Cuando ves que el músico para llegar al escenario tiene que sortear una carrera de obstáculos, saludando, dando abrazos y agradeciendo al público asistente por estar allí esa noche, ya es síntoma de que una gran velada se avecina.
Gospelbeach ofrecieron una noche mágica, con una comunión perfecta entre su sonido californiano y una audiencia ya entregada de antemano.
Brent Rademaker pertenece a esa estirpe de músicos que podrían dar el salto a un público más mayoritario, pero que viven en la carretera, tocar cada noche en una sala, ciudad, país, etc. es lo que da sentido a su vida. Viven por y para la música. Para su público, y eso es de agradecer, lo que lo convierte en una persona íntegra y hace que cada concierto suyo sea una fiesta, y la gente ya sabe lo que les espera. Jamás te van a decepcionar, cada noche tocaran como si fuera la última y lo darán todo, porque ellos al igual que nosotros somos prisioneros del rock ‘n’ roll.
La calidad ya constatada con sus anteriores formaciones (Beachwood Sparks, The Tyde, Further) así lo demuestra. Pero en Gospelbeach ha conseguido plasmar el sonido californiano de los 60 y 70 de una manera y entidad representativa.
Esta gira servía para presentar su último trabajo Let It Burn del año pasado.Álbum que ha recibido una gran aclamación por todo el mundo, y también fue la última colaboración de su amigo Neal Casal con la banda. Neal sin duda uno de los mayores talentos de su generación nos deja un gran legado discográfico tanto a nivel personal como en sus colaboraciones.
Para esta gira, Brent ha reformado la banda, a su lado como siempre el incombustible Jonny Neiman a los teclados, Ian Mccutchen a la batería que ya había colaborado en 2017, Robert E. Lee al bajo, y como guitarra nos presentaba al joven Matt Hill, que dio muestras fehacientes de su categoría a las seis cuerdas, protagonizando algunos de los solos más ovacionados de la noche, ya que Brent, por su parte, renunció a la guitarra eléctrica y solo toco su acústica, al contrario de su anterior visita en 2018.
El inicio del concierto fue frenético, con «Sunshine Skyway», y casi sin dejar tiempo para respirar, adentrarnos con «Strange Days» y una gran «Dark Angel». El concierto iba avanzando y cada vez estábamos más inmersos en una densidad cósmica del sonido californiano, más de los 70’s que de los 60’s. Con la canción «In the desert» nos trasladó por unos instantes a esa descarnada poesía de esos paisajes desolados, áridos y duros, como si se tratara de un western de John Ford.
En el tramo final, cuatro canciones más como bis, destacando la versión de «You Ain’t Going Nowhere» más del estilo The Byrds que de Dylan, como no podía ser. Y su última canción fue «Fighter», que tocaban por primera vez en esta gira. Y tiene razón, Brent es un luchador, contra viento y marea.
Mucha emoción cada vez que Brent mencionaba a su amigo Neal y su colaboración en el disco. Comenzar el concierto con «Sunshine Skyway» y acabarlo con una versión arrolladora de «Mick Jones», canciones de su primer disco como Gospelbeach «Pacific Surf Line», es sin duda la mejor manera de homenajear a su amigo cada noche.
Tal vez la velada fue un poco corta, tal vez faltaron un par más de temas para acabar de redondear el concierto, pero al final que más da, porque viendo la cara de felicidad y entusiasmo de todos, ya era el reflejo de otra noche inolvidable en nuestro querido Rocksound.
Y después, su simpatía y amabilidad que no tiene límite, firmando discos, fotos, charlando con todo el mundo de música, de la vida, de la gira, de sus proyectos con su sello Curation Records, etc…
También ellos estaban muy emocionados por el trato exquisito que siempre han recibido en Barcelona, en Rocksound, y por parte de su público. No es casualidad que la fotografía posterior de su disco Let It Burn sea una fotografía de ellos en la barra de Rocksound antes de su concierto de 2018. Una especie de tributo, de homenaje a la que consideran como su casa. Todo esto me lo contó Jonny, mientras cargaba la furgoneta, ya a punto de irse a descansar al hotel y volver a la carretera, al día siguiente, aún emocionado por el concierto, por la conexión mágica público/grupo.
Y matizó: “Volveremos el año que viene, seguro…” Ya nos queda menos…
Setlist Gospelbeach:
Sunshine Skyway
Strange Days
Dark Angel
Hangin’ On
Bad Habits
Kathleen
In the Desert
Let It Burn
California Steamer
Mick Jones
—
Freeway to the Canyon
Baby It’s All Your Fault
You Ain’t Going Nowhere (Dylan/The Birds cover)
Fighter