han querido desafiar la velocidad de la luz para volarnos la cabeza una tras otra vez. Menuda locura la que consiguen contrastando su contundencia con momentos más relajados donde poder apreciar todas las filigranas de que son capaces…

Cosa bonita les ha quedado “Mi madre es azafata (y volar me sale a la mitad)”, con la novedad de la ausencia de batería y el liderazgo de la guitarra española, acompañada por un silbido que nos va guiando con sus melodías en el devenir de este tema. A caballo entre balada y banda sonora de película del oeste, el resultado es un tema distinto a lo escuchado hasta ahora que nos dice mucho sobre la filosofía de la banda: si crees que nos conoces, es que no nos conoces. Siempre van a haber sorpresas en un disco suyo y ésta es una de ellas.

”Me persigue un caniche” tira de humor y en sus escasos tres minutos escuchamos al caniche del título ladrando en diversas ocasiones en esos momentos más acelerados de la persecución. Como habitualmente, hay contraste con las partes más rápidas y para hacerlo más apetecible lo vuelven a hacer de nuevo en clave de jazz. Tema muy divertido que te arranca más de una sonrisa.

“Cohetes Vallejo” se inicia con una marcada sección rítmica bajo/batería a la que poco a poco se le van añadiendo las diversas florituras surgidas de la imaginación del guitarrista, que no duda en desplegar contundentes acordes de sonoridades intrigantes como otros mucho más limpios con claros dejes funkys y un largo etcétera de otros efectos de por medio, resultando de un eclecticismo de lo más curioso. La capacidad de jugar con las melodías de base, añadiendo diferentes intensidades y variaciones son asombrosas.

“Lydian Kreyfor” vuelve a ser otra divertida excentricidad de poco más de un minuto, en la que se combina guitarra clásica con eléctrica, rompiendo un poco con la dinámica del disco.

Con “Relaciones mediantes” recuperamos la contundencia, esta vez con un aire morisco, combinado con mil historias que complican mucho la labor de definir lo que podemos escuchar aquí. Tramos jazzísticos, funkys e incluso salseros, así como muchos efectos de wah-wah que hacen de las partes de guitarra algo sobresaliente, se van pisando y nos piden a gritos poner el tema en bucle para desgranar todo lo que él contiene. Será por  imaginación… Está claro que si te apetece mostrar a alguien de qué va la propuesta de esta banda, este es tu tema.

“Sólo de ti depende” pretende mostrarnos la dualidad enfrentada entre lo que se espera de alguien y lo que, en realidad, esta persona desea. Es esa lucha interna la que debemos resolver, todo un desafío instrumental que se nos presenta para intentar salir de dudas. Tenemos narración hablada al inicio del tema para ponernos en situación, en la que aparece se nombra a la banda  Eskorbuto (en contraposición a la de Johann Sebastian Bach), por lo que ya nos podemos imaginar que algo de punk también vamos a encontrar en él, además del habitual batiburrillo estilístico. Las voces van apareciendo de tanto en tanto para hacernos pensar sobre la cuestión que plantea su título.

“Cortapega” vuelve a tener todas esas atmósferas contrastadas tan marca de la casa, pasando de un punk salvaje a sonoridades mucho más limpias e incluso tramos con percusiones latinas. Los silbidos aparecen una vez más marcando sugestivas melodías. Es evidente que todos estos “pedazos” musicales contenidos aquí han dado origen a su título, pero aún así para nada el conjunto resulta inconexo como podríamos imaginar a priori. 

Qué querrán decir las siglas del siguiente tema, “C.S.P.F.E.L.B”, a saber… Guitarra clásica, acústica y eléctrica en mano, combinadas con excelencia, en un tema que va de menos a más intensidad, regresando de nuevo al punto de partida y cerrándolo por todo lo alto con mucho aire cinemático,  te deja sin palabras para intentar definirlo, una vez más. Pura esencia Gilipojazz desafiando todas los  límites de lo establecido.

Menudo derroche de creatividad se han cascado estos tres músicos en todos y cada uno de los cortes contenidos en Progresa adecuadamente. Teniendo en cuenta que es tan sólo su segundo disco de estudio, uno se pregunta:  ¿hasta dónde podrán llegar en el futuro?. No creo que se les resista nada que se propongan visto lo visto. La cantidad de cosas que pueden llegar a expresar Gilipojazz de manera instrumental es algo digno de admiración que raramente podrás encontrar en el panorama musical actual.

¿Progresan adecuadamente? ¡Sin duda! Yo diría incluso más que eso.

Atención que la puntuación de este disco no es aleatoria en absoluto. Si eres seguidor de la formación sabrás que un 9,5 es casi un 10, todo un número fetiche para ellos.

Dejemos que sea su propia nota de prensa la que defina a Gilipojazz para despedir esta reseña (conceptos con los que después de la audición de Progresa adecuadamente estamos totalmente de acuerdo):

¿(G)enialidad?
¿(I)diotez?
¿(L)ocura?
¿(I)nspiración?
¿(P)sicodelia?
¿(O)lé?
¿(J)olgorio?
¿(A)bsurdo?
¿(Z)appa?
¿(Z)ombies?

En breve los tendremos girando por nuestras salas. Yo no me los perdería…

Susana Masanés

Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!