Sí, ya sabemos que el disco Never Gonna Stop de los catalanes Heart 2 Heart es de 2016, y que pude parecer ridículo lanzar, ahora, una review. Pero, al igual que con Leyenda, nos regalaron su CD, nos invitaron a su fiesta, y aprovechando su firma con una importante discográfica alemana, creemos oportuno (¡y queremos!) recordaros esta existencia.
El quinteto de Barcelona practican un hard rock muy melódico, casi AOR (quizá sin el casi), muy de los 80, en el que las melodías (principalmente vocales) se llevan la palma.
Una breve introducción de teclados da paso a “We Are One”, aparecen los riffs de las guitarras, la base rítmica y la voz cálida de Sara. Un buen tema, bien ejecutado (buen solo) y con un estribillo se te queda en la cabeza desde el principio. Yo no me lo he quitado de encima en semanas. Seguimos con “Strangers”, que aparece después de buscarlo en la radio. Se trata de un medio tiempo muy meloso. “Bad Taste”, para cerrar el trío inicial, es aún más tranquilo para lucimiento de la voz de Sara.
“Wet” empieza como su nombre indica, húmedo con el sonido de lluvia. De ahí a un piano precioso y un solo de guitarra la mar de bonito. Es un buen tema que, poco a poco, gana fuerza. “Partners In Crime” empieza algo más fuerte (oye, hablamos de AOR, ¿eh?), con un bajo muy presente. Quizá le hubiese quedado mejor algo de garra en la voz. Eso sí, de nuevo, el estribillo es Loctite. Y en sexta posición, la balada. “Take My Hand” va subiendo el tono de forma gradual tras un inicio prácticamente acústico.
“My Intimate Enemy”, el séptimo corte, es puro rock ‘n’ roll americano. El riff, la actitud, el ritmo… esto no es que sean los 80, esto es anterior. ¡Divertidísimo de escuchar! “Dream Until the End” recupera el aroma aorero, y creo que quedaría de lujo para abrir sus bolos. Quizá, como en tantas veces en el disco, le falta algo de garra, un pelín de mala leche, aunque quizá sea cosa de la producción. El último tema es uno ya conocido, “Take My Hand” acústica al 100%, precioso y donde la voz destaca por encima de todo, como no podía ser de otra forma.
Never Gonna Stop es un buen disco, buenos temas, buenas composiciones y con buenos músicos, pero quizá le faltan un poco de fuerza y garra, tanto en la voz como en los instrumentos. Creo que con una mejor producción (no olvidemos que está autoeditado) ganarían ese puntito que les falta.
Aun así es muy recomendable, sobre todo a los amantes del rock más melódico. O para pasear de la mano de tu pareja en la escena final de una película.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.