Hellfest Summer Open Air 2023 – Día 2: Au revoir Sum 41!

Ruta del día

Escape the Fate – Candy – The Quireboys – Mod Sun – British Lion – Nothing More – Der Weg Einer Freiheit – Skid Row – Unearth – Motionless in White – Alter Bridge – Papa Roach – Gorgoroth – Def Leppard – Machine Gun Kelly – Botch – Mötley Crüe – Sum 41

Segunda jornada en Hellfest, día especial para un servidor, pues tenía ante mi quizás la última oportunidad para ver a Sum 41. Una de las bandas de mi adolescencia que anunció recientemente que este sería su última gira mundial. También quería hacer las paces con Alter Bridge tras muchos años ignorando su presencia en festivales y salas. Y pensar que fui de los pocos que les vi en Razzmatazz 2 en 2010… También tenía mucha curiosidad en ver a Machine Gun Kelly y Botch. Los dos por motivos bien diferenciados, pero eran otro objetivo importante del día.

Todo arrancaba temprano con unos Escape the Fate que apuntan muchas maneras. Los de Las Vegas no son precisamente unos noveles aunque en Europa aún no han despuntado. Buena oportunidad para ver que son capaces de mucho y más, pues Escape the Fate nos regaló 30 minutos de mucha calidad sobre el Mainstage. Banda muy a tener en cuenta pese a que la crítica es muy feroz por su cercanía al emo. Abandonar rápidamente la zona soleada era una necesidad en esta segunda jornada, pues el astro rey apretaba como nunca sobre Clisson. Con lo que ir al Altar a ver Candy era un regalo de los dioses. Aunque la banda me decepcionó bastante, les tenía ganas, pues Heaven is Here (2022) fue un disco importante del pasado curso, pero en directo me aburrieron bastante, con lo que abandoné la zona de confort para volver al sol y no abandonarlo en más de dos horas.

La recta final de The Quireboys me hizo replantear que quizás debería prestarle más atención a la banda británica. Frente a la oferta poca atractiva del momento, la modernez de Mod Sun fue la vencedora en esta batalla de bandas desconocidas y, ¡sorpresa! sin esperarlo Mod Sun ya tiene un nuevo admirador. También rozando el emo y flirteando entre el punk y el rock, el tatuado cantante se dejó la salud para agradar y no paró de agradecer la oportunidad de estar en el cartel del festival. También tiene a la prensa en contra, curioso. Quizás por demasiado moderno, aún no se logra comprender su “estilo”. Pero personalmente me resultó un concierto muy divertido y vigoroso.

Los British Lion de Steve Harris entraban justo a la hora de comer sobre las tablas de Mainstage. Bastante gente que, más que nada, quería ver de cerca a Steve fuera de sus Iron Maiden. Algo parecido me pasó a mi, pues no podía dejar pasar la oportunidad de sacar fotos al bajista más famoso del heavy metal. Por lo demás y como comentaba en el primer artículo sobre Hellfest, aburrido y monótono como el que más. Un proyecto totalmente insustancial. Aprovechar la bajona anímica y el fuerte solazo para hacer un mini tregua e ir a comer algo rápido antes de que Nothing More saltaran sobre Mainstage 2.

Unos Nothing More que se preparaban para uno de los mejores conciertos del día. Los de Texas llevan una década publicando buenos discos y faltaba ver que tal se les daba el directo. No fallaron e incluso mejoraron la idea que tenía sobre ellos. Un show muy dinámico por parte de todos los artistas. Algo parecido pasaría más tarde con Motionless in White. No caen bien, pero tienen un directo muy interesante y también dinámico. Quizás son sus pintas las culpables de que no agraden al público general. Esperaba menos y acabé muy satisfecho de plantarme en frente de la banda para ver su espectáculo.

Der Weg einer Freiheit son una de las mejores bandas de black metal del momento. Los alemanes, fieles a su estilo, ofrecen siempre conciertos excelentes en todos sus aspectos. Quizás no son tan resultones como otras bandas del circuito, pero a la hora de exponer su música en directo, no tiene rival. Soberbia actuación de la banda, una de las mejores de la segunda jornada. Y hablando de black metal, algo más tarde actuaría Gorgoroth en el mismo escenario. Unos Gorgoroth que ya no asustan tanto como antaño pero que logran dotar de la más dura oscuridad todo lo que tocan. Estos si van con atrezzo, aunque tampoco como el de antaño, pero visiblemente son “atractivos” para el espectador menos afín al black metal. Buen concierto de la banda. Otra que no acostumbra a decepcionar.

Referente a Alter Bridge y Skid Row ya comenté sobre las tres bandas en el primer artículo. Excelente la banda de Myles Kennedy con un rock de mucha calidad y un repertorio realmente inmejorable. Esa recta final con “Isolation”, “Blackbird” y “Metalingus” será recordada por un servidor durante el resto de su vida. En cuanto a Skid Row… poco a añadir más que me aburrieron y decepcionaron. Me acerqué curioso por ver el “estreno” del nuevo frontman y salí por patas.

Aún quedaba tiempo para pegarme una fiesta old school con Papa Roach, una de la bandas vencedoras de la jornada. Y no solamente por “Last Resort”. Con Papa Roach cuadró todo, caída del infernal sofoco que nos calentó toda la jornada, repertorio increíble y una entrega genial por parte de la banda. Tenía muchas ganas de ver a la banda de Jacob Shaddix tras su paso por Knotfest Meets Hellfest hace unos cuantos cursos y disfruté de ellos como un enano. Conciertazo.

La sorpresa más grande del día aún tenía que llegar y vendría de la mano de Machine Gun Kelly y su puesta en escena digna de una banda muy mayor. El polifacético artista se comió el escenario e incluso invitó a Tommy Lee a tocar la batería en una de las canciones de su repertorio. Otro que cae mal, por su modernez, sus pintas, su cercanía al emo… pero forma parte del futuro más próximo. Le pese a quien le pese.

Botch regresaban a Europa tras 23 años y no nos ofrecieron un concierto tan especial como uno podía imaginar. Una de las bandas creadoras del mathcore junto a Converge pero este tiempo de vacío les ha dejado en un segundo plano. Mathcore de manual paro con una puesta en escena monótona. Saltos y berridos, pero poco más a destacar. Y para cerrar, la despedida soñada de Sum 41 con un show que ya forma parte de nuestros corazones. Los canadienses tiraron de nostalgia y temas antiguos para emocionarnos como ninguna otra banda del día. ¡Gracias por ser la BSO de mi juventud!

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones