Haunt – Flashback

De un proyecto tan personal como Haunt lo único que puedes pedir es que te divierta y te transporte a los años dorados de Manilla Road y Ashbury. Aquí estamos a medio camino entre el retro rock y el heavy metal de época, el de finales de los 70 con ya un pie metido en la NWOBHM. Gran trabajo de Trevor William Church (Beastmaker) que empezó esto como un mero divertimento personal y a cada paso suma más adeptos a la causa. Es exagerado el ritmo al que va ofreciendo nuevo material, pero también la situación mundial actual lo propicia. Sorprende la calidad global del disco, aun siendo corto, el balance total es muy bueno y todos los temas, a pesar del marcado carácter y estilo, enganchan y convencen. La producción añeja y ese sonido tan analógico le dan un gran acabado al disco. A destacar esa portada tan funcional y añeja en la que se recurre al tempus fugit con el reloj de arena y los esqueletos. El espíritu DIY (Do It Yourself -háztelo tú mismo-) está a la orden del día. Si te gustaban sus anteriores EPs, splits y demás vas a estar encantado con el potencial de Haunt.

Impresionante inicio con la adictiva y melódica “Flashback”. Inmejorable tema para abrir disco y titularlo. Las guitarras dobladas a lo Wishbone Ash están a la orden del día. Teclado de fondo y un concienzudo trabajo en las seis cuerdas dobladas, y muy eléctricas, una mezcla de Diamond Head y Blue Öyster Cult. Y a todo eso impecables en versos-puente-estribillos. Inicio a lo Thin Lizzy en “Winter’s Breath”. Electricidad en primera línea en un corte directo y la dupla de hachas con el propio Trevor y John Tucker tirando de diabluras. En “Electrified” hay terrenos de Ozzy Osbourne en solitario con un deje a lo Horisont. Lo que decíamos antes, es una perfecta mezcla de retro rock con el heavy metal más clásico y primerizo. Sonido opaco con la batería de Daniel Wilson para abrir esa cabalgante “One with the Universe”. Base rítmica con el presente bajo de Taylor Hollman destacan en otro tema directo e inspirado.

Directa y corta, aunque deliciosa, es “Spend a Fortune”, de las más pegadizas y rápidas con todo el sabor de la NWOBHM. Aquí los coros toman protagonismo mientras la voz del líder casa perfectamente con la música y las guitarras se dan otro festín. “Sweet Embrace” es un punto más bajo en un notable disco. La repetición de esquemas y el ser medio tiempo electrificado no aporta nada nuevo, por lo que sería de los temas más obviables del disco. De todas formas, el trabajo de guitarras sí que vuelve a estar más que entonado. Finaliza el disco con maneras puramente Thin Lizzy “The Great Beyond” demostrando que guitarras y voz quedan premiadas por la producción y bajo y batería quedan en la caverna. De los ocho temas queda hablar de “Figure in Painting”, armada con la endiablada carga de guitarras veloces. Técnicamente hay bastantes detalles por mucho que todo parezca fácil y obvio. Aquí hay momentos y guitarras de power metal aunque siempre orientadas al estilo que prevalece. Un teclado agonista va apareciendo en un corte trabajado y a la altura de lo que es el disco, pero es la que más se aleja de lo ofrecido.

SI ya tenías a Haunt como referencia esto es imprescindible y si los desconoces es un perfecto trabajo para iniciarte. En estos días de pandemia y confinamiento lo de hacer un disco casi en solitario es una opción más que lógica. Nos visitaron en febrero y me lo perdí, por lo vertido en este Flashback os aseguro que me verán en su próxima visita. Consiguen ese híbrido perfecto entre lo que es el retro rock y la NWOBHM. Ese puente tendido entre los 70 americanos y los 80 ingleses es impecable. Hay todos los grandes de esa era en su propuesta por lo que Haunt presenta candidatura a crecer. Tiene mérito lo de indagar en el pasado y ofrecer algo actual y atractivo…

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.