Gorgoroth es una de las bandas más malvadas de la escena blacker. Despiadada, oscura, malévola, satánica, polémica, transgresora y de ideas puras. Si el satanismo necesitara banda sonora, creo que se sentiría cerca de Gorgoroth, con el permiso de Mayhem evidentemente.
Profetas del “the true black metal”, Gorgoroth es una banda inestable ya des de su formación. Un desfile de músicos han pasado por las filas de la macabra banda. Siempre aportando la oscuridad que albergaban en sus almas en cada preciso instante. Porqué cada disco de Gorgoroth se ha gestado des de la oscuridad de las almas, sino, no lo puedo entender.
Los noruegos debutaron en 1994 con Pentagram, un disco afilado como la muerte, agresivo, frío y cargado de ocultismo. Un disco que puede competir con Transilvanian Hunger o De mysteriis dom Sathanas para cual muestra mejor la esencia blacker.
Tanto con Pentagram como con el hoy celebrado Antichrist, Gorgoroth se muestran firmes en su idea del significado del true black metal. Sin fecha de grabación concreta, sin trucos especiales, sin imágenes inusuales, sin artworks, sin letras impresas, sin ideología explícita, sin respaldo de los medios de comunicación. Solo música, pura y directa, destilada y perfecta. Puro black metal.
Es evidente que Gorgoroth no aportó nunca un plus de identidad o de innovación al mundo del black metal. Su espíritu tradicional nos regaló discos repetitivos en cuando a ideas pero pilares fundamentales para la comprensión de un género transgredido. Gorgoroth son directos, directos y sin complejos. Saben de qué se tratan.
La inestabilidad de la formación de Gorgoroth se puede ver claramente en Antichrist. La mitad de las canciones cuentan con Pest y la mitad con Hat en las voces. Uno se fue a medio grabar y el otro llegó tarde. Pocas diferencias visibles entre ambos cantantes en cuanto a rango vocal pero si hay cierta diferencia en cuanto a aplicación, mientras uno se muestra despiadado, el otro luce más solemne.
En cuanto al disco, “En Stram Lukt Av Kristent Blod” abre el disco de la forma más anticristiana, pues la traducción del nombre es “Un fuerte olor a sangre cristiana”. Veinte segundos de maldad despiadada. No necesitamos letras, pues queda clara la intención de esta intro.
Lo primero que vemos en comparación con Pentagram es que éste es más completo y cuenta con una mejor producción. También encontramos algunos momentos más melódicos como en la pista que cierra el disco, “Sorg”. Pese a contar con momentos más melódicos, el disco no carece del salvajismo de cualquier plástico de los noruegos.
Dicho esto nos topamos con las cinco piezas, clave todas ellas. “Bergtrollets Hevn” arranca con un Frost aplicado al máximo en sus labores bateristas y un musculoso riff que nos da la entrada a los más crudos berridos de Hat. Velocidad y destrucción, pesadez y asco. Todo en uno. Una canción memorable que cuenta con un tramo central vertiginoso que debería sentar cátedra. Ojo al trabajo de Frost.
“Gorgoroth” es la canción más épica del disco, Con algo más de 6 minutos de duración, nos encontramos una canción compleja y sin tabúes. Si, black metal puro, pero cuenta con un ritmo especial. Aparecen los afilados riffs y los tremendos blast beats pasados los dos tercios del tema, lo que potencia mucho más el impacto. Incluso contamos con un contrastado momento de genialidad del guitarrista Infernus. Una canción camaleónica y ascendente.
“Possesed by Satan” es la canción más conocida del disco. Una canción in crescendo que llega a su máximo sobre el minuto 3 cuando el ritmo endiablado te destroza las cervicales sin tregua. Las voces cavernosas te desgarran a lo largo de los casi cinco minutos de duración. Personalmente no me quedaría con ésta como la mejor del disco pero es una canción puntera en muchos aspectos.
“Heavens Fall” es una de las mejores piezas instrumentales del black metal. Con sus 3:40 de puro músculo, riff condenadamente adictivo y ritmo vertiginoso. “Sorg” arranca con la frialdad de una tormenta y el repicar de unas campanas, algo así como “Black Sabbath” pero con más oscuridad. Cuando entra el riff principal, pesado y muy doomy, entran las cavernosas voces de Hat. Aquí es cuando podéis entender el concepto “solemne” que os he introducido anteriormente. Una canción larga con épicos pasajes melódicos y voces totalmente deprimentes. Es otro estilo de black metal igual de salvaje que los anteriores. Un gran cierre para un disco totalmente imprescindible.
Gorgortoh, la semilla del mal, una de esas bandas que casi nadie tiene como preferida pero que siempre ocupan un lugar especial en un corazón blacker. La esencia de una banda labrada con el propósito más oscuro, ser portadores del mal. Antichrist celebra los 25 años y lo celebramos con velas negras y cruces invertidas.