La banda mallorquina Helevorn ha recorrido un largo y sólido camino en la escena del doom metal desde su formación, consolidándose como un referente de la melancolía y la oscuridad en la música extrema española. Espectres (2024), su quinto álbum de estudio, llega tras cinco años de silencio y con varios cambios en su formación, pero muestra a la banda en un estado de madurez innegable.
En este trabajo, Helevorn explora rincones sonoros y emocionales más profundos, desentrañando los conflictos humanos a través de melodías densas, momentos introspectivos y colaboraciones estratégicas que añaden capas de textura y emoción. Desde los primeros acordes de «Inherit the Stars», es evidente que estamos ante un viaje oscuro, donde cada tema funciona como un espectro que se manifiesta y se desvanece, llevándonos de la mano hacia una catarsis melódica y lírica.
«The Defiant God» es un corte que por momentos me ha recordado a los ingleses Anathema, sobre todo por esas harmonías de teclado, con las guitarras prácticamente desnudas, en el pasaje intermedio. «Signals», probablemente, sea el tema dónde se salen un poco más de ese doom tan característico suyo, añadiendo elementos más progresivos, pero sin perder ni un ápice de oscuridad. Mención especial al solo de guitarra, maravilloso.
Nos adentramos en un tema que me parece una obra de arte. «When Nothing Shudders» tiene esa capacidad de atraparte desde la primera nota. Es dónde todos los componentes brillan (valga la redundancia) con luz propia, sobre todo Josep (voz), quien hace un trabajo excepcional jugando con las intensidades en cada momento que requiere la canción. «Unbreakable Silence» es un tema desgarrador, en el cual podemos sentir la angustia y la desesperación, con un muy buen trabajo de Pedro a los teclados, agudizando esa sensación de vacío.
Con «L’endemà», nos encontramos con la brillante colaboración de Inés González. Es un tema cantado íntegramente en catalán, y su voz melódica, combina a la perfección con los guturales de Josep. Seguimos con «The Lost Futures», donde las guitarras vuelven a coger protagonismo, con sus riffs aplastantes. El piano nos introduce a la final «Children of the Sunrise», un tema melancólico con una orquestación maravillosa, que cuenta con las colaboraciones de la guitarra de Jovan Milosevski y de Thomas A.G. Jensen, vocalista de Saturnus.
Cinco años y los cambios de formación, no han impedido que Helevorn hayan editado el que, para mí, es su disco más completo y maduro. Es un trabajo que no solo refuerza su legado, sino que amplía su horizonte artístico, dejando claro que Helevorn sigue en constante búsqueda y transformación dentro del doom metal.