El mundo del rock ha sido testigo de innumerables himnos a lo largo de las décadas, canciones que han dejado una huella innegable en la historia de la música y han trascendido las barreras del tiempo. Entre estas obras maestras del género, «Bark at the Moon» de Ozzy Osbourne se erige como un auténtico Himno del Rock, una composición que ha perdurado en la conciencia colectiva de los amantes de la música a lo largo de más de tres décadas.
Desde su lanzamiento en 1983 como la pista principal de su álbum homónimo, «Bark at the Moon» ha mantenido su posición como un epítome del sonido y la actitud del rock. La canción, con su energía cruda y su letra misteriosa, captura la esencia del género de una manera que pocos temas logran hacer. En este artículo, exploraremos por qué «Bark at the Moon» ha llegado a ser considerada como una de las canciones más emblemáticas del rock, desentrañando su importancia histórica y su influencia duradera en la cultura musical.
Desde los inquietantes acordes iniciales de guitarra de Jake E. Lee hasta la característica voz distintiva de Ozzy Osbourne, esta canción encarna el espíritu rebelde y la oscuridad inherente al heavy metal.
A lo largo de este artículo, desglosaremos la evolución de la canción a lo largo de los años y su lugar en el panteón de los clásicos más clásicos. «Bark at the Moon» es una canción que trasciende las barreras generacionales y continúa resonando con fuerza hoy en día, 40 años después de que viera la luz… o las tinieblas, mejor dicho. Descubriremos por qué esta canción ha resistido la prueba del tiempo y por qué sigue siendo una fuente inagotable de inspiración para músicos, fans y amantes del rock y el metal en todo el mundo.
Preparaos para sumergiros en el mundo de Ozzy Osbourne y de «Bark at the Moon» y descubrir por qué esta canción es, y siempre será, un himno auténtico del rock.
Ozzy Osbourne: más allá de la oscuridad
Ozzy Osbourne, una figura legendaria en el mundo de la música, ha sido un personaje clave en la historia del rock y el metal a lo largo de su extensa carrera que abarca varias décadas. Su impacto en la música es innegable, y su historia es una montaña rusa de éxitos, desafíos, controversias y resiliencia.
John Michael Osbourne nació en Birmingham, Inglaterra, en 1948, y su introducción a la música comenzó cuando todavía era un adolescente. En 1968, se unió a la banda de heavy metal pionera Black Sabbath como vocalista. Con su estilo vocal distintivo y oscuro, Ozzy contribuyó a definir el sonido del heavy metal y el rock pesado en la década de los 70. Álbumes como Black Sabbath (1970), Paranoid (1970) y Master of Reality (1970) se convirtieron en clásicos del género y consolidaron la posición de la banda en la historia del rock.
En 1979, Ozzy fue despedido de Black Sabbath debido a diferencias creativas y problemas personales. Pero este revés no detuvo a la leyenda. En 1980, lanzó su álbum debut en solitario, Blizzard of Ozz, que marcó el comienzo de una carrera en solitario impresionante. El álbum presentó canciones icónicas como «Crazy Train» y «Mr. Crowley», que se convirtieron en himnos del rock en sí mismos. Ozzy demostró ser un artista capaz de reinventarse y seguir siendo relevante a pesar de los obstáculos. Un poco más adelante analizaremos cómo fueron sus inicios en solitario, lejos de Iommi, Butler y Ward.
A lo largo de su carrera, Ozzy ha luchado contra adicciones y problemas de salud mental. Su comportamiento extravagante, incluyendo mordiscos a murciélagos y palomas en conciertos, contribuyó a su notoriedad. Sin embargo, su familia, en particular su esposa Sharon Osbourne, lo apoyó en su lucha por la sobriedad. Esta lucha personal se hizo pública en su exitoso programa de reality The Osbournes (2002-2005), que humanizó a Ozzy y mostró su lucha contra los demonios personales.
Ozzy Osbourne es conocido como el Príncipe de las Tinieblas y ha vendido millones de álbumes en todo el mundo. Su música ha influido en innumerables artistas, y su legado es evidente en la música de bandas de rock y metal contemporáneas, como Pantera, Tool y Ghost. Su capacidad para mantenerse relevante a lo largo de las décadas y continuar llenando estadios en todo el mundo es testimonio de su duradera influencia y carisma en el escenario.
A pesar de haber anunciado su retiro de las giras en 2018, Ozzy Osbourne sigue siendo una figura influyente en la música. En 2020, lanzó su álbum Ordinary Man, que recibió elogios de la crítica y demostró que su creatividad no tiene límites. A pesar de enfrentar desafíos de salud, incluyendo la enfermedad de Parkinson, Ozzy continúa siendo un ícono querido por sus seguidores. Otro claro ejemplo de ello lo representa la buena acogida que ha tenido su más reciente trabajo, el correctísimo Patient Number 9 (2022).
En resumen, la figura de Ozzy Osbourne en el mundo de la música es una de impacto, perseverancia y autenticidad. Desde sus humildes comienzos en Birmingham hasta su estatus como un ícono del rock y el metal, Ozzy ha forjado un camino único e inquebrantable en la industria musical. Su legado perdurará como un recordatorio de la importancia de la autenticidad y la capacidad de superar adversidades en la música y en la vida misma. Ozzy Osbourne es, y seguirá siendo, una leyenda viviente (por favor, no mueras jamás…) de la música.
Más allá del escándalo: una vida de excesos y resiliencia
Queda claro que Ozzy Osbourne es una figura legendaria del mundo de la música. A lo largo de su extensa carrera, ha estado envuelto en numerosos escándalos que han añadido un aura de misterio y notoriedad a su figura.
Uno de los momentos más icónicos y escandalosos de la carrera de Ozzy ocurrió en 1982 durante un concierto en Iowa. En un acto impulsivo, mordió la cabeza de un murciélago que un fanático le arrojó al escenario, creyendo que era un juguete de goma. Ozzy tuvo que someterse a una serie de inyecciones antirrábicas después del incidente. También se le atribuye haber mordido la cabeza de una paloma durante una reunión con ejecutivos discográficos.
También en 1982, Ozzy sufrió una pérdida trágica y devastadora cuando el guitarrista Randy Rhoads, una figura clave en su carrera en solitario, falleció en un accidente de avión. El impacto emocional y profesional de esta pérdida dejó a nuestro príncipe en un estado de profunda tristeza y confusión.
Ozzy ha tenido varios encuentros con la ley a lo largo de los años debido a su comportamiento errático y sus problemas de adicción. En 1984, fue arrestado por comportamiento público desordenado en Memphis. En 1989, fue arrestado nuevamente por intento de estrangulación de su esposa, Sharon, durante un episodio de abuso de sustancias. Estos incidentes pusieron de manifiesto su lucha contra la adicción.
Su participación en el reality The Osbournes ofreció una mirada íntima a la vida de Ozzy y su familia. Aunque no fue un escándalo en el sentido tradicional, el programa expuso la vida familiar turbulenta y a menudo caótica de los Osbourne. La exposición mediática llevó a un aumento en la notoriedad de la familia.
En años más recientes, Ozzy se ha enfrentado una serie de desafíos de salud, incluyendo su diagnóstico de la enfermedad de Parkinson en 2020. Estos problemas de salud han planteado preguntas sobre su capacidad para seguir actuando en vivo y han generado preocupación entre sus seguidores.
A pesar de estos escándalos y desafíos personales, Osbourne ha demostrado ser increíblemente resiliente. Ha luchado contra la adicción y ha trabajado en su sobriedad con el apoyo de su familia. A pesar de sus altibajos, su influencia en la música y su capacidad para mantenerse en el centro de atención son innegables.
En última instancia, la historia de Ozzy Osbourne es un recordatorio de que, detrás de la imagen del Príncipe de las Tinieblas, hay un ser humano con sus propios demonios personales. A lo largo de su vida, ha enfrentado obstáculos extraordinarios y ha seguido adelante, mostrando una resiliencia asombrosa en su búsqueda de la redención y la continuidad en la música. Su legado sigue siendo indeleble, y su vida, con todos sus escándalos y triunfos, es una lección de fortaleza y determinación.
El amanecer de la carrera en solitario de Ozzy Osbourne: de Blizzard of Ozz a Bark at the Moon
La carrera en solitario de Ozzy Osbourne, después de su salida de Black Sabbath en 1979, marcó un nuevo capítulo en la historia del rock y el metal. Durante el período que abarca desde su álbum debut en solitario, Blizzard of Ozz, en 1980, hasta la publicación de Bark at the Moon en 1983, Ozzy experimentó una metamorfosis musical y alcanzó nuevos niveles de éxito como artista en solitario.
El álbum debut en solitario de Ozzy Osbourne, Blizzard of Ozz, marcó el comienzo de su carrera en solitario después de su separación de Black Sabbath. El álbum presentó una formación excepcional de músicos, incluyendo al virtuoso guitarrista Randy Rhoads, el bajista Bob Daisley y el batería Lee Kerslake. El sonido de Blizzard of Ozz era fresco y enérgico, con canciones icónicas como «Crazy Train» y «Mr. Crowley». Estas pistas rápidamente se convirtieron en himnos del rock y consolidaron la posición de Ozzy como un ícono del género.
Su segundo álbum en solitario, Diary of a Madman, continuó con el éxito de su predecesor. Este álbum incluye canciones notables como «Over the Mountain» y «Flying High Again». Además, destacó el excepcional trabajo de guitarra de Randy Rhoads, que contribuyó en gran medida a la identidad sonora de Ozzy en solitario.
La carrera en solitario de Ozzy Osbourne sufrió un golpe devastador en 1982 cuando el guitarrista Randy Rhoads falleció trágicamente en un accidente de avión. La pérdida de Rhoads fue un duro golpe tanto personal como profesional para Ozzy, quien consideraba a Rhoads un amigo cercano y colaborador esencial en su música.
A pesar de la trágica pérdida de Rhoads, Ozzy continuó su carrera en solitario con el lanzamiento de Bark at the Moon en 1983. El álbum presentó al nuevo guitarrista Jake E. Lee y en éste destacan canciones como el tema principal «Bark at the Moon» y «So Tired», primer y segundo single respectivamente. Aunque el sonido del álbum mostró una dirección ligeramente diferente, aún mantuvo la esencia distintiva de Ozzy y consolidó su posición como un ícono de la música.
Esta primera etapa de su carrera en solitario fue un período de éxito, evolución y desafíos. A pesar de la trágica pérdida de Randy Rhoads, Ozzy continuó forjando su propio camino en la música y manteniendo su estatus como una figura influyente en el rock y el metal. Estos álbumes siguen siendo elementos fundamentales del legado de Ozzy y han dejado una huella perdurable en la historia de la música.
Bark at the Moon: la genialidad pasada desapercibida de Ozzy Osbourne
Mi primer encuentro con un álbum de Ozzy creo que fue con Ozzmosis (1995), pero Bark at the Moon fue el segundo en mi colección. Ya había tenido algún contacto con la música de Sabbath y de Ozzy, y de hecho, junto con un pequeño empujón de Metallica y Iron Maiden, fue lo que me hizo entrar en el mundo del metal. Pero algo que me desconcierta es por qué existen tantos fans de Ozzy a los que no les gusta demasiado este álbum.
Después de la trágica pérdida del brillante guitarrista Randy Rhoads, Ozzy trató de trabajar con otros músicos hasta que finalmente encontró a otro virtuoso de las seis cuerdas, Jake E. Lee, un guitarrista con rapidez y técnica, pero con un sonido más acorde a los años 80 que Randy. Cuando comienza la legendaria canción principal, de inmediato se percibe que la música de Ozzy ha cambiado. Es como si hubiera evolucionado desde el sonido clásico del heavy metal de sus dos primeros álbumes hacia un estilo similar al de 1984 (1984) de Van Halen, pero con raíces en el heavy metal. «You’re No Different», el segundo corte del álbum, muestra que Ozzy no ha renunciado a las baladas, y esta en concreto es realmente agradable. «Rock ‘n’ Roll Rebel» es otro tema potente, con un gran riff y numerosos solos a cargo de Lee. Además, contiene voces impresionantes, mostrándonos la mejor versión posible del bueno de Ozzy. «Centre of Eternity», la primera de la cara B, es una canción que a veces pasa desapercibida, pero que en mi humilde opinión es excepcional. Comienza con una magnífica introducción de teclado a cargo de Don Airey, y luego se convierte en una canción de heavy metal rápida con un brillante trabajo en la guitarra. «Waiting for Darkness» es otro tema que merece mención, debido a su orientación pop, pero que conserva una oscuridad que encaja a la perfección con la figura Ozzy y este álbum.
En cuanto a la producción, es bastante notable, dependiendo de la edición que elijas/escuches. La remasterización que por ejemplo se puede escuchar en Spotify suena bien, pero es muy diferente de la versión original. Así que ya sabes qué edición has de escuchar si nunca antes les has hincado el diento a este Bark at the Moon. La edición original representa fielmente cómo sonaba el álbum originalmente.
El elenco de músicos es grandioso, aunque es una formación un tanto peculiar que no se hizo famosa. Incluye a todos los grandes nombres, pero la única incorporación nueva es la de Jake E. Lee, quien alcanzó la fama después de este álbum. Todos ellos hacen un trabajo excepcional, especialmente Jake, que es un guitarrista extremadamente subestimado. Las voces de Ozzy también están en un nivel realmente alto en este álbum, convirtiéndolo, posiblemente, en mi favorito de él en términos vocales.
Grandioso álbum que no ha sido olvidado, aunque parece que no recibe todo el amor que quizá merezca. No logro entenderlo, la verdad. Vale, es cierto que tiene sus pequeñas subidas y bajadas, pero en la historia de la música, son muy pocos los álbumes que carecen de ellas. Por ejemplo, «So Tired» es una de las canciones más flojas y aburridas que Ozzy haya interpretado. Además, la batería, en particular el bombo, podría haber tenido un poco más de protagonismo en la mezcla, aunque si tienes la edición original, no habrá problema.
A pesar de esta percepción negativa por parte de algunos fans, es importante destacar que Bark at the Moon sigue siendo un álbum respetado en la discografía del artista y contiene canciones que han sido interpretadas en sus conciertos a lo largo de los años. El álbum, en última instancia, refleja una evolución en la música y la carrera de Ozzy, y ha encontrado su lugar en la historia del rock y el metal. Lo dicho: genial trabajo. Ozzy, te queremos.
El aullido de la oscuridad: así suena «Bark at the Moon»
La canción «Bark at the Moon» es, sin lugar a dudas, uno de los temas más emblemáticos de Ozzy Osbourne, y me atrevería a decir del heavy metal. Lanzada en 1983, la canción es una composición poderosa y oscura que combina la característica voz de Ozzy con la destreza musical de su banda de respaldo en ese momento.
La letra de «Bark at the Moon» es enigmática y sugiere una historia de horror y oscuridad. La canción cuenta la historia de un hombre lobo que aúlla a la luna, buscando liberarse de su maldición. La temática de la transformación y la lucha contra la oscuridad está presente en toda la canción. La luna llena es un símbolo recurrente en la cultura del horror y la licantropía, y la canción se adhiere a esta tradición al retratar a un ser atrapado entre la humanidad y la bestialidad.
Musicalmente, «Bark at the Moon» es una muestra del sonido característico del heavy metal de los años 80. El guitarrista Jake E. Lee aporta riffs poderosos y un solo memorable que se ha convertido en una parte icónica de la canción. La batería de Tommy Aldridge (Gary Moore, Whitesnake, Ted Nugent) y el bajo de Bob Daisley (Rainbow, Gary Moore, Uriah Heep) impulsan la canción con una energía frenética. La voz distintiva de Ozzy, llena de emoción y dramatismo, da vida a la temática oscura y misteriosa de la canción.
«Bark at the Moon» marcó un punto de inflexión en la carrera en solitario de Ozzy Osbourne tras la muerte de Rhoads. El sonido de Bark at the Moon era más moderno y menos melódico que los dos álbumes anteriores, que habían sido altamente elogiados. La canción principal del álbum, con su enfoque más orientado al metal de los años 80, ayudó a Ozzy a mantenerse relevante en una época en la que el género estaba evolucionando.
«Bark at the Moon» ha sido un pilar de los conciertos de Ozzy a lo largo de los años y sigue siendo una de las canciones más queridas por sus seguidores. Solo «Crazy Train«, «I Don’t Know«, «Suicide Solution«, «Mr. Crowley» y los clásicos de Black Sabbath «Paranoid« y «Iron Man», han sido interpretadas en directo más veces. El videoclip de la canción, que presenta a Ozzy luchando contra una variedad de criaturas oscuras, se ha convertido en un clásico en el mundo de los videos musicales.
En resumen, «Bark at the Moon» es una canción icónica de Ozzy Osbourne que combina letras misteriosas con un sonido de potente y enérgico sonido metal. Marca una etapa importante en la evolución de su carrera en solitario y sigue siendo una de las canciones más queridas y representativas de su repertorio. La canción encarna la temática oscura y el atractivo del horror que han sido una parte fundamental de la estética y la música de Ozzy a lo largo de su carrera.
El icónico videoclip y la magia de Rick Baker
El videoclip de «Bark at the Moon», el cual podéis ver al final este artículo, es una pieza icónica de la cultura pop de los años 80 y un ejemplo destacado de cómo la música y el cine se fusionaron en ese período. Dirigido por el renombrado director de cine de terror David Mallet, el video fue lanzado en 1983 junto con la canción homónima y rápidamente se convirtió en un elemento destacado en la carrera en solitario de Ozzy.
El rodaje del videoclip no estuvo exento de desafíos. La trama del video gira en torno a Ozzy Osbourne interpretando el papel de un científico loco —idea claramente basada en la novela Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde (1886)— que realiza experimentos en un castillo gótico. En un momento culminante, Ozzy se somete a una transformación en un hombre lobo, tras beberse una pócima de dudoso color y sabor, lo que se logró con efectos especiales notables para la época. El video también presenta el posterior internamiento en un hospital psiquiátrico, ejecución, funeral, entierro y resurrección de Ozzy en un ambiente tan kitsch como surrealista. Por cierto: qué pésimo actor que está hecho el Sr. Osbourne.
Durante la filmación, Ozzy tuvo que soportar condiciones difíciles. Estuvo bajo un calor sofocante en el disfraz de lobo, que era pesado y restrictivo. Además, en un momento del video, tenía que saltar desde una gran altura en una escena que lo llevaba a una piscina. La dificultad radicaba en que, debido a su maquillaje de lobo, Ozzy no podía ver con claridad y tenía que confiar en su intuición para el salto. Estas condiciones, junto con la intensidad del rodaje, hicieron que fuera una experiencia físicamente agotadora.
El impresionante maquillaje utilizado en el videoclip fue obra de el artista estadounidense Rick Baker, quien es una leyenda en la industria del cine por su trabajo en efectos especiales y maquillaje en películas de terror y ciencia ficción. Baker es conocido por su capacidad para transformar a los actores en criaturas aterradoras y realistas, y su trabajo en «Bark at the Moon» no fue la excepción. También trabajó en el vídeo de «Thriller» de Michael Jackson, en la mítica película de terror An American Werewolf in London (1981), en la genial Gremlins 2: The New Batch (1990) y en uno de los filmes de culto de Tim Burton, Ed Wood (1994).
El maquillaje de Ozzy para la transformación en hombre lobo fue particularmente sobresaliente. Baker logró crear un aspecto aterrador y auténtico que se ha convertido en una imagen icónica de la cultura del heavy metal y el rock. El proceso de maquillaje tomó varias horas y requirió una combinación de prótesis, pintura y detalles minuciosos para lograr el efecto deseado.
El videoclip de «Bark at the Moon» se ha mantenido en la memoria colectiva de los fans de Ozzy Osbourne y de la música en general. Su combinación de música, efectos especiales impresionantes y maquillaje magistral lo convirtieron en una obra de arte visual que se suma a la estética oscura y atractiva que ha caracterizado a Ozzy a lo largo de su carrera. El video sigue siendo una referencia en la historia de los videos musicales y un recordatorio del poder de la música y el cine para crear experiencias visuales memorables.
Por cierto, a modo de curiosidad, el batería que aparece en el videoclip es Carmine Appice (Cactus, King Cobra, Rod Stewart, Vanilla Fudge), y no Tommy Aldridge. La razón por la que Appice aparece en lugar de Aldridge está relacionada con una serie de complicaciones y circunstancias que rodearon la grabación del video.
Inicialmente, Tommy Aldridge fue el batería que tocó en la canción. Sin embargo, durante la filmación del videoclip, sufrió una lesión en su mano que le impidió participar en la grabación. Como resultado de esta lesión, Carmine Appice, quien ya era un batería reconocido y había trabajado anteriormente con Ozzy Osbourne, se unió para tocar la batería en el video.
La letra
A pesar de que la letra se le atribuyó exclusivamente a Osbourne, «Bark at the Moon» fue co-escrita con el guitarrista Jake E. Lee y el bajista y letrista Bob Daisley. Lee afirma que fue amenazado con la terminación de su contrato por la esposa y mánager de Osbourne, Sharon, si se negaba a firmar un contrato de 1983 que establecía que renunciaría a sus derechos de composición y publicación. En 2003, Daisley presentó una demanda contra los Osbourne, reclamando todos los royalties perdidos por sus importantes contribuciones como letrista.
«Screams break the silence
Waking from the dead of night Vengence is boiling He’s returned to kill the lightThen when he’s found who he’s looking for
Listen in awe and you’ll hear him Bark at the moonYears spent in torment
Buried in a nameless grave Now he has risen Miracles would have to saveThose that the beast is looking for
Listen in awe and you’ll hear him Bark at the moon Hey yeah, bark at the moonThey cursed and buried him along with shame
And thought his timeless soul had gone (gone) In empty burning hell, unholy one But he’s returned to prove them wrong, so wrong Oh, yeah babyHowling in shadows
Living in a lunar spell He finds his heaven Spewing from the mouth of hellThose that the beast is looking for
Listen in awe and you’ll hear him Bark at the moon Hey yeah, bark at the moon Hey yeah, bark at the moon Oh, oh yeah, bark at the moon»
Interpretación de la letra
La canción «Bark at the Moon» habla de un tema oscuro y misterioso que parece estar inspirado en elementos de la literatura gótica y el horror. La canción narra la historia de un ser que ha experimentado años de tormento y ha sido enterrado en una tumba sin nombre. Sin embargo, esta figura ha resucitado y ha regresado con sed de venganza.
El individuo descrito en la canción parece estar buscando a alguien o algo específico, y su regreso se percibe como un acto de justicia o venganza. A lo largo de la canción, se hace referencia a su aullido a la luna, como si la luna estuviera vinculada de alguna manera con su búsqueda y su furia. La luna llena y la noche se utilizan como elementos simbólicos que refuerzan la atmósfera oscura y misteriosa de la canción.
La canción que evoca una sensación de oscuridad, resurrección y venganza, con una fuerte carga emocional y una narrativa enigmática. La letra de la canción se presta a interpretaciones variadas y es un ejemplo de la habilidad de Ozzy Osbourne para crear atmósferas intrigantes en su música.
«Screams break the silence
Waking from the dead of night Vengence is boiling He’s returned to kill the light»
Las primeras líneas de la canción establecen un tono inquietante y oscuro. Aquí se describe un escenario en el que los gritos rompen el silencio, lo que sugiere un despertar abrupto y perturbador de la tranquilidad de la noche. La palabra «vengeance» («venganza») indica una sed de justicia o represalia, y se menciona que alguien ha regresado con la intención de extinguir la luz.
Estas líneas crean una atmósfera de suspense y tensión, sugiriendo que la canción narrará una historia de resurrección y búsqueda de venganza. La combinación de elementos como los gritos, la noche y la venganza contribuye a la temática oscura y misteriosa de la canción.
«Then when he’s found who he’s looking for
Listen in awe and you’ll hear him Bark at the moon»
Aquí se hace referencia al momento en que el personaje central de la canción encuentra a la persona o entidad que está buscando. Cuando este encuentro ocurre, se describe que el personaje «bark at the moon» («aúlla a la luna»), invitando a aquellos que lo escuchan a sentir asombro y misterio.
Esta imagen sugiere que el aullido a la luna es una manifestación de su emoción y determinación en su búsqueda. La luna llena y la noche se utilizan como símbolos de la oscuridad y la resurrección en la canción, y el aullido a la luna se convierte en un acto simbólico de rebelión y venganza.
Estas líneas refuerzan la idea de que la canción es una narrativa enigmática y oscura que juega con temas de resurrección y venganza en un contexto de horror y misterio. La luna se convierte en un símbolo de esta búsqueda y del aullido que acompaña al personaje en su búsqueda.
«Years spent in torment
Buried in a nameless grave Now he has risen Miracles would have to save»
Enel segundo verso se detalla la historia del personaje central, quien ha pasado años en tormento y ha sido enterrado en una «nameless grave» («tumba sin nombre»). Sin embargo, la canción indica que este individuo ha resucitado, lo que se percibe como un evento milagroso.
La descripción de años de tormento y el hecho de estar enterrado en una tumba sin nombre sugieren que el personaje ha sufrido mucho y ha experimentado un destino oscuro. La referencia a la resurrección subraya la determinación del personaje y su regreso para buscar venganza o justicia. La línea «Miracles would have to save» («Milagros tendrían que salvar») sugiere que la situación es tan desesperada que solo un milagro podría cambiarla.
En conjunto, estas líneas contribuyen a la narrativa de la canción, donde un individuo aparentemente condenado se levanta de su pasado y regresa con un propósito oscuro.
«Those that the beast is looking for
Listen in awe and you’ll hear him Bark at the moon Hey yeah, bark at the moon»
Esas líneas hacen referencia a la figura central de la canción, el ser que ha resucitado y busca a alguien o algo específico. Está llamando la atención de aquellos que están en su búsqueda, invitándolos a escuchar su aullido a la luna, que es una manifestación de su ira y sed de venganza.
La repetición de «Bark at the moon» en el estribillo enfatiza la idea de que esta figura está expresando su furia y determinación a través de su aullido a la luna. La luna llena y la noche se utilizan como símbolos de oscuridad y resurrección en la canción, y el aullido a la luna se convierte en un acto simbólico de rebelión y venganza.
«They cursed and buried him along with shame
And thought his timeless soul had gone (gone) In empty burning hell, unholy one But he’s returned to prove them wrong, so wrong Oh, yeah baby»
En esta nueva estrofa se resume la narrativa de la canción de una manera impactante. Describen cómo el personaje central de la canción fue maldito, enterrado con vergüenza y dado por perdido. La sociedad o aquellos que lo condenaron creyeron que su alma eterna se había ido para siempre y que había sido condenado a un infierno ardiente y profano.
Sin embargo, la canción revela un giro inesperado al declarar que este ser ha regresado para demostrarles que estaban equivocados. Su resurrección y su determinación para buscar venganza desafían las expectativas y las creencias de quienes lo habían condenado.
Estas líneas finales subrayan el tema de la venganza y la determinación que impregna toda la canción. El personaje se levanta de las cenizas de su pasado y regresa para hacer justicia, desafiando a aquellos que lo habían condenado.
«Howling in shadows
Living in a lunar spell He finds his heaven Spewing from the mouth of hell»
A continuación, y ya llegando al final, se continúa pintando un cuadro oscuro y misterioso. Aquí se describe al personaje central como aullando en las sombras, viviendo bajo un «lunar spell» («hechizo lunar»). Esta imagen sugiere que el personaje está bajo la influencia de la luna y la noche, lo que le otorga un poder sobrenatural.
La línea «He finds his heaven» («Encuentra su paraíso») es intrigante ya que sugiere que el personaje encuentra su satisfacción o redención en su búsqueda y su sed de venganza. Sin embargo, esta satisfacción está vinculada a la oscuridad y la «mouth of hell» («boca del infierno»). Esta imagen describe cómo el personaje encuentra un tipo de éxtasis o redención a través de la venganza y el caos, incluso si esto implica actos oscuros.
En conjunto, estas líneas finales resumen la naturaleza enigmática y a menudo perturbadora de la canción. La luna y la noche siguen siendo elementos simbólicos importantes, y el personaje central se ve impulsado por fuerzas misteriosas y oscuras en su búsqueda de venganza. Las imágenes de la canción crean una atmósfera de misterio y emoción, lo que la convierte en una de las canciones más emblemáticas de Ozzy Osbourne.
Conclusión
La figura de Ozzy Osbourne y su célebre tema «Bark at the Moon» ocupan un lugar destacado en la historia del rock y el metal. Ozzy ha dejado su tan distintivo sello en la música a lo largo de décadas, y «Bark at the Moon» representa un hito significativo en su carrera en solitario.
Esta canción no solo es un ejemplo sobresaliente de la música de Ozzy, sino que también simboliza la evolución constante de su sonido y estética a lo largo de los años. Con letras enigmáticas y un sonido de heavy metal enérgico, la canción encapsula la esencia oscura y misteriosa que ha caracterizado a Ozzy desde sus primeros días en Black Sabbath. La interpretación de Ozzy y su capacidad para transmitir emoción a través de su voz se destacan en esta canción, lo que la convierte en un himno reconocible al instante.
El videoclip de «Bark at the Moon» añade otra dimensión a la importancia de la canción. y se ha convertido en un hito visual que fusiona la música con el cine en una obra de arte oscura y emocionante. El proceso de creación del videoclip, aunque desafiante, resultó en una pieza que sigue cautivando a las audiencias con su creatividad y su estética gótica.
La carrera de Ozzy Osbourne, tanto con Black Sabbath como en solitario, ha influido en generaciones de músicos y fanáticos del rock y el metal. Su personalidad extravagante y su música han contribuido a dar forma a la cultura del heavy metal y al mundo del entretenimiento en general. «Bark at the Moon» es una parte fundamental de este legado y ha demostrado que Ozzy sigue siendo un ícono indiscutible en la música.
En última instancia, la figura de Ozzy Osbourne y este «Bark at the Moon» que hoy está de cumpleaños trascienden las barreras del tiempo y continúan inspirando a nuevas generaciones de amantes del rock y el metal. Su importancia no solo radica en su impacto en la música, sino también en su capacidad para conjurar emociones, contar historias y proporcionar una experiencia inolvidable. Ozzy Osbourne es un verdadero titán del rock, y «Bark at the Moon» es solo una prueba más de su legado eterno en el mundo de la música.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.