Tenemos nuevo super grupo, o power trío, de la mano de Frontiers, que parece haberse especializado en este tipo de proyectos. Heroes and Monsters nos traen un sonido americano de hard rock del que nunca caduca, del que no se hace viejo, de rock ‘n’ roll rebelde y actitud sleazy.
Un sonido de batería expandido y completo, sumamente moderno y actualizado, con malabares efectivos y golpeando con un punto salvaje y malcriado de Will Hunt (Evanescence, Michael Sweet, Dirty Shirley…). Cantar con los ojos cerrados, apretando los dientes, tensionando las extremidades y mordiéndose la lengua, aunque el bajo retumba y le rebota en sus pelotas es lo de menos para Todd Kerns (Slash, Toque, The Age of Electric, Bruce Kulick Band…). Y una guitarra que parece una apisonadora de tanta candela que le mete el gran Stef Burns (The V.U., Alice Cooper, Y&T…). Estos son los 3 Héroes que parecen como Monstruos (juego de palabras penoso, lo sé).
En “Locked and Loaded” te cortan con el filo de una navaja a lo Slaughter del Wild Life, tienen arañazos de Zeppelin, los Ratt se contonean por el peligroso precipicio de los grandes y buenos tiempos. Siempre es un placer escuchar cantar a seguidores del espíritu de Ray Gillen. ¡Pedazo de tema! “Raw Power” tiene poder y el solo de Stef es demencial, Todd arremete como aquel joven David Reece de los 90 y Will se multiplica con fuertes golpes dominantes. Termina la guitarra solista asesinando de nuevo y mis oídos son testigos. Te someten sin obligarte a la loca fiesta de sustancias saludables para tu mente con la tralla divertida de “Let’s Ride It”, cómica y humorística, circense, pegajosa y sin complejos…la noche puede ser larga. Muy de la época fumadora y excesiva de los Crüe… ¡fiestaaaa!
“Angels Never Sleep” con voces acapella muy de David Readman cuando estira su garganta, una tibia guitarra comienza y cambia para transformarse en un corte raro y de libre interpretación. Sin rumbo fijo pero con atenta atención te secuestra su versátil fibra de sucio pop y glamuroso sleazy con sección rítmica protagonista. Prohibido quedarse dormido. ¡A jugar! Y a mover la cabeza con la Nu Metal Doom Rock (olé las etiquetas inventadas) “I Knew You Were the Devil”. Rock destroyer con riffs a lo Sabbath. Máximo volumen y máxima rabia descubriendo al diablo del rock a ritmo de un revuelto stoner y un heavy denso y pesado. “Break Me (I’m yours)” es Angus Young y la voz de AC/DC que a todos nos hace trempar. Es hímnica en el estribillo, te atrapa como Twisted Sister y se canta a lo Kevin Dubrow, o sea, con las tripas fuera y las manos levantadas. Simple pero efectivo, el rock a veces no necesita nada más.
Que bien suenan los instrumentos en “Blame”, con esa pausa ruidosa pero contenida y la voz en modo alternativo. Te lo explica y lo lanza con comprensión. Todo disco necesita una canción como esta, igual que los íberos necesitamos a nuestros Sôber en algún momento de reflexión. “Don’t Tell Me I’m Wrong” sostenido en el alambre en el principio, equilibrando voces y distorsionando el hard rock para que bailes un post-grunge con alma de blues melódico en el solo de guitarra. Esa maldita batería entrecortada que acelera y se remite al libre albedrío te vacila. Lo clásico se viste de moderno y… ¡eso mola! Muchas influencias suenan y todas son buenas.
¡Y ahí va una! Les queda ni que pintada esta gran versión del “Set Me Free” de los Sweet que tantas veces se ha interpretado. Acelerada y transportada a Los Ángeles del Sunset Boulevard, corriendo por sus garitos con avanzada edad, el tiempo solo es tiempo, ¡y serás joven y libre si te alimentas con esta música! Una pregunta habitual en los buenos y malos tiempos era… ¿Qué atesoran estos músicos en su interior cuando florecen sus sentimientos y componen una canción tan melódica y sugerente como “And You’ll Remain”?… Todas estas bandas manejan las acústicas de maravilla y te impregnan el corazón de emoción y sensibilidad despellejada a lo Aerosmith. Esta sensible y emocionante canción tostada y untada de pura crema Poison, Mr. Big, Slaughter, Tesla, Autograph, Firehouse, Ratt o White Lion, por poner ejemplos. Consiguen hacer hermosas canciones para declarar en un micrófono (con una botella de Jack Daniel’s en la mano y una guitarra en la otra) que en el fondo son unos verdaderos caballeros románticos del hard rock.
En fin… aquí hay energía, intensidad sin temblar las piernas, eléctricos hasta chamuscarte, visceral con arrogancia y macarreo de buen rollo. Como la portada, de un sólo ante el peligro humano y climático con descarga de una devastadora tormenta eléctrica. Un supergrupo o hard-power-trio de héroes que tocan hard rock como auténticos monstruos (lo siento, pero es que el juego de palabras es evidente). En casi 40 minutos y con 10 detonaciones descontroladas la han liado de puta madre.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.