Estrenamos nueva sección en la que nos centraremos en grupos de rock y metal que por circunstancias X solamente nos pudieron ofrecer un único disco y que luego pasaron a mejor vida. Intentaremos que sean discos que reúnan unos mínimos de calidad, que se puedan disfrutar y sean, de algún modo, interesantes para vosotros. Seguro que descubriréis más de uno que os sorprenderá.
El metal progresivo nació en los años 80 siendo una evolución del rock progresivo de la anteriores décadas pero fue los 90 que adquirió cierta notoriedad gracias a formaciones como Dream Theater, Fates Warning, Symphony X, Shadow Gallery, Ayeron o Andromeda entre muchísimos más. Yo llegué un poco tarde y no fue hasta finales de esos añorados 90 que me interesé por este estilo mientras lo combinaba con thrash, death, black y básicamente todo lo que cayera en mis manos. Así fue como empecé a adquirir todo tipo de discos gracias a revistas y preguntando o indagando en las mismas tiendas de la calle Tallers. En Revolver, Ovestock o Castelló en muchas ocasiones ponían etiquetas con una pequeña descripción de lo que contenía el disco y fue así como descubrí este Manifesto for Futurism (1999) de Dali’s Dilemma. Me parece recordar que ponía como referencia algunas de las formaciones que he nombrado arriba y es que en esa época tanto el teatro de los sueños como los sinfónicos pornográficos se habían vuelto una obsesión para mis oídos.
Tras este curioso nombre me encontré con un disco muy sólido que ofrecía todo lo que uno espera de un disco de metal progresivo contando con una formación clásica de voz, guitarra, bajo, batería y teclados. Lo destripé durante mucho tiempo analizando las letras, estructuras, solos y cada uno de los detalles que conforman este gran y único disco (nunca mejor dicho).
Dali’s Dilemma se formaron en 1994 en California y estuvieron activos hasta el año 2000. Lo editaron bajo el sello Magna Carta Records que se especializó sobre todo en este género musical teniendo en su roster a grupos como Royal Hunt, Derek Sherinian o Liquid Tension Experiment obteniendo bastante renombre durante esos años. Pero supongo que Dali’s Dilemma, por razones que desconozco, no tuvieron continuidad tras la salida del disco e incluso cambiaron de cantante y batería. A raíz de hacer esta review retrospectiva me he enterado que el cantante que participó en este trabajo, de nombre Matthew Bradley, falleció en 2013. Descanse en paz.
El disco arranca con una introducción muy futurista a base de sintes y teclados y es así como «Within a Stare» nos da la bienvenida. Al instante nos damos cuenta que la influencia de Dream Theater es más que patente pero en la voz es donde hay algo de diferencia. El «problema» es que usan bastantes recursos que nos traen a la mente discos como Images & Words o Awake, pero bueno, llegar a ese nivel ya es todo un logro. Y la verdad, yo la mar de contento. Cambios de ritmo, compases raros, sincopados por todos los lados y un gusto excepcional a la hora de componer.
«Miracles in Yesteryear» es una canción alegre, llena de luminosidad en la que Matthew se sale en las armonizaciones de voz y también su bajista Steve Reyes que se marca una parte memorable con un rollete bastante jazzy. Pero bueno, en general todos son muy técnicos y pulcros. Lo que me extraña es que tanto Steve como su hermano Pat (guitarra) no siguiesen en la música al igual que el batería ya que nada más se supo de ellos, una lástima.
Nos encontramos con otra canción bastante happy con «Despite the Waves» (esta si que suena un poco copy paste de DT). Tras esta nos ofrecen un interludio de teclado bastante intrascendente que nos lleva directamente hasta una de las mejores canciones del disco: «Ashen Days» es metal progresivo en estado puro (como si las otras fuesen cumbia, ¿no? jajaja).
¿Otro interludio instrumental? Pues sí, pero esta vez mucho más interesante que el anterior con todo el protagonismo sobre las guitarras. Pero si quieres cambios y progresiones preciosistas «This Time Around» es tu canción. Más o menos el resto de canciones siguen una línea parecida alternando partes más calmadas con otras en la que todos sus componentes nos muestran su gran destreza y técnica musical.
«Hills of Memories», de las más suaves, tiene algunas reminiscencias a U2; «Can’t You See» es mucho más agresiva, más metal y la canción más extensa del disco «Living in Fear» pone punto y final a un trabajo más que recomendable para todo fan del metal progresivo si no los habías descubierto antes. Además, el título de esta última queda de perlas con los tiempos que corren.