¿Hay para tanto?: La influencia de Neil Peart en los baterías de aquí

La pérdida del que fuera batería de Rush, Neil Peart, ha sacudido el mundo del rock a lo largo y ancho del planeta. Su influencia fue y es indiscutible y todo el mundo lo ha considerado siempre uno de los baterías clave en el mundo del rock y, como consecuencia, también del metal. Aún así, nosotros tenemos la sensación que una banda como Rush nunca ha tenido la misma repercusión aquí que la que ha tenido en otros países (buena muestra de ello es que nunca han venido a tocar por estos lares), y en consecuencia la figura de su batería también ha pasado más desapercibida que en otros lugares, así que hemos querido pedir a unos cuantos baterías amigos que nos contaran su opinión sobre Neil y en qué medida les ha influido en su estilo. Ya os avisamos que muchos han declinado participar al considerar que no conocían lo suficiente su figura, algo que ya os puede dar a entender por donde van a ir los tiros.

Sea como fuera, gracias por todo Neil, grande entre los grandes.

 

Ricard Bouffard (Blowfuse)

Neil Peart es sin duda uno de los bateristas más influyentes del rock, aunque sea indirectamente: para muchos músicos de las décadas de los 90, 2000 y actuales, Neil fue un referente clave, junto a Bonham o Keith Moon entre otros; ahora, son de estos bateristas influenciados por él los que nos inspiran a nosotros, así que de manera directa o indirecta, Neil Peart forma parte de nuestra manera de entender el ritmo.

En mi caso, conocí a Rush más adelante porque aquí nunca llegaron a ser tan conocidos como lo fueron en Canadá o en los estados Unidos. pero no hace falta más que escuchar cualquiera de sus temas y ver lo avanzado que estaba a su época. Para mí es una figura a seguir en lo que se refiere a no tener miedo a experimentar y a buscar un estilo propio. Es, sin duda, uno de los precursores del rock progresivo y una influencia clave en el sonido moderno de la batería.


Guillermo Concha (Delabruja)

Mi mayor revelación como baterista no viene de grandes discos del pasado, de grandes enseñanzas, ni de profesores ni de nada parecido. Recuerdo querer formar una pequeña banda con mis amigos. Teníamos 15 años y nadie sabía nada, pero las ganas estaban ahí. Había que escoger cada uno un instrumento y ninguno tenía ni idea. Entrar en la tienda fue una locura. Cinco chavales sin ninguna formación de nada intentando escoger instrumentos y peleándose en mitad de la tienda; un show.

Por influencia del nu metal -que estaba pegando fuerte y por cierto gusto que he tenido siempre hacia cierta parte de la música electrónica-, no sabía si intentar probar suerte con una pequeña mesa de mezclas. No sabía si probar suerte con el bajo porque claro, si tiene menos cuerdas, lógicamente tenía que ser más fácil de tocar que la guitarra, ¿no?. La indecisión estaba ahí y el frenetismo de la edad no iba a ayudar. Decidí darme un par de días para pensármelo.

Pasó una semana y aún lo recuerdo como si fuera ayer, por el antiguo Messenger, recibir un enlace para poder descargarme un video (YouTube no había llegado aún). Mis ojos no daban crédito y mis oídos aún menos. Eran tres tíos tocando, llenando ellos tres solos un escenario y no hacía falta más. Era una canción muy rara y el nombre más raro aún. ¿»YYZ»?, ¿Qué mierda de nombre es ese para un tema? No entendía nada, pero era inmersivo, era hipnotizante, era raro, era Rush. Si no tenía suficiente con haberme quedado pegado a la silla flipándolo, al terminar el tema empezaba a calentarse el ambiente. No dejaba de sonar como el batería no dejaba de aporrear los timbales dando paso a algo más. Ahí estaba él, Neil Peart , haciéndose el mejor solo de batería que he visto en mi puta vida y para más inri, el primero. Eso era, eso era lo que andaba buscando, eso era lo que quería. Eso es lo que dio pie a que me pusiera a trabajar en pequeños trabajos por las tardes para poder comprarme mi primera batería.

No es la persona que más me ha influenciado como baterista. No es la persona de la que mejores enseñanzas he podido aprender. Esos fueron otros, otros que indudablemente vinieron de él también. Si no fuera por Neil no estaría donde estoy ahora, con mi banda, sacando mi segundo disco. Todo viene a raíz de un estúpido video suyo en calidad baja, pero que prendió como una mecha mi cerebro y me impulsó a ser lo que soy ahora. No sé si es el mejor; eso es a gusto de cada uno. Pero lo que tengo claro es que nadie nunca me había hecho soñar tanto como lo hizo él y eso no se va a volver a repetir jamás. Gracias, Neil, por hacerme ser quien soy.


Andy Ferrer Cobo (’77, 11 Bis)

Pues yo creo que, globalmente, ha influido mucho, sobre todo en el dinamismo que le daba al instrumento cuando tocaba. En sus solos utilizaba mucho los contratiempos y los compases irregulares y, quieras o no, eso ha creado escuela en el mundo de la batería.

Personalmente, recuerdo cuando tenia 12 años intentándome sacar temas como «YYZ» o el solo de «Tom Sawyer». ¡Qué bien me lo pasaba con los de mi grupo tocando esos temas…! Les tengo mucho cariño.

Un tío con mucho gusto a la hora de tocar. No tocaba una nota de más ni una de menos. Ningún solo se te hace aburrido.

Se ha ido uno de los grandes de la batería. Ahí donde estés, te recordaremos…


David C. Güell (Golíat)

Para mí, y supongo que para muchos, Neil Peart fue un tipo muy avanzado en la manera de entender la batería como instrumento. A mi parecer, su mayor virtud fue saber poner el instrumento al servicio de la canción y de las ideas, y no sobrecargar o abusar de cuanto bueno se es técnicamente (cosa que aborrezco en la mayoría de grupos del estilo). Un tipo con una forma de tocar exquisita, con rictus imperturbable y que viéndolo tocar parecía que hacía cosas fáciles pero que requerían una técnica impresionante. Creo que una de sus grandes aportaciones (y de Rush en su totalidad) fue la de su constante exploración en los terrenos del MIDI y de los sintetizadores, siempre innovando con sus controladores para tocar melodías desde la batería (antes de existir Youtube uno se preguntaba como diablos lo hacían los Rush para hacer sonar tantas cosas siendo sólo tres tíos en el escenario). De su vertiente de letrista destacaría la evolución a terrenos más reflexivos e intelectuales, huyendo de los clichés asociados al metal/hard rock y que como se ha visto abrió una corriente que luego muchos otros han seguido.

Para mí a nivel personal (aunque debo decir que descubrí a Rush relativamente tarde, cuando ya había pasado mis fases de metal extremo, power metal y esas cosas…) la vertiente que siempre me ha molado más de ellos ha sido su trabajo con los sintes (sé que esa época es la más detestan sus fans, pero a mi desde el Moving Pictures en adelante todo que hicieron en los 80’s me flipa). A nivel baterístico, muchos hemos hecho «air drums» y ensayado en nuestros locales con Tom Sawyer o Limelight, dándonos cuenta de cuan sencillas aparentaban ser y como de detalladas en realidad son. Ese es a mi entender, la gran hazaña de Neil Peart. Una pena que se haya ido tan temprano una mente tan dotada. Descanse en paz.


Javi Herrero (Zenobia)

Es innegable la aportación que ha tenido Neil Peart para la música y especialmente para los bateristas. Innovó en la forma de tocar el instrumento y eso enriqueció muchísimo a nivel musical tanto a su banda como en su aportación de su estilo a sus fans.

Quizá haya sido el mejor baterista en cuanto al estilo progresivo, no sé… eso ya es muy personal, pues cada uno tenemos el nuestro, pero lo que sí es seguro es que cualquiera de nuestros bateristas preferidos es fan de Neil Peart de una u otra manera.

Lo cierto es que este hecho es una gran pérdida para la música, y si nos centramos en que tocaba la batería, pues seguramente esta triste noticia sea igual de importante o transcendental que cuando ocurrieron los fallecimientos de otros grandes Maestros como Bonham o Cozy Powell.

Espero que los músicos lo pongamos en el lugar que se merece, que no es otro que uno de los más altos Maestros de la Batería por su aportación, innovación e influencia.

D.E.P.


Eric Martínez Balanza (Kilmara, Street Lethal)

Está clarísimo que Neil Peart es un antes y un después a la hora de ver la batería. Llevando un kit que solamente él tocaba y demostrando una habilidad que, por ahora, es casi inimitable.

Seguramente, el 90% de los baterías actuales tienen alguna influencia de este increíble músico. Personalmente, Neil Peart me ha influenciado en casi, casi nada. Nunca fui fan de Rush, pero como es obvio, quise ver qué tal tocaba y porqué era tan aclamado… ¡y joder si lo entendí! Podría decir que verle tocar me empujó a querer machacar mucho más mi técnica de manos. Salvo por eso, no me considero influenciado por Neil Peart.

 


Pep Mu (Blindpoint)

Neil Peart es un Dios que siempre he seguido con cierta discreción. Para mí, su magia, más que explosiva como en otros casos de otros bateristas, es de análisis si te dedicas mínimamente a la música.

Lo descubrí con la canción «Instant Early Warning», pero en el recopilatorio Hear’n Aid (1985) que tengo en cassette, y posteriormente los empecé a seguir.

Ese aire, ese toque de progresividad, de patrones tan particulares, de ritmos tan enigmáticos, los veo impresos en bateristas de renombre que juegan con estas bases. Pero sobre todo en Mike Portnoy con Dream Theater. A veces, cuando los escucho, digo: «Mira, aquí está Neil Peart«, sin obviar la capacidad creativa del Mike, que es terriblemente maravillosa.

En mi caso, la canción «Difret», dentro de nuestro disco Through The Ashes of Life (2019), tiene un interludio con patrón un tanto irregular que siempre que lo toco me traslada por instantes a Rush y luego empieza a caminar de forma contundente y determinante como yo veía que él lo hacía.

Ha dejado un legado tan grande que difícilmente se le podrá dar un nombre que no sea el suyo propio. El sello Neil Peart.


Marc Prim (Soul Aside, Seek ‘Em All)

Neil Peart es de sobras conocido en la comunidad baterística. Su forma de encarar el instrumento, breaks, composición, sonido característico que luego después han querido imitar muchos etc., lo han convertido en un referente.

El rock y metal progresivo tal y como lo conocemos a día de hoy no existiría, no sería posible. Muchos de los grandes nombres actuales de este estilo beben de Rush y Neil Peart. Uno de los casos más claros es Mike Portnoy, con un estilo claramente influenciado por Peart y que como él mismo ha reconocido, uno de sus mayores referentes e influencias.

La dirección musical que marco Peart con su originalidad en la batería, en los patrones rítmicos, definía la evolución de las canciones, marcó claramente las composiciones musicales de Rush.

Hay muchos adjetivos que podrían definirlo (precisión, virtuosismo, equilibrio, creatividad…)

  • Precisión: si, por ejemplo, fíjate en cómo suena el instrumento en las grabaciones ya en los discos de finales de los 70 y principios de los 80. Si tienes en cuenta el contexto donde se enmarca, los años en que está gravado (nada de grabaciones digitales, Pro Tools, sound replacer, etc.) rápidamente te salen las cuentas de lo bien que le pegaba, seco, definido, preciso. I no, solo con agarrar las baquetas al revés como él hacía, no se consigue ese sonido.
  • Virtuosismo: una de sus características distintivas. Poco más se puede decir. Basta con escuchar sus trabajos discográficos o mirar cualquiera de sus videos para darse cuenta del nivel. Manejo de los tiempos, compases irregulares, intensidades, redobles imposibles… Puso el virtuosismo de la batería, gracias a su precisa técnica, a otro nivel, un paso por delante de lo que se venía haciendo. En este virtuosismo destacaría también un elemento muy importante, el equilibrio.
  • Equilibrio: virguerías, fuegos artificiales rítmicos etc etc, pero tocando para la canción. Conseguir esto dentro del contexto del rock progresivo y sus habituales desarrollos instrumentales y competiciones de solos es muy loable. Era un gran batería, pero no solo eso, perseguía la musicalidad en todo momento con el instrumento, elemento indicativo de que era además, un gran músico.

Conocí a Neil Peart a través de Dream Theater y su batería, Mike Portnoy. Portnoy está fuertemente influenciado por Peart y al nombrarlo en numerosas entrevistas me interesé y empecé a escucharlo. Como en una época de mi vida escuché mucho rock progresivo y fui bastante influenciado por el estilo de Portnoy podría decir que a través de él llegaron mis influencias de Peart.

Destacaría sobre todo esos característicos redobles con flams en los toms que tanto replicaría Portnoy y que es una de las grandes marcas de la casa de Peart. Me encantó cómo sonaban, como se desarrollaban a modo de cascada en un break y en los momentos en que los colocaba en los temas, demostrando una creatividad y seguridad bestial. Mención aparte también esas orquestaciones con el ride usando paradiddles, etc…


Epojè Sis (Survival is Suicide)

Es innegable la influencia de Neil Peart en el mundo de la batería y en las siguientes generaciones para este instrumento. En mi humilde opinión creo que abrió un gran abanico de posibilidades que los posteriores baterías de rock progresivo han aprovechado para bien. Baterías como Neil Peart, Bill Brufford o Terry Bozzio dieron las herramientas para que este instrumento pasara a ser protagonista y no solo estuviera relegado a un segundo plano. Mi primer contacto con Rush fue el VHS Exit… Stage Left y recuerdo que no podías ver ese video como uno más, yo era muy joven, creo que 14 años y aquella manera de tocar, aquellas canciones, los cambios de compás, la cantidad de fills que utilizaba Peart… alucinabas de verdad ya que en aquella época no tenías la cantidad de material audiovisual que hoy en día tenemos y, por tanto, la reacción que te causaba era mucho mayor, a partir de ese momento sabías que estaban el batería de tal banda o de otra, pero a parte, estaba Neil Peart con mucha diferencia.

Para mi, uno de los mayores momentos de genialidad de Peart está en la canción «Tom Sawyer» (y no me refiero a la ristra de redobles que hace en un determinado momento de la canción, que por otra parte, son geniales también). En la mayor parte de la canción Neil Peart toca el hi hat a semicorcheas, si te fijas, en los primeros compases de la canción Peart abre el hi hat en el segundo golpe (donde no suele haber acento) y consigue un efecto similar a las ghost notes de la caja pero haciéndolo sobre el charles ya que al abrirlo en ese punto consigue un efecto muy sutil…


José Uría (ex Regresión)

Hola, muy buenas. Lo primero, agradecer a Science of Noise por contactar conmigo para charlar un rato.

Desafortunadamente, hemos empezado este 2020 con dos grandes pérdidas para el mundo de la música y en concreto de los bateristas. Primero fue Martín Rodríguez, el mítico batería de Sangtraït, y a los pocos días, Neil Peart, el que lo fuera de Rush.

Tuve la suerte de coincidir con Martín, en varias ocasiones. Para mí fue una grata experiencia, pues desde pequeño le seguía. Recuerdo las apariciones de Sangtraït en un programa de la TV autonómica. Ahí estaba Martín, con una batería de doble bombo, cantidad de toms, platos, etc. Yo apenas estaba empezando a tocar y quería ser como él, con un gesto sereno y firme, con un groove sencillo pero vacilón, y es que Martín tenía el rock ‘n’ roll. La última vez que le vi, hacía poco que habíamos tenido el lujo y la suerte de colaborar en el disco tributo a Sangtraït, No Hi Ha Qui els Pari, y me dijo que era la versión que más le había gustado, pues sonaba ruda, con muchos graves y muy cañera. No pude más que agradecerle sus palabras, viniendo de un referente como él. Me quedo con su sencillez, humildad y su buen hacer con nuestro instrumento, allá donde esté se darán cuenta de lo buena persona y cachondo que era.

Neil Peart ha sido una influencia tremenda en los baterías que nos asombrarnos al escucharle tocar. Su inconfundible estilo y sonido le llevaron a romper barreras dentro del esquemático rock de los 70. Se le puede considerar pionero en el estilo de rock progresivo, dada la dificultad y complejidad de sus composiciones con Rush. Pero no se quedó solo ahí, sino que fue,como comentaba antes, inconfundible en su manera de sonar y tocar, a la altura de John Bonham, cuando lo escuchabas sabías que era Neil, de hecho en sus últimos años, colaboró con varios artistas y su sello estaba ahí, algo realmente extraño para un baterista. Personalmente pienso que Neil estaba adelantado a su época, es decir, a día de hoy escuchas sus composiciones y parecen grabadas hace unos pocos años, todo ésto acompañado por sus compañeros de Rush, claro está. Sobre su persona, solo hay que escuchar hablar a todos los bateristas y artistas que se han pronunciado sobre su fallecimiento, un músico humilde, trabajador y muy cercano, con ese semblante tan serio, era un cachondo y un músico respetado y admirado por todos.

La primera vez que escuché Rush, fue la canción «YYZ», en un recopilatorio que me hizo un amigo hace más de 20 años, y dije, ¡¡¡pero qué coño está pasando!!!

Me dejó impactado, era una apisonadora, perfecta y compacta, pensé, es de otro planeta éste man. A partir de ahí, escuché «Tom Sawyer», «The Spirit of Radio», y no podía salir del asombro, puesto que eran composiciones de una exquisitez y complejidad que a la vez aportaban frescura y admiración. Con la inclusión de internet, fui ahondando en la figura de Neil, sus solos, estilo, y siempre ha sido un referente, una meta, llegar a tocar como él, al menos intentarlo, y es que para tantos y tantos bateristas ha sido y será… ¡¡nuestro héroe!!

¡¡Muchas gracias y saludos a todos los lectores de Science of Noise!!


Xavier F. Vidal (Reaktion, ex Vivid Remorse)

Mentiría si dijera que Neil Peart me ha influido, porque no sería en absoluto cierto. Quedaría muy bien y supongo que sería lo “correcto” decir, pero no es así. Rush nunca han sido santo de mi devoción y mi estilo de tocar es realmente lo opuesto al de Peart.

Con todo, sí que hay cosas que es de justicia comentar. Como influencia en la batería contemporánea es absolutamente fundamental, siendo un punto de unión fundamental entre los baterías de jazz y rock de los años 60 y lo que sería posteriormente el metal más técnico desde los ’90 hasta la actualidad, pasando lógicamente por el rock progresivo intermedio. Siempre está bien tener la mente abierta y recuerdo que aluciné cuando vi su solo “O baterista” en el concierto en DVD Rush in Rio. Su sutileza, su buen gusto y los mil detalles está muy lejos de lo que el 99% de los baterías hacemos, yo incluido por supuesto, pero su impronta ha sido fundamental en el estilo de Dream Theater en general y el de Mike Portnoy en particular, un músico que, sin ser una influencia para mí (ya me gustaría) sí que es sin duda uno de mis baterías favoritos. Por tanto, quedaría muy bien si dijera que Rush me encantan y que Neil Peart fue fundamental para que yo cogiera unas baquetas, pero no es cierto. Pero esto no quita mi admiración por él y mi respeto total por el que ha sido uno de los más grandes.


Jose Mora Alvarez (Tottengott, Mad Rovers)

Podría comenzar este texto hablando acerca de cómo Neil Peart y Rush han sido influencia directa o indirecta de incontables bandas y músicos durante las últimas cuatro décadas, servidor incluido. De como la batería rock se reinventó en cierto modo gracias a sus interpretaciones. De cómo rebasó todos los límites técnicos conocidos en su instrumento. De como su ejecución y sonido siempre eran de una pulcritud y calidez simplemente perfecta. De cómo su visión conceptual y su aportación lírica hicieron de Rush una banda única e incomparable en la historia de la música. De cómo su profesionalidad le tuvo aprendiendo nuevas técnicas y recursos hasta que el cuerpo le forzó a posar las baquetas. De cómo todo esto lo hacía siempre desde la perspectiva de trabajar para la canción y para el grupo… A decir verdad, podría seguir largo y tendido, pero ya se han escrito demasiadas reseñas y artículos acerca de la grandeza a nivel musical de Neil Peart, tanto que desde estas líneas difícilmente podría añadir nada nuevo ni mi análisis estaría a la altura real de lo que su fallecimiento significa. En lo que sí que quisiera hacer hincapié es en que lo que hizo aún más grande a Neil era lo que no se veía. Su personalidad reservada y reflexiva, nunca dado a excesos ni a rendiciones al show business más gratuito, hizo de él un rara avis en un mundillo lleno de egos superlativos, de postureo y de baños de masas. Daba una importancia muy grande a su privacidad y a la formación y el desarrollo personal, tanto a nivel intelectual como espiritual. Neil era todo lo contrario a un “rock star”. Era una persona humana normal y corriente, pero con unas cualidades musicales sobrehumanas. Su figura, lamentablemente marcada por la tragedia personal, nos hace recordar que nadie, ni los más grandes, están libres de que la desgracia te pueda tocar cerca.

A nivel personal, no puedo negar su influencia en mi estilo, a veces de forma consciente y seguro que otras muchas de forma inconsciente. Especialmente con Mad Rovers, Rush es una de nuestras influencias mas palpables y mentiría si dijera que en algunos recursos o líneas no me he planteado a mí mismo “¿Qué haría Neil en esta parte?”, siempre desde mis humildes limitaciones técnicas comparadas con las del maestro. Sin lugar a duda, una pérdida simplemente inconmensurable para el mundo del rock en general y para la familia baterística en particular. Descanse en paz.

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