No se suele hablar de Gun y me pareció perfecto el darles un poco de cancha con este 30º Aniversario, pues sus tres primeros discos son imprescindibles llevando al grupo al éxito. Hubo un momento en el que parecía que Gun iban a explosionar, pero crecieron extremadamente rápido.
El Gallus… ese disco que queda entre las dos obras más reconocidas de la banda de hard rock escocesa Gun. Recordemos todos/as que con su ópera prima estuvieron girando con los Rolling Stones (ni más ni menos). Luego estuvieron girando con Bon Jovi y Def Leppard, lo cual es un asombroso currículum para unos chavales que acababan de sacar su primera obra.
La portada es para el boxeador escocés Benny Lynch quien tuvo su momento de gloria en los años 30 y 40 del pasado siglo, uno de esos héroes patrios que demuestra en la instantánea algo directo y duro. La conexión entre Catalunya y Escocia hizo que el grupo pusiera varias fotos de ellos mismos visitando la ciudad condal, y fue en la misma cuando grabaron el videoclip de “Welcome to the Real World”.
Ese mismo 1992 les llevó a ser invitados por el mismísimo Steve Harris a tocar con Iron Maiden, Megadeth y Pantera, y claro… las reacciones de la gente de esos tiempos al ver que Gun eran mucho más melosos les llevó a experiencias duras. Por el lado bueno deciros que demostraron que sabían esquivar monedas y botellas mientras tocaban en directo…
El disco
No hay nada mejor que empezar un disco con un himno arrollador como es “Steal Your Fire”. Poseía un puntito más agresivo que los singles de su anterior obra y es una de las canciones más perfectas del grupo en toda su carrera. No hay concierto de Gun sin este himno que recuperó la hija de Steve Harris (Lauren) como sencillo para su disco. Es una canción perfecta en su estilo, con el solazo de “Joolz” Gizzi y con un verso + estribillo para enmarcar.
Luego hay dos más de imprescindibles, siendo la segunda “Money to Burn”, atmosférica, templada, con arreglos de teclado y con un feeling algo country. Puede que se les pegara el buen hacer del Bon Jovi de la época, pues el trabajo en los coros también es rotundo. La otra imprescindible es “Welcome to the Real World” que entra a medio camino en terrenos de The Cult (con quienes giraron años más tarde) y de Pretty Maids. Especialmente de estos últimos el estribillo y la voz de Rankin que posee un tono muy Ronnie Atkins.
“Long Road” es uno de esos medios tiempos melódicos marca de la casa, meloso y con un Rankin jugando con los tonos graves y subiendo en puente y estribillo. La comercialidad era una de sus metas, y estaban en un gran momento compositivo. Evocadora, trabajada y con la pesadez y el gran sonido de la batería de un histórico como es Scott Shields.
La balada de manual es “Higher Ground”, aunque es mucho más desnuda y directa que las power ballads que se estilaban por esos tiempos con Guns N’ Roses, Bon Jovi o Meat Loaf. Esta ha llegado a ser tocada en directo, pero tampoco ha tenido mucha representación sobre las tablas. Hay aquí las femeninas voces dobladas de Sharleen Spiteri (Texas) para rematar la contienda.
Avanzan los temas y ves que en composiciones como “Freedom” se repite una fórmula evidente, por mucho que den aquí todo el protagonismo al bajo de Dante (ahora cantante del grupo y ex de Milla Jovovich). Eso mismo sucede con ese “Won’t Back Down” en el que la dupla de guitarras formada por Joolz y Alex Dickson (posteriormente se largó con Bruce Dickinson) se dan un festín, pero es todo demasiado etéreo, sobreproducido y lento. Se echa en falta algo más directo como el “Steal Your Fire”.
Mejoran notablemente las cosas en “Reach Out for Love” en la que sí dan en el clavo por mucho que mantengan la tónica y vayan a piñón fijo. Rasgueo de eléctrica y de garganta por parte de un inspirado Mark. Peca quizá de ser un tema muy prototípico suyo y de ese sonido de guitarras tan tirando a The Cult. “Watching the World Go By” es una estilista balada que vuelve a venir cargada de acústicas y con un precioso solo, pero a la que el grupo nunca le ha dado oportunidad de directo.
Veredicto
Una de las curiosidades de la época es que en una edición del festival Doctor Music fueron incluidos en el cartel, pero el grupo, al parecer, decidió separarse y volver a reunirse después del festi. Algo así se llegó a rumorear, pero ya fue tras la edición de Swagger, con la que realmente dieron el pelotazo definitivo.
Desgraciadamente el posterior disco a Swagger fue un sonoro fracaso y Mark Rankin optaría por abandonar, quién, por cierto, es el primo de la cantante de Texas. El disco tuvo entradas importantes en las listas británicas y en Suecia, pero no registró las altas cifras de ventas de su disco debut ni del posterior Swagger. Recordad también que Gallus es uno de los discos favoritos del ya dos veces mencionado Steve Harris, bajista y líder de Iron Maiden. Algo sabrá él de calidad musical…