Gutslit nos ofrecen un corto pero intenso concierto de brutal death metal en la sala Monasterio

El pasado fin de semana hice doblete y tras pasar el sábado por el Ceferino para disfrutar de los conciertos de Burial Ruthless, Abisme y Liver Killer tocaba sesión de brutalidad en la sala Monasterio con Gutslit desde la India y Placenta Powerfist desde Alemania, un evento organizado por Chroma Nation y que fue algo corto pero en estos estilos ya se sabe, ponte a tocar brutal death una hora, jajaja.

Para mí no empezó muy bien ya que al llegar a la zona del puerto olímpico al aparcar y supongo que debido al calor sofocante una rueda impactó contra el bordillo y se pinchó. Maldita sea pensé pero vamos, la tendré que cambiar, ¿no? Iba bien de tiempo, lo jodido fue el infierno que había en la tierra y la sudada que me pegué. Con las manos negras y la camiseta empapada me dispuse a ir hacia la sala. Al llegar fui directo al baño para lavarme las manos con el poco jabón que había y el chorrito de agua que salía del grifo. Salgo aseado, saludo a algunos, me pongo en primera fila, voy a sacar la cámara y ZAS, se acabó Placenta Powerfist y es que encima era el bis que había pedido el público.

El concierto estaba programado para las 21 horas y en el momento que ellos terminaron eran las 21:19. Según me dijeron empezaron a las nueve menos diez y que habían tocado media hora. La rueda me impidió verles. Me quedo con el recuerdo de cuando los vi con Vulvodynia.

Pues nada, salir para afuera a tomar el aire cálido y esperar al siguiente grupo tomando algo y charlando con la gente. La espera fue bastante corta y la organización tuvo el detalle de avisarnos a todos que estaba a punto de empezar. Y así fue, Gutslit habían ocupado el escenario y estaban listos para pasarnos por encima sin piedad.

Empezaron con la potente y agresiva «Brodequin» con unos geniales cambios de ritmo frenéticos y poderosos. Su cantante Kaushal estuvo todo el rato muy activo demostrando una gran técnica con diferentes registros que vomitaba sin apenas despeinarse. Aplastantes con esas partes tan slam empezaron a animar a la cincuentena de personas que nos habíamos reunido para disfrutar de la descarga.

«Blood Eagle» fue la siguiente y continuaron destrozando el escenario de la sala Monasterio que cada vez va sonando mejor. Tremendos blast beats y ritmos frenéticos que nos llevaron a la locura. La fiesta continuó con «Necktie Party», una fiesta de corbatas a todo trapo y con un brutal death que parecía imposible de tocar. Su batería Aaron demostró una gran técnica usando muchos recursos diferentes aunque todos estuvieron geniales.

De su anterior disco Skewered In the Sewer (2013) tocaron la que le da título y viajamos en el tiempo en una burrada old school con un montón de armónicos por parte de su guitarrista Prateek y unos riffs contundentes y aplastantes. Cavernosos guturales inundaron la sala mientras todos en una catarsis seguíamos inmersos en su música. Pero tras este primer viaje nos deleitaron con «Eviscerating the Stillborn» de su primer trabajo, un split del 2009 con Pulmonary Fibrosis, una tremenda burrada grindcore pasada de vueltas.

Más brutal grind con «Haemorrhoidal Brain Custard» donde la batería nos pasó de nuevo por encima aunque su bajista Gurdip no se quedaba atrás con su turbante bien puesto y acompañando a sus compañeros con mucha precisión. Continuaron con «Atrophic Cranial Disintegration», otra salvajada más que empalmada con «Offal Barter».

Tras un repaso a sus trabajos más antiguos volvieron a su último y gran disco Amputheatre (2017) con «From One Ear to Another», una canción rápida y llena de detalles técnicos que me asombraron. Pequeños pits y mosh se fueron formando por unos pocos en las primeras filas que animaron el concierto cosa buena. Y bueno, la cosa siguió con «Brazen Bull», una locura total. Con todo el mundo que pude hablar estaban alucinados por el sonido y por como tocaba esta gente.

Nos avisaron que les quedaban un par de canciones más y no me lo podía creer pero bueno, tocar muchos más así no es fácil y se entiende. Las elegidas fueron un par de su disco de 2013 siendo la primera «Pustulated Phallic Enthrallment» con esa esencia a la vieja escuela del estilo recordando a grupos como Immolation, Defeated Sanity o Devourment en otro festival de armónicos salidos del mismo infierno.

«Maze of Entrails» fue la encargada de cerrar el concierto con una intro misteriosa y malrollera que dio paso a la aniquilación total de todos nosotros. Lástima que la caja no se escuchara como si pasó el otro día en el concierto de Ered, cosas que pasan. Igualmente el concierto fue espectacular, corto y directo pero muy satisfactorio. Eso sí, tras la insistencia de la gente y que era bastante pronto pedimos una más y no pudieron elegir mejor. Acabar un concierto con «Kill Your Mother, Rape Your Dog» de Dying Fetus es todo un acierto que hizo enloquecer a toda la sala. Todo un clásico del estilo que todos y cada uno conocíamos.

Tras esto estuvimos con ellos haciendo fotos con los fans, selfies y demás en la terraza de la sala con una agradable temperatura. Esperaba un poco más pero la verdad que salimos contentos del concierto. Otro grupo local en el cartel no hubiese desentonado para nada.

Setlist Gutslit:

Brodequin
Blood Eagle
Necktie Party
Skewered in the Sewer
Eviscerating the Stillborn
Haemorrhoidal Brain Custard
Atrophic Cranial Disintegration
Offal Barter
From One Ear to Another
Brazen Bull
Pustulated Phallic Enthrallment
Maze of Entrails
Kill Your Mother, Rape Your Dog (Dying Fetus cover)

Robert Garcia

Death, thrash, djent, dark, progresivo, doom, black, experimental, jazz, clásica, electrónica… La música me mantiene vivo, es una droga que da sentido a este extraño sueño llamado vida. Músico autodidacta, guitarrista, cantante y enfermo de escuchar y escuchar música sin parar.