Los maños Himura llevan dando guerra desde finales de la década de los 2000 con su death metal/grindcore sencillo pero efectivo y sobre todo reivindicativo y crítico con este sistema podrido que nos rodea. Tras una demo del año 2008 sacaron su primer disco Tiempos de vida hostil (2010) al que le siguieron varios splits y otro LP en 2016 llamado Exterminio, trabajos con los que realizaron bastantes conciertos tanto en España como en Europa compartiendo escenario con grandes nombres de la escena. Tuve la oportunidad de verles en una edición del Cornucopia y fueron una bestia devastadora sobre el escenario.
El pasado mes de abril salió a la luz su último disco Alerta Biológica (editado en vinilo por 783 punx (UK), Wooaaargh (Ger), Sedation (Ita), Hecatombe Records, No Humano Records, Muerte Matar, Grindetxe, Impure Records y en CD por Hecatombe Records), un trabajo que se mueve entre un correoso, primigenio y potente death metal con aceleraciones de auténtico grindcore old school. Las estructuras de las canciones son bastante simples pero esto es grind con esencia punk. Tiene una producción correcta en la que se pueden apreciar todos los instrumentos con esa suciedad patente en cada corte.
Las canciones son cortas, con una media de dos minutos en las que encontramos ritmos de cadencia lenta, momentos bastante tribales con un gran protagonismo de la batería. Otras partes son una locura sin freno en la que las guitarras toman el control arropadas tanto por el prominente bajo y la corrosiva voz de Mario que aunque cuesta mucho distinguir que canta dota al conjunto de un ambiente pútrido muy sugerente.
En la pista número nueve nos encontramos un interludio en el que escuchamos una conversación extraída de una película que da bastante mal rollo (aunque no exenta de pura realidad) que nos da paso a la canción que da título al disco. Aquí pisan el acelerador desde el primer instante y no paran de coger velocidad en un festival de casquería.
Sigue el disco con la misma dinámica alternando entre estilos en las que incluso añaden algunos ingredientes diferentes pero sin salirse de los cánones que dictan como debe ser el grindcore y aquí sí que creo que deberían arriesgar un poco más ya que aptitudes tienen de sobras.
El disco se pasa en un suspiro aunque tenga 15 pistas siendo de fácil escucha así que si os gusta el estilo y grupos como Nasum, Napalm Death o Repulsion seguro que este disco os hará mover las cervicales y hacer el cabra sin ningún problema. Si tenéis la oportunidad de verles en acción os dejarán la cabeza del revés, os lo aseguro.
Podéis encontrar sus discos en su Bandcamp.