El viernes pasado nos plantamos en el Blast!!!, festival itinerante de Hang the DJ, que en esta ocasión aterrizó en Can Marigó, que para quien no lo conozca es iniciativa de recuperación y dinamización de la antigua fabrica de Can Marigó, en la Roca.
El cartel del Blast!!! contaba con Coherence, Fracaso Escolar, Tiger Mosquito y Katie M., estos últimos sustituyendo a Mad Squad que no pudieron asistir por enfermedad común de uno de sus componentes.
El concierto de Katie M. empezó puntual a las 22 con su skate/punk rock y con un frío considerable que comentaron con todo el público. Se trata de un trío enérgico formado por 2/3 de Coherence que personalmente había visto anunciado en algún cartel pero que todavía no había escuchado ni visto en directo. Tocaron temas de su Demo 2010 que tienen colgado en su Bandcamp y de forma bastante eficaz, con un concierto que se me hizo un poco corto, empezaron a calentar el ambiente.
Los siguientes fueron Fracaso Escolar, que empezaron con su punk rock con actitud y sin rodeos. A ellos los había visto en otra ocasión en el Dràstik Punkaires de pasada, y esta vez los pude disfrutar más detenidamente. Compenetrados entre ellos y activos en el escenario, especialmente su batería que no paraba de moverse, estaban al poco rato haciendo bailar a la gente. Terminaron con «la balada» como ellos la llaman, su canción para cerrar el concierto y quizá la más potente, que terminó con guitarra rota en el suelo.
Con el ambiente animado empezó el concierto de Tiger Mosquito, cuarteto del Maresme de garage/psicodelia que había visto en directo varias veces en el pasado. Como siempre Tiger Mosquito funcionando desde el principio, ejecutando sus temas altamente bailables (así lo demostró el público) y regalándonos un viaje sideral bastante guapo con su canción «Tuna Salad». Un grupo muy, muy recomendable.
Ya con todo el mundo muy animado empezó Coherence, cuarteto barcelonés de emo/emocore/rock alternativo. Coherence son un grupo especial. Su sonido es consistente y se les ve más que compenetrados, pero lo singular es la energía que transmiten con sus canciones, muy próximas, humanas y con las que uno empatiza rápidamente. Tengo que reconocer que no tengo demasiado bagaje en este estilo, pero me gusta la música sincera y las canciones con mensaje, y de eso a Coherence les sobra.
Así terminó la jornada de conciertos en Can Marigó, en una noche que no fue ni la más fría ni la que contó con más audiencia, pero sí una buena noche, como todas las que vivimos ahí.