Girish and The Chronicles – Back on Earth

Si en el recientemente finiquitado 2022 nos asombrábamos con el brutal Hail to the Heroes (2022), llegando a incluir uno de sus temas en un top anual, este 2023 empieza de la misma manera, con una salvedad. Back on Earth (2023) no es un nuevo lanzamiento, sino una nueva grabación de su disco de 2014. Es lo que tiene firmar por sellos importantes siendo de un país con tan poca tradición metalera como es India.

También este año nos encontramos ante un gran lanzamiento, muy pulido en cuanto a su versión original, lleno de canciones buenas, una actitud rockera al 100%, buen rollo macarra y melodías por todo lo alto. Se nota que han pasado unos ocho años entre ambas grabaciones.

El disco lo componen 12 temas en algo más de una hora, lo que da una duración media de unos cinco minutos, nada mal, sobretodo cuando la tendencia es hacer canciones cortas, que van al grano. Aquí también van al grano, que no quepa duda (quizá hay alguna intro demasiado larga), pero a alguno de los cortes les sobraba minutaje. La instrumentación es buena, con unos riffs afilados, una sección rítmica potente y una voz que, en algún tema, me ha recordado a la de Axl Rose. Pero vayamos a las canciones, que es lo que nos interesa

Empezamos con «Ride to Hell» de forma muy afilada, siendo las guitarras muy protagonistas (como en todo el disco). El rollo del tema es buenísimo, muy vacilón y macarra, muy rockero en su actitud. Me ha encantado, aunque tiene la pega que comentaba antes: la intro es muy larga. «Loaded» se presenta como el primer single pero no se desencamina en absoluto del camino marcado por la antecesora, quizá con algo menos de velocidad. Veo mucho de Whitesnake en el aroma que desprende el riff y la forma de cantar de Girish.  «Born With a Big Attitude» es, en esencia, lo que el título describe: actitud rockera al 100% en todas sus facetas. Otra que me ha encantado.  El primer poker se cierra con «Shot by the Cupid, Touched by the Devil», y cualquiera de los adjetivos que he utilizado se le pueden aplicar. Quizá, al principio, de la impresión de que vaya a ser un tema más rápido, pero no, sigue siendo un medio tiempo vacilón.

«Angel» se destapa como una balada o power ballad, y aunque tiene su aquél, no es la que más me ha gustado del disco. «I Wanna Get That Lovin’ Again» vuelve a la carga en cuanto a aroma rockero, especialmente en su riff principal, para volverse algo más melódica con el minutaje. Quizá los coros en el estribillo suenen extraños, pero sigue siendo un gran tema. «Hey You» tiene algo de Gotthard, aunque no sé exactamente qué. Sigue siendo un tema macarra-sexy-divertido. El segundo ciclo lo cerramos con otra balada, «Yesteryears», muy en la línea de su predecesora y del tipo de canción.

Encaramos la recta final con «Smile Little Child», y lo hacemos como acabamos el párrafo anterior, otra balada. Esto sí que es un poco cansino. Individualmente, las tres canciones son buenas, pero me parece una absurdez meter tres baladas tan juntas. El décimo tema es, «The Revolving Barrel» gana en actitud de rock y bebe directamente de los clásicos del estilo. Se trata de uno de esos medio tiempo tan característicos de grupos como, por ejemplo, Led Zeppelin. Te gustará si te gusta ese tipo de canción. La antepenúltima, «The Golden Crowne», tiene más caña, más ritmo, hará que te muevas un poco más. No llega a las primeras del disco, pero es un buen tema. Acabamos con «End of Civilization» y una alarma nuclear. Es, una vez más, un tema que bebe de las bandas ya mencionadas.

Los indios nos traen de vuelta un gran disco. Quizá empieza mejor de lo que acaba, y meter tres baladas tan seguidas me parece una sobrada. Pero reitero en decir que es un gran disco, no sé si mejor que el de 2022. Si te gustó aquel, si te gusta el hard rock, no lo dejes pasar.

Xavi Prat

Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.