Pues tras cuatro días increíbles toca ponerse a escribir esta crónica del Hellfest, seguramente el festival de música extrema más grande del mundo ahora mismo. Siempre me había hecho ilusión asistir, y este año había una multitud de bandas que quería ver, así que ha sido un no parar. Al llegar al aeropuerto de Nantes ya ves los carteles y decoraciones del festival, incluso una guitarra gigante al lado de los buses lanzaderas, también con el logo de Hellfest impreso.
Se nota que la gente de la zona realmente apoya el festival, al llegar a Clisson en tren nos encontramos también con la estación llena de pancartas y hasta unos cuernos sobresaliendo por los lados del edificio. Pero eso no es nada, porque al llegar al recinto, a las afueras del pueblo, compruebas que no reparan en gastos para el atrezo.
El día antes del festival ya abren la zona de esparcimiento que hay entre el camping y la zona de conciertos. Ahí podemos encontrar un pequeño escenario donde actúan bandas más underground durante todo el festival, mercadillo, stands de marcas de todo tipo y hasta una pantalla donde echaban los partidos de la Eurocopa o se ponía un dj por las noches.
El camping se sitúa en un campo muy grande al otro lado, con zonas divididas por colores. Los que quieren dormir se van a la zona verde y los que quieren seguir con la fiesta a la roja, aunque al final acaba habiendo un poco de todo en todos lados, como en cualquier festi del rollo. Un plus es que todo el camping está cerrado y se requiere de la pulsera del festival para entrar, por lo que se reduce significativamente el riesgo de robos por parte de gente ajena al festival.
El jueves empezaba la aventura, abriendo las puertas un poco más tarde que el resto de días, después de comer. Durante los otros tres, a partir de las 10:30 de la mañana ya hay mandanga. Entramos al recinto y vemos estatuas, decoraciones y hasta las barras del festival están todas a juego con la estética. Realmente se curran la presentación como ningún otro festival y ponen una atención a los detalles que asombra.
Pero vamos a lo que importa, la música, que la cosa no empezaba floja precisamente.
Wormrot y Asinhell dan el pistoletazo de salida con un doloroso solape
Vaya gracia que dos de las bandas que más quería ver tocaran a la misma hora y abrieran el festival. Wormrot son unas bestias del grindcore cuya reputación les precede, y Asinhell es un proyecto alternativo de Michael Poulsen, guitarrista de Volbeat, donde vuelca sus ideas más extremas en forma de death metal de la vieja escuela. La decisión estaba difícil, pero habiendo disfrutado ya el directo de Wormrot hacía un tiempo y las pocas probabilidades de ver a Asinhell en el futuro (ya que el tío tiene un proyecto mucho más grande), había que sacrificar a los de Singapur.
Pero no sin ver al menos unos diez minutillos (que para una banda de grind son siete u ocho canciones), así que hice una paradita al Altar Stage antes de dirigirme al main. Me encontré, como no, con la furia desatada de Rasyid y Vijesh, miembros originales a los que sigue acompañando Gabriel Dubko a los gritos, ex-Implore, ahora que lo han dejado. Traían una novedad inesperada, y es que también cuentan con una vocalista llamada Weish que, a pesar de no estar en los discos, se les suma en directo para ofrecer otra tesitura. Me dio tiempo de escuchar algunos temas de Hiss (2022) antes de irme, y me dio la sensación de que les falta algo de experiencia con esta nueva formación, no estando del todo cohesionados, aunque el dúo guitarra-batería sonaba atronador como siempre. Veremos hacia donde va esta banda que con su cuarto disco se han abierto a lo experimental.
A paso ligero que me iba a un main stage ya con bastante gente, pero con huecos por los que colarse y llegar a los primeros pogos. Llegaba justo cuando sonaba «Pyromantic Scryer», mi tema favorito de este Impii Hora (2023) con el que debutaron, me salió la jugada que ni pintada. Me sorprendió el bajo volumen con el que empezaba la cosa. Mira que hay unas columnas imponentes de altavoces a ambos lados del escenario y más adelante en el campo, para la gente que está lejos, pero la cosa empezó más bien calmadita. Lo bueno de eso es que todos los instrumentos se oían bien, pero se echaba en falta este punto de volumen que te hace sentirlo en el pecho.
Igualmente, Asinhell nos destriparon a base de riffs bárbaros y un Marc Grewe que tiene una voz ideal para el género. Interpretaron su disco casi entero en los 40 minutos que tuvieron de set. Ojalá que el proyecto no muera o se quede estancado, porque han sacado temas muy buenos y el directo es de nivel.
Setlist Asinhell:
Desert of Doom
Trophies
Pyromantic Scryer
Inner Sancticide
The Ultimate Sin
Wolfpack Laws
Impii Hora
Fall of the Loyal Warrior
Slaughter to Prevail se hacen virales pero no impresionan
Una banda esperada por muchos eran sin duda los enmascarados Slaughter to Prevail. Estos rusos son la nueva sensación del deathcore y con la estrella salida de youtube, Alex Terrible, al frente, parece que están destinados a llegar más arriba que cualquier otra banda del género. ¿Pero está toda esta fama justificada? ¿O son otra moda pasajera que dejará de ser relevante en algún momento?
Pues el tiempo lo dirá, aunque su actuación no me acabó de sorprender del todo. Tenía les expectativas muy altas, y otra vez el volumen demasiado bajo se cargó gran parte de lo que quiere transmitir la banda. Toda esta brutalidad que llevan por bandera no se hacía palpable, y menos con esos efectos pregrabados en los breakdowns que sonaban más fuerte que la propia banda. Es ridículo que se sigan usando cuando solo hacen que entorpecer la mezcla.
En cuanto a la música, el principal atractivo que tienen y casi diría que único no es otro que Alex Terrible, con esos gritos de oso brutales que pega que tanto le identifican. No es tan bueno en los limpios, que por alguna razón se emperra en meter cada vez más cuando claramente su fuerte son los guturales. En cuanto a lo instrumental, deathcore bastante genérico y poco interesante, con bastante melodía en las guitarras pero extremadamente básico. Se nota un poco que quieren tirar a lo relativamente comercial (siempre dentro de un género extremo como el que tocan). Va genial para hacer el burro en el pogo y tienen momentos chulos, pero en mi opinión son una banda bastante sobre-valorada ahora mismo. Eso no quiere decir que no me gusten, ojo, son buenos, las canciones funcionan y su estética con las máscaras y las guitarras manchadas de sangre es inapelable; pero algunos los endiosan de una forma desproporcionada para lo que luego son en realidad. Y más cuando en este mismo festival hemos podido ver deathcore de mucha mejor calidad por parte de otras bandas.
A estas alturas, todos habréis visto el vídeo del wall of death que montaron en este concierto. Uno de los momentazos del festi sin duda, pero a lo mejor no hacía falta anunciarlo con antelación por las redes sociales. Estas cosas no se tienen que organizar, joder, tienen que salir espontáneamente. Y si un día Dagoba te monta una que da la vuelta al mundo, es aún más mágico. Lo que probablemente no visteis fueron los ocho minutacos que se pasaron para abrir a la gente en dos. Les costó lo suyo, no se si porque a los franceses no les gusta que les digan lo que tienen que hacer, pero parecía que la cosa no iba a cuajar. Finalmente, con un Alex desquiciado que hasta tuvo que saltar al público, se logró el que seguramente haya sido el wall of death más grande del mundo. Y os puedo asegurar que fue tan bestia como parece en vídeo, estaba por ahí en medio y me quedé suspendido en el aire unos 30 segundos entre toda la marabunta de gente. Don’t try this at home.
En fin, hará falta verles en un concierto completo y con un sonido que les haga más justicia, pero de momento, el perro ladra más que muerde. No porque no muerda, si no porque ladra demasiado.
Kerry King sigue la estela de Slayer con canciones nuevas y versiones
Una de las últimas incorporaciones al cartel fue la de una de las barbas más famosas del metal. Kerry King no ha querido parar cuando Slayer se separó (que ya lo veremos…) y ha formado su propia super-banda bajo su nombre. Siguiendo el camino por el que andaban los gigantes del thrash, ha sacado From Hell I Rise (2024), que no es ninguna maravilla, pero tiene momentos y temas muy buenos que estuvo bien escuchar en directo.
Con una alineación de ensueño para un thrasher, King salía a repartir leña, nueva y vieja. Paul Bostaph, tambien prodecende de Slayer le daba a los parches con potencia, Phil Demmel y Kyle Sanders hacían de fieles escuderos a los mástiles, y King estaba más pasivo que activo, a un lado del escenario y sacudiendo la cabeza como siempre. Nunca ha sido un gran guitarra solista, pero cumplió más que de sobras. Con el sonido a un volumen mucho más adecuado, empezaron a escupir temas nuevos como «Toxic» o «Idle Hands».
Un Mark Osegueda en estado de gracia tiraba del carro como pocos, incluso clavando esos agudos de Tom Araya en las versiones de Slayer que tocaron. Concretamente fueron «Disciple», y cómo no, «Raining Blood» que empalmaron con la clásica «Black Magic» para un finalazo que revitalizó al público. Cerraban con la pista título del nuevo álbum, «From Hell I Rise» una descarga de buen thrash que le tocará en la nostalgia a más de uno.
Setlist Kerry King:
Where I Reign
Trophies of the Tyrant
Toxic
Two Fists
Residue
Idle Hands
Disciple
Shrapnel
Raining Blood
Black Magic
From Hell I Rise
Babymetal: un pedazo de Japón en Clisson
Otra de las sensaciones de los últimos años, y seguramente la más grande que proviene de Japón, abriendo paso para otras, como Lovebites o Hanabie. Personalmente, nunca les he visto la gracia más allá de un par de temas divertidos, pero igualmente quería ver qué tal era su directo. Tampoco tenían demasiado tiempo, pero les dió para repasar su discografía hasta ahora, empezando con un más bien soso «BABYMETAL DEATH», su nuevo tema con Electric Callboy «RATATATA», o «Gimme Chocolate!!», una de las canciones con las que se dieron a conocer, que parece mentira que ya tenga diez años.
A mi todo el tema kawaii me viene dando bastante igual, y tampoco soy muy fan de las coreografías de este tipo, pero lo que si que me flipa es la banda que hay en segundo plano y que tienen ahí lamentablemente arrinconada. Sí que les dejan hacer algunos solos y tener su minutito de gloria, pero la mayor parte del tiempo son tratados como simples coristas estáticos cuando podrían hacer mucho más por el espectáculo. Está claro que son músicos de primer nivel, sobrecualificados para el puesto.
Aunque no sean santo de mi devoción, Babymetal tienen un directo muy fiestero que pega bien con festivales como este, sonaron realmente bien y parecieron agradar al público.
Setlist Babymetal:
BABYMETAL DEATH
Distortion
PA PA YA!!
METALI!!
KARATE
RATATATA
Gimme Chocolate!!
Road of Resistance
Megadeth siguen triunfando pese a la voz fatigada de Mustaine
Dave Mustaine y los suyos se dejan caer a menudo por el Hellfest. En esta ocasión eran la segunda banda del día y venían con un setlist espectacular. Para mí siempre había sido su punto flaco, con mucho de lo nuevo y poco de lo viejo, salvo los clásicos obligatorios, pero últimamente el pelirrojo ha decidido darles a los fans lo que quieren. Mustaine ya no goza de una buena voz desde hace mucho, pero parece que ha decidido dejar de intentar esconderlo, y al menos así podemos disfrutar de temas geniales como «Ratlesnake», «Skin o’ My Teeth» o «Mechanix».
Recientemente, Kiko Loureiro dejaba la formación, entrando Teemu Mäntysaari como guitarra solista que realmente es capaz de cumplir con este rol tan complicado. Prueba de ello fue su ejecución en «Tornado of Souls», haciendo honor a ese solazo de Marty Friedman. A la batería, otro sobrecualificado para el puesto como es Dirk Verbeuren, siempre infalible. Y al bajo, un correcto James LoMenzo, que sustituyó a David Ellefson cuando Mustaine quiso quitárselo de en medio.
El resto del set incluyó «Kick the Chair», que ha entrado recientemente en la lista, un «A tout le monde» obligado en Francia por tener el estribillo en su idioma, y un par de temas de su último álbum The Sick, the Dying… and the Dead! (2022). Final de clásicazos siempre efectivo con «Symphony of Destruction», «Peace Sells» y «Holy Wars… The Punishment Due», que fueron coreados por toda la esplanada.
Mustaine sigue destrozando sus Megadeth por Beto Lagarda
Tenía muchas ganas de Megadeth. Esta tenía que ser mi décimo primera vez con ellos y las dos últimas fueron bastante olvidables. Pero tenía fe en ver a un Mustaine defender dignamente esas canciones que me ayudaron a crecer. En las semanas previas a mi cita particular en Clisson escuché mucho Megadeth para calentar mi ambiente. Y bueno, volvió a ocurrir lo de las últimas veces, ver a Mustaine arrastrarse por el escenario no es nada bonito ni siquiera para revivir con nostalgia esas canciones tan inmensas de su repertorio.
Todo empezó con una tríada de canciones menores en las que no solamente reafirmé que las voces de Dave nunca volverán. También le vi errático en su forma de tocar. “The Sick, the Dying… and the Dead!”, “Rattlehead” y “Kick the Chair” lograron enfriarme de tal forma que ni siquiera con “Skin o’My Teeth” y “Tornado of Souls” logré calentar. Era tal mi decepción que decidí no estropear más mis recuerdos de esos conciertos míticos que he podido ver de esta banda tan esencial. Con lo que me lancé hacía el Altar para ver como Dark Tranquility si estaban cumpliendo con creces con su público. Aunque no comentaré nada más sobre los suecos, si os dejaré alguna foto de la banda.
Setlist Megadeth:
The Sick, the Dying… and the Dead!
Rattlehead
Kick the Chair
Skin o’ My Teeth
Tornado of Souls
A tout le monde
We’ll Be Back
Mechanix
Symphony of Destruction
—
Peace Sells
Holy Wars… The Punishment Due
Thursday vencen pero sin enamorar en la Warzone por Beto Lagarda
Hacia ¡20 años! que Thursday no se dejaban caer por Francia. Desde 2009 que no pasan por España. Estas cifras hacían obligado asistir a la siempre maravillosa y apetecible Warzone para ver su despliegue de post hardcore basado en un 66% en sus dos obras más imponentes: Full Collapse (2001) y War All the Time (2003).
La banda de New Jersey liderada por los ya veteranos Geoff Rickly (voz) y Tom Keeley (guitarra) arrancaba enérgicamente con dos himnos atemporales como “For the Workforce, Drowning” y “Cross Out the Eyes”. Demostración de poderío y energía con un Rickly que se ganó cada gota de sudor que baño su cuerpo. Activo, cercano, un portento.
Pero, la poca entrega de un público extremadamente frío teniendo en cuenta el siempre caldeado ambiente de la Warzonedeslució bastante el concierto. Quizás 20 años de ausencia y el no ser una banda “actual” hayan pasado factura a la huella que marcaron los norteamericanos a principios de los 2000. Quien sabe. Personalmente disfruté de su concierto, fue un gozo verles sobre un escenario y poder entrar en el foso a sacarles alguna que otra instantánea. Queda en mi baúl de grupos míticos vistos en Hellfest.
Setlist Thursday:
Visita flash a Graveyard y Shining antes del plato fuerte del día
Si algo tiene el Hellfest, es que muy probablemente haya más de una banda que te interese tocando a la vez, o como en este caso, que tengas que ir de un lado a otro rápidamente porque el tiempo de set de la mayoría de bandas es bastante corto. Tenía curiosidad por ver a Graveyard ya que había oído buenas opiniones de ellos, así que me dirigí a The Valley, que viene a ser el escenario que reúne géneros como el stoner, progresivo o psicodelico. Algo así como el Desert Stage del Resu.
Buenas impresiones de estos suecos, que no dudaré en ver de nuevo si tengo la oportunidad. Rock duro a lo retro con mucha clase y un toque cañero y alocado, recordando a otras bandas como Kadavar. Cuando llegué ya no les quedaba mucho tiempo, pude ver algunos de los temas finales como «The Siren» o «Please Don’t».
Setlist Graveyard:
It Ain’t Over Yet
Twice
Cold Love
Bird of Paradise
Breathe In Breathe Out
Hisingen Blues
Goliath
Rampant Fields
From a Hole in the Wall
Please Don’t
The Siren
Ain’t Fit to Live Here
Justo cuando terminaban, empezaba la actuación de Shining en el Temple, escenario para sonidos más blackers y ambientales. Hay otra banda con el mismo nombre en Suecia, pero en este caso teníamos a los Shining noruegos, que hacen un black experimental con influencias de jazz y progresivo. En este caso repasaban su quinto album Blackjazz (2010) de inicio a fin y en orden, siendo un caramelito para los fans de la banda.
Lamentablemente, yo solo había oído hablar de ellos así que no venía con los temas escuchados, porque vaya locura la que montaron. Llegué justo para un tremendo solo de saxo de Jørgen Munkeby, y con un par de canciones ya tengo claro que a la que pueda me pondré a descubrir su discografía.
Setlist Shining:
The Madness and the Damage Done
Fisheye
Exit Sun
Exit Sun Pt. 2
HEALTER SKELTER
The Madness and the Damage Done Pt. 2
Blackjazz Deathtrance
Omen
21st Century Schizoid Man (King Crimson cover)
El gran espectáculo de Avenged Sevenfold se hace corto
Nunca he sido demasiado fan de Avenged, aunque les conociera hace muchos años mi experiencia con ellos se limitaba a un puñado de sus temas más conocidos. Más o menos hasta que sacaron este nuevo Life Is But a Dream… (2023), un trabajo que me gustó mucho y me sorprendió por lo experimental y lo distinto que es al material por el que son conocidos. Así que este era el momento para verles en directo, ya que no suele haber muchas oportunidades para ello.
En esta gira se centran mucho en el nuevo álbum, y a pesar de tener una hora y media de tiempo, se les hizo muy corto para todo el material que esperarías encontrar en uno de sus bolos. Muchas son piezas largas y con trucos escénicos que acaban consumiendo mucho tiempo, por lo que muchos de sus grandes clásicos, como «Bat Country», «Welcome to the Family» o «Almost Easy» se quedaron fuera.
Sonaron hasta cinco cortes de Life Is But a Dream…, que iniciaba y acababa el concierto. Por las grandes pantallas, las imágenes de los miembros casi siempre con diferentes filtros para cada canción, o hasta usando inteligencia artifical para convertirles en tiempo real en esqueletos y otros personajes tenebrosos. Unos efectos visuales bastante molones a los que ninguna otra banda del festival consiguió acercarse.
Si que tuvimos algunos clásicos como la temprana «Afterlife» o la aclamada «Unholy Confesions», y otras como «Nightmare» o un «Hail to the King» dedicado a Megadeth que quizás son algo más prescindibles. Muy resultonas las nuevas «We Love You» y «Nobody», con partes que no te esperas que se salen de la tónica y el finalazo con «Cosmic», toda una «opera rock» que nos puede hasta recordad a Queen con sus progresiones locas y los solos melódicos de Synyster Gates. En su mayoría es un tema más bien lento y con poca distorsión, pero fue un final mágico aunque no les diera tiempo a los bises que hacen en actuaciones más largas.
M. Shadows dijo que volverían pronto con un set completo, a ver si hay suerte y se trata de una gira que también pase por España…
Avenged Sevenfold no llegan al mínimo aceptable por Beto Lagarda
Me siento con la obligación moral de comentar al respecto del concierto de Avenged Sevenfold. Tenía muchas ganas de verles defender su nuevo disco el cual me parece una maravilla. Pero ya desde el primer momento mi subconsciente me decía: “¿cómo van a conectar estas canciones nuevas con los hits del pasado?”. He tenido la suerte de ver otras veces a Avenged y tengo que comentar que, de lejos, esta ha sido la peor de todas ellas. He visto una banda frágil, una banda pequeña en un escenario enrome que no logran llenar ni con los audiovisuales que presentaban. Lejos queda esa mítica actuación de cabeza de cartel en Download Festival 2018, su primer headliner en un gran festival.
En Clisson repetían como cabezas de cartel tras seis años de ausencia. Ese concierto no llegó al nivel de lo visto en Download y aún así la banda arrasó sin despeinarse. En esta edición vi muy poca conexión entre los miembros de la banda y aún menos conexión entre las canciones del repertorio. Las canciones de su último disco no funcionan en directo pese a las incesantes muestras de virtuosismo de los instrumentistas. Es imposible unir “Mattel” con “Aferlife” y “Hail to the King” y regresar a “We Love You”. IM-PO-SI-BLE. Como tampoco es aceptable cerrar un concierto con dos canciones como “Save Me” y “Cosmic”, dos canciones que suman 18 minutos de duración y no son himnos ni temazos. Tenemos que comprender que la banda se encuentra presentando Life is but a Dream… (2023), eso lo puedo entender, pero en un festival no puedes meter cinco piezas nuevas y solamente siete himnos antiguos (teniendo en cuenta que la citada “Save Me” no es ni siquiera una de las mejores canciones de Nightmare).
Mal por Avenged Sevenfold. Ser cabeza de cartel en un festival como Hellfest no es moco de pavo. Los experimentos deberían quedar para las giras propias. Decepción grande la mía. Por cierto, no hay fotos de Sevenfold, en Hellfest no es fácil (es imposible) lograr hacer fotos a las bandas grandes de Mainstage. No nos autorizan.
Setlist Avenged Sevenfold:
Game Over
Mattel
Afterlife
Hail to the King
We Love You
Buried Alive
Unholy Confessions
Nobody
Nightmare
A Little Piece of Heaven
Save Me
Cosmic
Paso fugaz por las últimas estelas de Sodom por Beto Lagarda
Frente al augurio de que los últimos 20 minutos de Avenged serían largos y tediosos decidí acercarme a ver el último tercio de Sodom que estaban actuando en el Altar. Hace años que no les sigo de cerca pero su thrash teutón siempre es apetecible. Además, aterricé frente a ellos cuando “Agent Orange” arrancaba, ¿qué mejor forma de desconectar de Avenged?
Los veteranos alemanes acusan en cierta medida el paso de los años, hacía siete años que no les veía y detecté que son un torbellino ya de segunda categoría. Aún así, ofrecieron una recta final intensa que hizo vibrar el público allí reunido con canciones como la dura “The Saw is the Law”, la intensa “Remember the Fallen” y un épico cierre con el punch de “Bombenhagel”.
Sodom siempre será una banda que te hace sentir cómodo, siempre viene bien una dosis de su thrash aunque le pesen los años. Al igual que con sus compatriotas Kreator o los brasileños Sepultura. Lejos del Big 4 californiano, hay pocas bandas mejores que estas tres que cito.
Setlist Sodom:
Dropkick Murphys cierran el primer día por todo lo alto
Hellfest no es de esos festivales que terminen muy tarde por la madrugada, pero aún así siempre ponen algún grupo más tras los cabezas de cartel. En este caso teníamos nada menos que a los Dropkick Murphys para un fin de fiesta como se merece. Con la declaración de intenciones que es «The Boys Are Back», ya os podéis imaginar como estaba el público del main stage 2.
En Barcelona ya pudimos comprobar el año pasado cómo se las gastan Ken Casey y los suyos, con sus himnos de punk rock celta no hay quien los pueda detener. «Johnny, I Hardly Knew Ya» revitalizaba el pogo, «The State of Massachusetts» nos ponía a bailar y «Rose Tattoo» siempre es un momentazo emotivo. Poco más que añadir al bolo de unos grandes que arrasan allá a donde vayan. Ahora tocaba recuperar fuerzas, que aún quedaban tres días enteros de música por delante.
Setlist Dropkick Murphys:
The Lonesome Boatman (The Fureys cover)
The Boys Are Back
Prisoner’s Song
Good as Gold
Climbing a Chair to Bed
Johnny, I Hardly Knew Ya
Skinhead on the MBTA
The State of Massachusetts
You’ll Never Walk Alone (Rodgers & Hammerstein cover)
The Hardest Mile
Worker’s Song
Rose Tattoo
Out of Our Heads
The Irish Rover (Joseph M. Crofts cover)
I’m Shipping Up to Boston
Que Enter Shikari me quite las penas por Beto Lagarda
Enter Shikari son una de las bandas más odiadas por los fotógrafos. Doy fe. Las dos veces que he intentado hacerles fotos ha sido un drama. Su juego de luces – flashes mezclado con la hiperactividad de los artistas es una bomba de relojería. Con lo que pido disculpas por la calidad de las fotos.
Si no los conoces, Enter Shikari son un puto torbellino casi a la altura de The Dillinger Escape Plan. Los ingleses con esa mezcla de post hardcore / electronicore / rock alternativo es una de las bandas más frescas y originales del panorama juntamente con los eficientes Electric Callboy. Quizás los alemanes tienen más himnos instantáneos y basan parte de su directo en la teatralidad. Los ingleses tienen menos hitazos y despliegan un directo alocado y con pocas comisuras.
Su show arrancó con “System…” a capella seguido por “…Meltdown” que provocó la locura colectiva en la pista. Los crowd surfings no cesaron, se multiplicaban a medida que avanzaba el concierto. Enter entró cual vendaval que no se apaciguó en la hora que duró su actuación. Te gustará más o menos su estilo ecléctico, pero su entrega y carisma es único.
Setlist Enter Shikari:
Hey, has llegado al final del artículo, ¡gracias!
Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.