El Festival Musik n’ Viu de Granollers es un evento anual gratuito en el que durante dos fines de semana se concentran varias actuaciones de múltiples estilos en la capital vallesana. No es éste un festival que se caracterice habitualmente por darle demasiadas oportunidades al rock, algo por otro lado normal teniendo en cuenta que las noches dedicadas a estilos más duros, aunque no nos guste, son las que tienen una asistencia más modesta. Pero después de que en estos últimos días hubieran pasado por el escenario del Parc Firal bandas como Doctor Prats o Juantxo Skalari, la última noche del festival, organizada por la AUSA – Associació Urbana de Sons i Arts, proponía un cartel variado e interesante, con la electrónica onírica y aguitarrada de Museless, el refrito funk de Manero Sound System y, especialmente, el rock’n’roll swingero, surfero, instrumental y bailable de Los Mambo Jambo, gran atracción para todos los amantes de los movimientos varios de punta y de tacón. Así que aunque esa misma noche yo ya venía de difrutar de mi dosis de rock más duro con el concierto de Red Fang, Malämmar y Mount Cane en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona, un bolazo cuya crónica también podéis leer aquí, no me pude resistir a sacar la cabeza por este evento en mi propia ciudad.
Casi a las doce de la noche Museless dieron el pistoletazo de la salida a la jornada ante una cantidad de púbico, de momento, bastante modesta. Bajo el firme liderazgo y la inspiración compositiva de la sabadellense Laura Llopart y con la acertada colaboración de Enric Sant a las proyecciones y de Toni Feliu (guitarrista de Yahi y bajista de El Tercer Semestre) a las guitarras, violines, bajo, vocoder, coros y lo que se le ponga por delante, Museless empiezan a no tener huecos en su agenda gracias a su propuesta basada en una electrónica tranquila con espasmos guitarreros que parece haber conseguido cuajar entre varios sectores. A pesar de haberles visto múltiples veces últimamente (incluso en el Primavera Sound), su show evoluciona un poco más en cada concierto, y tanto visual como musicalmente nos ofrecen sorpresas continuamente. En este caso llamó la atención el gran rombo a modo de pantallla tras el que se parapetó Laura, a la que casi ni se vió debido a la lejanía y altura del escenario respecto al público. Aunque su espectáculo visual y sonoro fué etéreo e impecable como siempre, el poco público que se reunió delante del mastodóntico y lejano escenario hizo que la sensación en general fuera un pelín fría, lo cual no fué óbice para demostrar que la banda crece día a día tanto musical como visualmente y que temas como «Grey Boy» o la final «Frozen Heart» tienen todo el fuste y potencial para convertirse en hitazos si es que no lo son ya.
He de confesar que no conocía demasiado sobre Los Mambo Jambo más allá de que es la banda liderada por una institución del saxofon como es Dani Nel.lo (famoso por su carrera con Los Rebeldes y por múltiples reencarnaciones individuales) y que su reputación en directo es intachable, pero encarecidas recomendaciones hicieron que no me perdiera su presencia en Granollers. Y a fé que pude comprobar perfectamente que su fama no es en absoluto injustificada. Ante unas 300 personas, pocas aún para un concierto gratuito de tal calidad en una ciudad del tamaño de Granollers, el cuarteto nos demostró todas las gracias de su potente sonido jambofónico (un estilo que dicen haber inventado mezclando rock n’ roll, rythm & blues, swing, surf y rockabilly, pero que entre tú y yo a mí me suena haber escuchado mil veces antes), ofreciendo una fuerza sonora y visual excepcional, haciendo valer sus tablas y provocando que la gente no tuviera otro remedio que acercarse al escenario y mover su rodilla al ritmo marcado por Dani y los suyos, que a falta de letras que cantar se dedicó a animar al público, con vehemencia y éxito, entre canción y canción.
La banda andaba presentando su último disco, Jambology, publicado en 2016, y se las apañaron para dar un bolazo a lomos de un montón de temazos facilones, festivos e infecciosos como «Lago Salado», «Un Baile Hipnótico», «Los Ases del Baile», «Gallo de Pelea» o «Roadrace» que hicieron que algunas parejas valientes se arrancaran a bailar unos swings mientras los más tímidos se limitaban a seguir el concierto con atención y con una sonrisa en la boca. La verdad es que Dani es un tío repleto de carisma que sabe perfectamente como liderar a una banda sobre un escenario, y para estos Mambo Jambo se ha hecho acompañar de un elenco de músicos de solvencia internacional como el guitarrista Dani Baraldés, el batería sueco Anton Jarl y, sobretodo, el contrabajista serbio Ivan Kovacevic, una bestia técnica y escénica, creando una imagen lo suficientemente macarra y lo suficientemente amable para resultar simpáticos y adictivos mientras ejecutan sus bailongas y enérgicas canciones con pasmosa precisión. Aunque es posible que el gigante escenario del Musik n’ Viu no fuera el entorno ideal para ellos, Los Mambo Jambo consiguieron convencer a la mayoría y, en mi caso, consiguieron que me interesara en esuchar su discografía y que fantaseara con la idea de verlos en una sala pequeña y sudorosa, lo que seguro que debe de ser la leche.
Completaba el cartel del día la Manero Sound Sistema, un combo consistente en tres miembros de unos clásicos del funk-dance barcelonés como son la Fundación Tony Manero. Con un DJ, una guitarra y un bajo, intepretaron extensas rendiciones de algunos de los temas que hicieron grande a la banda durante la década pasada. No sonaron del todo mal, sin duda, pero confieso que invertí la mayor parte de su bolo socializando y autoconvenciéndome de que era hora de irme a casa, cosa que acabé por hacer antes de que acabaran con su actuación. Visto lo visto, no me formé una opinión demasiado educada, pero está clarísimo que como música de fondo estuvieron perfectamente, aunque por desgracia acabaron acumulando más gente alredor de las barras que del escenario, algo quizás normal por la hora y la naturaleza del evento. En todo caso, carpetazo a una nueva edición de un Musik n’ Viu que, un año más, demuestra ser una poderosa arma para dinamizar la escena musical de la capital del Vallès Oriental (que buena falta le hace).
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.