Me parece sorprendente como una banda que rebosa tanta calidad como Hooded Menace aún siga viviendo en el underground del metal extremo. Los escandinavos hace años que nos vienen regalando discos tremendos, pero todos ellos pasan de puntillas por los tabloides.
Para los neófitos, Hooded Menace nos ofrece un death metal lento de revoluciones pero intenso en sensaciones. Algo así como un death doom pero más cercano a la vertiente pura de death. Ritmos funestos y mórbidos adornados con unas voces roncas y muy profundas. Alguna que otra delicia melancólica en forma de pasajes semi atmosféricos. Hasta la fecha, los de Finlandia han publicado seis discos siendo el novedoso The Tritonus Bell el que hoy nos ocupa.
¿Qué podemos encontrar aquí? Más de lo mismo, si, pero con mucha más madurez. Las actuaciones de los músicos son fantásticas; la guitarra está tan ajustada como siempre, la batería es extremadamente competente y está bien producida. El bajo queda algo disimulado pero aporta un sonido suficientemente grueso y completo. Una vez más nos quitamos el sombrero frente a un Pyykkö que nos recuerda que es un compositor audaz con muchos recursos.
Los riffs siniestros y retorcidos forman una amalgama de canciones largas y con una mesurada pesadez. El disco se hace ameno pese a la longitud de las piezas. Y de regalo viene una versión del clásico de W.A.S.P. “The Torture Never Stops”. El disco arranca fuerte con dos piezas brutales y va manteniendo el pulso a lo largo de las piezas que prosiguen. Ojo con “Those who absorb the Night”, una pieza magnífica en todas sus facetas.
The Tritonus Bell no es un disco fácil, como no lo acostumbra a ser ningún disco de estas características. Pero si es un disco muy disfrutable. La variedad de la propuesta te hace estar en alerta en todo momento y el dinamismo de cada canción es una sacudida para el oyente. Sin duda, Hooded Menace regresan con uno de sus discos más estilizados y más completos. Veremos si logran despuntar como realmente merecen.