Estamos de enhorabuena, pero no ahora, llevamos muchos años en que la calidad de nuestra escena no tiene nada que envidiar a cualquier referencia de fuera. Aunque no nos encontramos precisamente ante unos jovenzuelos, pues estos melenudos llevan ya cerca de 20 años tocando al 11. Algunos de sus miembros son viejos conocidos de otras formaciones. Para los extremos veteranos del lugar, seguro que conocéis a Avulsed, referente nacional en el death metal y pilar básico de los Holycide que nos ocupa. Dave Rotten es su fundador y el encargado de descargar la rabia en letra y voces.
No deja de ser curioso que tras 16 años únicamente cuenten con un EP y dos discos en el mercado, pero si pensamos en la cantidad de proyectos en los que andan involucrados cada uno de los miembros no es de extrañar tan poca actividad.
Siguiendo la estela de los grupos americanos del género -no solo coinciden con Havok en que ambos cantantes se llamen David Sánchez-, políticamente comprometidos y críticos con la el poder gobernante, se basan en la aberrante figura del presidente estadounidense para la portada y la temática de su introducción y primer tema. No hay nada como un buen puñetazo en la cara para desfogar nuestra ira. ¿Quién no ha querido emular la icónica portada del Vulgar Display of Power (1992)? Pues como si de una nueva interpretación de la portada del single «Prowler» se tratara, mezclándola con la portada del nombrado disco de Pantera, no encontramos al mutante protagonista de sus portadas azotando un merecido hostiazo en toda la jeta del rubiales magnate y presidente norteamericano. Para reforzar la impactante portada nos encontramos al presidente Trump protagonizando la introducción del disco soltando algunas de sus famosas perlas. Para próximas publicaciones les animo a no buscar referentes tan alejados. Nuestra clase política, a parte de merecerse un buen hostiazo, aportan material para una extensa discografía y varios libros si se deciden.
También hay estopa a repartir, cargada de humor e ironía, en «Trapped by the Crappy Trap» con su excelente trabajo a la batería. Aquí los personajillos con pinta de malotes salen escaldados.
Musicalmente nos topamos con un disco en el que destaca el buen sonido, directo y potente, evolucionando hacia una mayor crudeza respecto a su anterior Annihilate… then Ask! (2017). También las composiciones son más ricas, no centrándose únicamente en la velocidad y el doble bombo, en ocasiones el ritmo frenético se ve interrumpido por elementos más complejas e incluso rozando elementos progresivos como en «Innocent Hate»o el inicio de «Mentality Packs» o «Napalm Sweet Napalm» -nada más ver el título se me vino a la cabeza la brutal Apocalypse Now (1979)-
Como ya he comentado, aquí encontraremos thrash / death de la vieja escuela, directo y sin contemplaciones. La voz de Dave, alejada del registro utilizado en Avulsed, es directa y desgarrada recurriendo a los guturales en algún momento puntual. «Empty Cyber Life», «Innocent Hate» o «Fake Libertarian» son claros ejemplos. Posiblemente para mi gusto ésta última no sería la más adecuada para cerrar el disco. No es ni por asomo la más pegadiza y el fade out me deja algo frío. El haber acabado con «Innocent Hate» hubiera sido más acertado, dejando el subidón con ganas de reproducirlo de nuevo. Pero bueno, sólo se trata de una opinión muy personal.
La duración, como en los buenos tiempos, ayuda a escucharlo en bucle si llegas a empatizar con su propuesta. Está claro que la forma de escuchar música hoy en día es muy diferente, todo es con prisas y poca paciencia, dejando en el letargo discos que merecen más oportunidades. El hecho de no durar más de 40 minutos ayuda a digerirlo sin problemas. Puedo pecar de nostálgico, pero me gustaban esos discos de ocho a diez canciones, con un máximo de 40 a 45 minutos de duración. Lo breve, en ocasiones, es bueno. Para que perder tiempo y dinero en extensos disco rellenos de paja.
Si eres de los que te gusta el thrash / death old school no puedes dejar pasar la oportunidad de acercarte a ellos si aún no los has conocido. Excelente descarga de adrenalina que gana enteros a cada escucha.
¡Salud y heavy metal!
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.