Johnny Thunders… Tocaba hablar de este personaje maldito del punk rock y de su mala estrella. Nativo del neoyorkino barrio de los Ramones, Queens, y coetáneo de los maestros del punk, un estilo al que le dio forma Johnnyy que, muchos de sus clichés, serían repetidos por muchos imitadores. Thunders fue un yonki sin suerte, pero también un músico excepcional con un sonido propio al que el éxito siempre le fue esquivo por mucho que toda la escena le reverenciara y le incluyera como uno de sus máximos exponentes. Todavía Michael Monroe sigue rindiendo tributo al mártir en cada show que hace, y bueno, otra bala perdida como Adam Bomb comparte mucha de la filosofía de vida del bueno de Johnny. Murió en 1991 y, a decir verdad, duró mucho. Desgraciadamente hay muy poco material potable en audiovisual, y el que hay protagonizado por él, a veces es terrible.
Thunders estuvo en New York Dolls, o lo que es lo mismo, la génesis del punk. Sufrió a Malcom McLaren como manager y se hizo un nombre con ellos para luego crear la efímera banda Heartbreakers. Y pintaba la cosa bien en 1977 pues allí estaba Richard Hell de Television, Jerry Nolan de los Dolls, que había desertado junto a Johnny y Walter Lure de los punks The Demons. Las luchas de egos rompieron al grupo ya de inicio y Hell se largó antes de grabar el primer y único disco del grupo. Una lástima, pero con dos gallos en un gallinero siempre hay problemas. Le sustituyeron por Billy Rath y grabaron un disco que ya apunta bastante lo que vendría luego en solitario. El grupo llegó a girar por Estados Unidos y por Europa, y fue en esta venida al viejo continente cuando todos le abandonaron. Thunders tocaría con músicos de aquí y allí y luego los que solía timar para dedicarse a sus adicciones. Pero el disco L.A.M.F es una maravilla se mire por donde se mire. L.A.M.F es sencillamente Like A Mother Fuckers, y es un título que describe perfectamente lo que hay allí, sacado de alguno de los muchos grafitis pandilleros de las calles de Nueva York.
No les fue fácil a los Heartbreakers encontrar una discográfica y sucedió cuando McLaren les invitó de gira con Sex Pistols y The Damned en Inglaterra. Obviamente eran años en los que el punk explotaba y ese tour se cancelaría por la entrevista a los Sex Pistols en televisión. Nada fue bien en esas grabaciones y la mezcla final no gustó a la prensa, pero la crudeza y autenticidad permanecen inalterables, y más si escuchas el remaster. Nolan sería el primero en abandonar viendo la espiral autodestructiva de Johnny.
En los 14 temas hay magia y sobre todo actitud, agallas y mala leche. Hay aquí algunos de los más grandes clásicos del punk rock de toda la vida empezando por “Born to Lose”, uno de los grandes eslógans del punk y una definición de la vida de Johnny Thunders. El estilo Ramones pesa más que el rock n’ roll de los New York Dolls, pero cuidado, aquí hay un excepcional guitarrista y compositor. En este himno hay concentrado todo lo que representa el punk rock pero con una guitarra detallista y muy trabajada… y solos de guitarra. La otra estelar es “I Wanna Be Loved”, que empieza con el 1,2,3,4 clásico de los Ramones. Este tema sigue tocándolo Michael Monroe en directo y lo regrabó para otra banda de un solo disco: Demolition 23. Las referencias al desamor y al estar muy solo son constantes en las letras, por no hablar de las muchas groupies que rechazaron a Thunders por su decadente aspecto de yonki de manual. Pero cuidado, estamos hablando de Thunders y lo que él llama amor puede ser perfectamente la heroína. La otra histórica es “Chinese Rock”, escrita por Dee Dee Ramone y Richard Hell, basada en el “Heroine” de Lou Reed. Muestra el día a día de los adictos a las sustancias adictivas y luego los Ramones la grabarían. Fue la versión ramoniana la que llegó al estrellato. Un tema con mucha historia en el que se alteró la letra a veces para que no fuera Dee Dee el protagonista, en otras ocasiones había referencias sexuales para atacar el pasado chapero del bajista de Ramones.
Thunders aportó al punk la balada pues su sensibilidad siempre fue exquisita y su capacidad compositiva enorme. Es recordado especialmente por un tema en solitario, que aquí no está, y que han llegado a grabar Guns N’ Roses. Hablo de la preciosa “You Can’t Put Your Arms Around a Memory”. Un tema que muchos han calificado al nivel de Bob Dylan. Pero la balada aquí reside en “It’s Not Enough” con unos juegos de guitarra absolutamente inspirados por Thin Lizzy. Cuando Johnny fue a Europa ejerció de la peor influencia posible para Phil Lynott, otro colega de drogas y triste final. Este tema es un precioso homenaje al dublinés. ¿Te imaginas que le pones las guitarras de Thin Lizzy a una balada de Ramones? Esto es “It’s Not Enough”.
Los redobles de Nolan centralizan la excepcional “Baby Talk”, con coros funcionales y toda la mala leche del punk rock de la época. Impresionante la suciedad técnica del solo de Thunders en otro himno para el divo de las cloacas. “All By Myself” parece un homenaje a Ramones, pero uno no sabe nunca quién homenajea a quién aquí. La guitarra del cantante y vocalista emerge en la cadenciosa “Get Off the Phone” con juegos de timbalas y goliat. “Pirate Love” se va mucho más hacia el rock n’ roll resurgiendo el espíritu de los New York Dolls a pesar de que el juego de volúmenes de la mezcla final es algo sorprendente. De un tema a otro hay mucha diferencia de sonido. Algunos temas se grabaron en Essex, otros donde y como se pudo. Pero el espíritu del punk auténtico es palpable en canciones como “One Track Mind”, ese mismo juego de timbalas lo aprovecharon con maestría luego los Hanoi Rocks.
La temática amorosa vuelve a aparecer en “I Love You”, manteniendo alto el listón y continuando con “Goin’ Steady” con unos arreglos de guitarra que van muy por encima del punk de esa era. Una lección de tocar la guitarra con cuerpo de punk directo y en una mezcla cruda y directa. La voz saturada de sonido de “Let Go” es terrible pero el tema sigue siendo una maravilla. Otra definición de lo que debe ser el punk. Las sucesivas reediciones incluyen “Can’t Keep My Eyes on You”, compuesta por Lurey Nolan. Otro tema a la altura y que suena mejor que muchos de los cortes del disco. La otra es “Do You Love Me”, un estándar del rock que suena a gloria y que queda en manos de este atajo de perdedores con el presente bajo de Billy Rath. Hay otro homenaje a Ramonesal final con ese “Hey Ho”.
Los Heartbrekers fueron tan efímeros como influyentes y para muchos es la cima musical de Johnny Thunders. De haber continuado como banda quizá estaríamos hablando de uno de los pilares del punk, pero un personaje como Thunders era carne de cloaca y olía a fin. Puro glamour barriobajero con mil historias sobre su decadencia. Afortunadamente los homenajes se suceden en grandes bandas y se sigue reverenciado su nombre décadas después. Si te gusta el punk rock este disco es obligado, pero el heavy metal en general también le debe mucho a la personalidad de este trovador maldito al que pronto deberíamos dedicarle un especial. “Chinese Rock”, “Born to Lose” o “I Wanna Be Loved” están en el Olimpo del estilo.