Comenzaré esta reseña compartiendo con vosotros una pequeña confesión existencial. Y es que estoy comenzando a dudar de mi aptitud para vivir como un adulto responsable, capacitado para tomar sus propias decisiones. Porque de un tiempo a esta parte cada vez que se me ocurre coger un disco, una peli o un cómic acabo tragándome una mierda tan grande que cualquier ser con un mínimo de inteligencia habría podido esquivarlo con facilidad. Quiero decir, ¿quién decide ver una película de Eddie Murphy con la esperanza de que pueda ser medio decente? Terrible amigos, terrible.
Así pues, en medio de esta tendencia a sabotear mi propio bienestar se me ocurrió reseñar el último disco de Hollywood Undead: New Empire, Vol. 1. ¿Por qué lo hice? Pues porque mi mente de aficionado a la literatura fantástica es más simple que el mecanismo de un botijo y tan solo necesita que le metas palabras con connotaciones épicas como empire, destiny, glory o darkness para caer en la trampa. Lo cual, os lo garantizo, no es un buen método de criba. Hay demasiada basura recubierta de adornos rimbombantes.
Para los puretas del público que no sepan de que va la movida he aquí una explicación rápida: Hollywood Undead es un grupo de rap rock procedente de Los Angeles que lo ha petado bastante y que tiene como rasgo más llamativo el uso de máscaras por parte de sus integrantes. Lo que vendría a ser una mezcla de Slipknot con Limp Bizkit, para que nos entendamos. Suficiente para provocar náuseas y gritos de horror a más de uno. Y sí, no voy a negar que cada vez que he escuchado uno de sus álbumes he arrojado la mitad de las canciones que los componían a la basura sin contemplaciones. Pero si me decidí a analizar este álbum, si han conseguido que preste atención a cada uno de sus lanzamientos, es porque en todos ellos han sido capaces de incluir cortes sensacionales capaces de darle la vuelta a la situación y que olvides todo lo demás. Y de acuerdo, ya puestos podríamos pedir que fuesen capaces de hacer un disco que valiese la pena en su totalidad, pero tampoco vamos a ponernos quisquillosos, que al fin y al cabo vivimos en un mundo en el que los artistas se están planteando la caducidad del álbum como formato. Mejor poco que nada.
Así pues mi reseña podría haberse basado en la búsqueda de aquellos temas que justificasen la existencia de este nuevo trabajo de Hollywood Undead. El problema surge cuando empiezas a dar vueltas y vueltas y el oro que te habían prometido no aparece por ninguna parte. ¿Dónde están esos cortes que debían meterte un chute de energía suficiente para arrancarle la cabeza a tu jefe en un mal en el trabajo? Pues vete a saber, pero aquí desde luego no.
Pero vayamos por partes. New Empire, Vol. 1 supone un cierto distanciamiento respecto a sus anteriores trabajos, al constituir una obra más homogénea y que reduce las diferencias estilísticas entre sus diferentes piezas. Debido a su naturaleza híbrida, los discos de Hollywood Undead siempre habían constituido un mosaico de múltiples colores, recorriendo amplios espacios musicales que enfatizaban en mayor o menor medida sus diferentes facetas. Lo cual a menudo daba para auténticos bodrios, pero también para obras originales y con algunos grandes aciertos. Pero con este álbum han intentado reinventar su sonido y personalidad como grupo, adoptando un enfoque más cercano al rock moderno y su profusión de efectos electrónicos frente a la personalidad más directa y callejera de la que hacían gala antes. Un experimento que juega en detrimento del grupo, al acoplarse a un molde mucho más genérico y que hace pasar su música por un filtro artificial y carente de poderío. Las bases pre-programadas y los sintetizadores envuelven cada centímetro de la música que despliegan, amortiguando su impacto y reduciéndola a una sustancia prefabricada que no desentonaría en las radios comerciales. Incluso aquellos temas que prescinden de los arreglos rockeros para situarse en el rap puro, como “Killin’ It” o “Nightmare” adolecen de esta falta de carisma y vigor, como si hubieran renunciado a cualquier esfuerzo para limitarse a garabatear la fórmula de éxito del hip-hop actual.
Algunos cortes presentes en el álbum constituyen débiles ecos de la fuerza que el grupo había demostrado que era capaz de invocar, y aunque el estribillo de “Time Bomb”, canción que abre el disco, resulta demasiado edulcorado es una pieza directa y capaz de guiarnos con acierto al interior de este “nuevo imperio” de Hollywood Undead. Curiosamente, diría que las mejores canciones son aquellas en las que cuentan con las colaboraciones de otros artistas: “Upside Down”, donde se apoyan en la voz del cantante de Sleeping With Sirens Kellin Quinn para ensamblar un tema fresco y con instrumentos mucho más afilados que en sus compañeros de tracklist, y “Second Chances”, canción en la que Benji Madden, de Good Charlotte, demuestra sus habilidades vocales junto a un Danny pletórico en una melodía álgida y henchida de emoción, dando forma a lo mejor de este álbum.
Por desgracia en New Empire la munición se acaba pronto y muchos son los peligros que siguen al acecho. A las ya mencionadas “Killin’ It” y “Nightmare”, se añaden para el suicidio colectivo “Already Dead” y “Empire”: aburridas, con estribillos robóticos, un desarrollo flojo y capacidad para generar emoción nula. “Enemy” camina por la misma línea y pese a contar con secciones muy potentes, se enreda en sus propios cambios de registro para no ser capaz de despegar. Pero quizá lo más triste sea ver cómo “Heart of a Champion” queda enterrada por su propia grandilocuencia pues gracias a su poderosa melodía, el gran juego de voces del grupo y los magníficos coros que acompañan los momentos clave podría haber sido el principal acierto del disco. Y sin embargo todo ello queda dislocado en una obra ampulosa que parece incapaz de caminar por el peso del oropel. El mejor símbolo del fracaso de este álbum a la hora de alcanzar un nuevo destino.
En definitiva, el experimento de Hollywood Undead intentando evolucionar hacia algo más “serio” ha degenerado en algo que sería mejor sacrificar de un balazo para que dejara de sufrir. Pese a contar con alguna cosa salvable, e incluso un gran tema como es “Second Chances”, tiemblo al pensar en las atrocidades que pueden llegar a cometer si insisten en seguir por este camino. Por lo pronto aún tiene que llegar la segunda parte de este New Empire, que por lo que han dicho estará más enfocado al rap. Mejor voy poniendo las balas en el cargador.