Hoy nos ha dejado Montserrat Caballé, una de las mejores sopranos del siglo XX. La artista del barrio de Gràcia de la capital catalana estaba ingresada en el Hospital de Sant Pau de Barcelona desde el pasado septiembre, ha muerto a los 85 años tras unos últimos años retirada de la vida pública.
En la delgada linea que cruza dos artes aparentemente antológicos como pueden ser la Ópera y el hard rock y el metal, la soprano no solo será recordada por sus majestuosas de Rossini, Bellini o Donizetti, sino también por sus colaboraciones con artistas como Freddie Mercury, Steve Lee o Bruce Dickinson.
Lejos de querer estandarizar esta triste pérdida, nuestro homenaje será recordando estos curiosos duetos en los que la dureza y la delicadeza se funden en beneficio del oyente.
Freddie Mercury
Nos remontamos a 1987 y nos ubicamos en el Hotel Ritz de Barcelona, lugar donde se conocieron ambos artistas impulsado en parte a la terrible obsesión que tenía el sudafricano tras poder ver a la soprano actuando en la Royal Opera House de Londres en 1983. Allí nació una relación de amistad que les llevó a ser uno de los emblemas de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992.
“Barcelona” nació de manera casual pero tras un encargo del alcalde de Barcelona Pasqual Maragall, quien pidió formalmente a la artista de Gràcia que participara en la creación del himno oficial de los juegos. Un tema que sigue provocando escalofríos tras más de 25 años gracias a su potencia, aroma y vida que transmiten.
Bruce Dickinson
El álbum Friends for Life marcó un punto importante en la carrera de la diva, en él la soprano colaboró con grandes nombres de todas las escenas, entre ellos Marco Masini, Johnny Hallyday, Vangelis y el cantante y frontman de Iron Maiden, Bruce Dickinson.
El tema elegido fue “Bohemian Rhapsody” de Queen donde la combinación de ambas voces resulta maravillosa, un tema elegido para abrir el disco.
Steve Lee
Pasando largas estancias en Suiza, la artista quedó enamorada de la canción “One Life, One Soul” de los también suizos Gotthard. Montserrat pidió a la banda realizar una colaboración y obviamente la banda aceptó. La balada interpretada por Steve Lee y Montserrat Caballé es bellísima, digna de ser vista y recordada como nosotros recordaremos a la única e irrepetible Montse.