Si existe un grupo que aúne a rockeros, punks, skin heads y toda clase de metaleros, ese ese Motörhead y su icónico y malogrado líder, Lemmy. Etiquetar su música no es fácil. Muchos lo tildan de heavy metal, otros tantos de speed y hasta algunos dicen que los ingleses practican thrash metal. Pero en palabras del señor Kilmister:
«Pues sí, porque yo vengo de antes del metal. Yo toco rock ‘n’ roll y creo que el rock ‘n’ roll es sagrado – para mi lo es. No veo por qué no debe de serlo para los demás.»
Podemos ir un poco más allá y enlazar con el primer párrafo, y ver qué lo que dice Stephen Erlewine, de AllMusic:
«El estilo abrumadoramente rápido y estruendoso fue uno de los estilos más innovadores dentro del género en los años 70, y aunque Motörhead no era punk rock fueron la primera banda metal en demostrar tal energía, creando, en el proceso, el speed metal y thrash metal.»
La canción
La canción que hoy traemos es, posiblemente, el tema más conocido del grupo, el hit más hit de Motörhead, y eso que tienen unos cuantos. Lanzado como single del disco homónimo en 1980, el propio Lemmy considera que es la mejor canción que haya grabado en su vida, aunque no entraremos a opinar, ya que cada cual tiene sus gustos. El propio frontman dijo:
«‘Ace of Spades’ es invencible, aparentemente, pero nunca supe que fuera una canción tan buena. Componerla fue, simplemente, un juego de palabras mezclando temas sobre apostar, todos los clichés. Me alegro de que nos hiciéramos famosos por ella y no por alguna mierda. Eso sí, estuve cantando “the eight of spades” durante dos años y nadie se dio cuenta.»
El single consiguió alcanzar el puesto 15 en las listas. Tuvo su respectivo videoclip, donde vemos al trío defender el tema en un falso directo con sus melenas al viento. Pero pasará a la historia por ser la canción más recordada y representativa de Motörhead. David Konow la considera el “himno definitivo de la banda” en su libro Bang Your Head: The Rise and Fall of Heavy Metal (2002). El canal de televisión estadounidense VH1 la puso en el número 10 de su lista de las mejores canciones de heavy metal de la historia, y mismo puesto en las mejores canciones de hard rock de la historia. La revista Q la incluye en el puesto número 27 de las mejores canciones para guitarra. Ha sido versioneada hasta el infinito y más allá por incontables grupos, desde Metallica hasta Slash, pasando por Ween o X Japan. Tanto es así que, en el primer capítulo de la serie británica The Young Ones, salía el grupo tocando la canción en la sala de estar de la casa de los estudiantes. Un himno clásico como el que más.
La letra
Esta oda al juego y las apuestas podría estar, a día de hoy, bajo la lupa, al tratar un tema tan sensible y socialmente apartado. Pero Lemmy es Lemmy y se la pela(ba) todo. Aquí os traemos la letra traducida:
«Si te gusta jugar
Te digo, soy tu hombre
Ganas algo, pierdes algo
Todo es lo mismo para mí.El placer es jugar
No importa lo que digas
No comparto tu codicia
La única tarjeta que necesito
Es el as de picas
El as de picas.Jugando para el Altísimo
Bailando con el Diablo
Siguiendo la corriente
Todo es un juego para mí.Siete u once
Ojos de serpiente observándote
Duplicar o renunciar
Doble apuesta o split
El as de picas
El as de picas.Sabes que nací para perder
Y el juego es para tontos
Pero así es como me gusta, nena
No quiero vivir para siempre
Y no te olvides del joker.Subiendo la apuesta
Sé que tienes que verme
Observa y llora
La mano del muerto otra vez.Lo veo en tus ojos
Echa un vistazo y muere
Lo único que ves
Sabes que va a ser
El as de picas
El as de picas, uh.»
Curiosidades
A día de hoy se ha dicho todo de la canción, pero podemos rescatar algunas anécdotas. Como, por ejemplo, que Lemmy, tras escribir la canción, se tatuó un as de picas en el brazo, y que tras su muerte, y en su honor, Dave Grohl se hizo uno idéntico. También que, 30 años después de su lanzamiento, el grupo volvió al estudio e hizo una versión bluesera semi acústica para promocionar una marca de cervezas alemana, con el cantante dándole a la armónica y con un resultado cuestionable.
Conclusión
Aquí hay poco que añadir. Te puede gustar el grupo o no. Te puede gustar su rollo o no. Puedes reírte o llorar con los excesos que llevaron a Lemmy a la tumba, pero este «Ace of Spades» es el puto rock ‘n’ roll.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.
