Hamferð – Men Guðs hond er sterk

Desde hace algún tiempo, como ya me pasó hace un par de décadas con Islandia, he empezado a tener entre ceja y ceja a las Islas Feroe, ese archipiélago de escarpados acantilados autónomo de Dinamarca situado en el Atlántico norte. A no ser que seas algo freak con este tipo de cosas, creo que las Islas Feroe, de momento, a día de hoy, es un conjunto de islas (18, para ser más exactos) bastante desconocidas para cualquier mortal.

Mas desconocida aún resulta su escena musical, siendo, en ámbitos metaleros, Týr, posiblemente los más conocidos. Pues bien, aquí tenemos a Hamferð, una formación activa desde el 2008, y que cuenta en su haber con tres discos, siendo este Men Guðs Hond er sterk su último lanzamiento, vía Metal Blade Records. Lo primero que me llamó la atención, y seguramente lo que me hizo indagar un poco más en ellos, es que su vocalista (nacido en las islas) es Jón Aldará, actual vocalista de los fineses Barren Earth, y de los daneses Iottun.

Masterizado en los Fascination Street Studios de Örebro (Suecia) bajo los mandos de su propio guitarrista, Theodor Kapnas, y el ingeniero Tony Lindgren (Amorphis, Angra, Enslaved, Haken), se han marcado un interesante disco conceptual basado en un hecho real, acaecido en 1915, cuando catorce marineros perdieron la vida durante una caza de ballenas en la bahía de Sandvík cuando fueron sorprendidos por una fuerte tormenta. El disco, con sus diferentes texturas y estados de ánimo, intenta abordar el drama de los familiares que, a poquísimos metros en la misma orilla, y en primera persona, fueron espectadores impotentes de la catástrofe. Esos mismos familiares aseguraron días después de la tragedia haber tenido visitas nocturnas de los espectros de las víctimas del naufragio, hecho paranormal que Hamferð le ha sabido sacar mucho partido en el sonido de gran parte del disco.

Men Guðs Hond er sterk conjura dolor, oscuridad, y belleza a partes iguales, consiguiendo que la atmósfera que se crea sea la adecuada para narrar dicha historia. Esa gran cualidad ya queda patente en el primer corte, “Ábaer”, sobre todo gracias a la versatilidad vocal de Aldará, que brillará en todo el disco, tanto en las guturales más oscuras como en las partes más melódicas y operísticas. Las guitarras pesadas y cortantes de cortes como “Hvølja”, que incluso rozan el funeral doom y el sludge más pantanoso, o “Rikin”, uno de mis preferidos, comportan un sonido que es marca registrada del doom/death más pesado y melódico.

También hay espacio para los momentos más delicados de hermosas melodías que se acercan al folk como en “Glæman” o “Marrusorg”, dos cortes que suenan conmovedores y casi fantasmagóricos. Sinceramente, en todo el disco notas esa atmósfera de desesperación, en momentos hasta asfixiante, que lo convierten en la banda sonora perfecta de esa triste tragedia. Apoyo mis palabras en “Í hamferð”, que rezuma agonía, rabia y desesperación.

Documentándome en el significado de sus temas, veo que el disco se cierra con el semi-instrumental corte que le da título al disco, que traducido sería algo así como “Qué fuerte es la mano de Dios” y que no es otra cosa que el testimonio de un superviviente de la tragedia, un documento que fue extraído de una entrevista que se le hizo en la radio allá por los años cincuenta. Entiendo que el cerrar el disco con este tema, la banda busca algo de espiritualidad divina y esperanza a esta cruda historia.

Hamferð acompañará en invierno de este año a Sólstafir y Oranssi Pazuzu en la primera parte de su gira, la segunda parte, la que podremos ver tanto en Pamplona, Madrid, y Barcelona, se verán acompañados de los suecos Helga.

Jaime Arjona

Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.