Aunque esta sección se llame Grupos de un solo disco, esta vez ni tan siquiera llegamos a eso. Nos encontramos ante un EP de tan solo seis canciones de la banda americana The Chance de homónimo título, que apareció en el año 1993. Di con ellos gracias a la recomendación de una de esas páginas que todos seguimos por las redes en busca de inspiración… ¡Y menudo descubrimiento! El culpable y principal gancho, el primer tema, «See Me As You See Yourself», que me ha cautivado a la primera escucha.
La complejidad de esta sección radica muchas veces en la falta de información, en especial si se trata de trabajos de antes de la era de las nuevas tecnologías. Por suerte, siempre queda el factor melancólico que hace que bandas como esta, por poner un ejemplo, pongan en marcha una página de Facebook a posteriori para no caer en el olvido y de paso tantear entre los seguidores el entusiasmo que pueda generar una futura reunión, que en el caso que nos ocupa queda en mera tentativa.
Y a falta de información dicen que lo inteligente es ir directamente a la fuente. Y sí, la fuente contestó con un: contestaré cuando tenga tiempo. Después de una larga pandemia con parón total de actividad musical, parece que al levantarse las restricciones al líder de este proyecto se le acumulan los bolos, así que, si algún día vuelve a acodarse de que alguien al otro lado del charco 28 años más tarde se interesó por su historia, aquí estaré encantada de escucharla… ¡Así que aquí va lo poco que he podido recopilar por mi cuenta!
The Chance lo formaron dos hermanos, Seth y Ethan Kreiswirth junto a dos músicos más, Michael Brillantes (compositor de cuatro de los seis temas) y Rob Ahrles, y aunque parece que en su día alcanzaron algo de notoriedad en sus Estados Unidos natal, sonando en la radio e incluso girando, este proyectó quedó simplemente en eso. Una lástima.
Siguiendo la pista a los hermanos he encontrado que uno de ellos, Seth Kreiswirth, ha profesionalizado su carrera musical montando una banda de covers a la carta para eventos tipo convenciones, bodas… Me da que pensar en la cantidad de músicos que se tienen que reinventar para poder sobrevivir de alguna manera, y más en los tiempos que corren… Otra verdadera lástima la cantidad de talento que a veces se pierde en el camino.
Y entrando ya en materia, empecemos por el tema que da inicio, «See Me As You See Yourself». La cosa empieza muy a lo progresivo, pero pronto deriva hacia un tema bastante más accesible con una melodía bien definida y un estribillo super contagioso acompañado de un tapping de bajo que le da un toque funky. La cosa se va animando y meten varios cambios por ahí que te devuelven a la senda del estilo progresivo. Todos los instrumentos suenan excepcionales, se nota calidad y la voz le queda que ni pintado, a ratitos recordándome a Steve Perry de Journey en varios de los temas. Continuar a este nivel no parece fácil, pero el siguiente tema, «Now», tampoco está nada mal, vuelve a ser fácilmente identificable la línea de la canción y su estribillo acompañados de nuevo por un trabajo instrumental notable. «Another Night» vendría a ser la balada de este trabajo y mientras lo escucho y llevando ya tres temas me empiezan a venir a la cabeza similitudes con grupos tan variados como Asia / Foreigner, incluso Queensrÿche. «I Can Never Stop» es un tema mucho más heavy y anima un poco el cotarro después de la tranquilidad anterior. El bajista se sale en este tema, de nuevo aportando un tapping por aquí y por allá insuflando energía. «In June» es el típico tema optimista y divertido que nos transmite alegría a raudales. Y ya para concluir escogen el tema más macarrilla y acelerado de todos ellos, «B-Lick», otro de los compuestos por los hermanos Kreiswirth, al igual que el primero y que para mi gusto son los dos mejores.
Y después de este breve resumen, ¿os animáis a darle una oportunidad?
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!