Las Girlschool son una de las bandas más interesantes de los 80 por muchísimas razones, más allá de ser una de las primeras bandas de chicas. Su cruce entre NWOBHM y el punk de la época es sublime muy a pesar de que nunca pudieron darle la continuidad deseada a su carrera. Siempre que las he visto me han parecido espectaculares en directo, aunque esta vez había voces discrepantes previas al concierto. Gente que las había visto últimamente y consideraba que el grupo no estaba últimamente a la altura. Nada más lejos de la realidad… El show de las Girlschool es tan potente y atrayente como siempre, bien apoyado por su material más clásico. El Bóveda barcelonés registró una magnífica y sorprendente entrada que terminó encantada con el poder de este cuarteto. Antes de que esto sucediera se agradece que se optara por Mean Machine, banda que avanza disco a disco, concierto a concierto.
Mean Machine
Los catalanes Mean Machine tienen el gran atractivo de sonar como Motörhead, pero al mismo tiempo esa virtud es un arma de doble filo. Su inicio es siempre arrollador contrastando la actitud salvaje de Raúl Mesa con la más comedida y sobria del guitarrista Pedro Quesada. Material incendiario como “Loud and Proud” y “Rock n’ Roll Up Your Ass” evidenció que la gente tenía ganas de pasarlo bien y que poseen bastantes seguidores. Tiran un poco de tópicos y clichés, pero innegablemente temas como “I Was Made for Rock n’ Roll” te invitan a mover la cabeza. Han trabajado mucho para tener un directo potentísimo y en ocasiones hay tintes de Airbourne, especialmente por el rasgado de voz de su cantante. Agradecimos en sobremanera la cover de “Going to Brazil”, pues estaba claro que iba a caer algo de la banda de Lemmy. Gran trabajo tras los parches de Marc Tàpies y un inmejorable telonero para abrir boca. Si hay alguna banda hermana de las Girlschool esta es Motörhead, y a falta de ellos tenemos a Mean Machine.
Girlschool
Con nueve minutos de demora respecto a la hora prevista salían a escena las cuatro mujeres que son historia viva del rock. Girlschool llenaron el escenario con una amplia sonrisa y empezaron algo renqueantes en un “Demolition Boys” descafeinado. Fue la primera canciónde un concierto que poco a poco encandiló a la concurrencia. Denise Dufort tenía problemas con los platos crash tan lejanos y terminó el tema como pudo. Chambers y Kim terminaron el tema realizando varios ajustes en la microfonía, y eso terminó en una parrafada improvisada para presentar a la histórica Tracey Lamb, ex del grupo en los 80 y 90, y en un magnífico estado de forma. Las cosas se fueron arreglando mientas la punkarra “C’mon Let’s Go” tomaba la sala, siendo uno de los temas más conocidos del grupo sino el que más. En ese momento ya los coros lucían como debían con Tracey y Jacky pasándole la mano por la cara a la mayoría de bandas actuales, en esta faceta. Sin necesidad de pregrabado alguno, consiguen unos coros tan espectaculares como efectivos.
Esos mismos coros lucieron en “The Hunter”, tema difícil de cantar y apoyar con la voz si no llevas toda la vida tocándolo; y tras ella un “Hit and Run” que enamoró a los presentes. Excelente Jackie Chambers a la hora de marcarse los solos y de ayudar a una solvente lideresa como es Kim McAuliffe. No me esperaba “Guilty As Sin” y sí material de Legacy, pero bienvenida sea esta canción. El golpeo de Denise es potente y rápido y me sorprendió que en muchos temas se terminara de golpe y en otros ralentizando la velocidad del grupo. También destaco esa potente imagen de la banda estando de espaldas para girarse al comenzar el tema. Pequeños trucos sumamente efectivos y recurrentes. “Action” y “Kick It Down” nos hicieron cantar, pero fue “Nothing to Lose” con la que nos dejamos la voz.
Llegado ese momento Jackie y Kim comentaron que el siguiente tema era nuevo y versaba sobre lo que era compartir la carretera con Motörhead. Le encantó a la rubia guitarrista ver en las paredes de la sala el busto pintado de Lemmy señalando hacia el escenario. “No podemos contar nada de lo que allí pasó, aunque bueno, también podéis leer su libro. Hay alguna cosita algo embarazosa sobre nosotras, pero bueno, es el rock n’ roll”. “Watch Your Step” certificó que la banda quería hacer un importante repaso a sus más grandes clásicos, y me llegaron adentro cuando optaron por su primer single: “Take It All Away”. Maravillosa composición de carretera y con sonido Motörhead de toda la vida. Jackie jugó con el público agarrando el pie del mismo y haciendo cantar el estribillo uno a uno a los presentes. Con suerte dispar…
Llevaban ya una horita de concierto y el riff inmortal de “Screaming Blue Murder” se unió a otro de los definitivos como es su versión de The Gun: “Race with the Devil”. Impresionantes riffs con esos juegos de voces. Ojalá otras bandas llegaran a ese nivel de voces sin necesitar de pregrabados. Estaba claro que alguna versión quedaba y “Bomber” encendió la sala. Ni más ni menos que el tema de Motörhead que se grabó para el single Please Don’t Touch. Hubo recuerdo para los caídos, también para Kelly Johnson. Luego le tocó al tema propio que versionó la banda de Lemmy en el mítico EP: “Emergency”.
Momento de descanso en el que Denise no abandonó la escena y el grupo no llegó a descolgarse los instrumentos. Tocaba una despedida a la altura de las circunstancias y se optó por su versión del “Tush” de los ZZ Top. No fue lo más potente de su catálogo, pero sirvió para despedir a un grupo excelente en la hora y cuarto que estuvo en directo. Entrega, actitud y grandes canciones son siempre lo que ofrecen “las chicas de la escuela”, y a pesar de que se graduaron hace décadas siguen sentando cátedra sobre cómo enfocar un directo. Sólo quejarme del merchandising de una banda tan mítica pues una sola camiseta con el logo pixelado es algo que no está a la altura de lo que uno espera de ellas.