Icestorm es un grupo en constante evolución. Estos chicos de Barcelona iniciaron un proyecto a mediados del 2000, que ha acabado siendo totalmente sólido y serio. Y es que el cambio que han hecho respecto su primer trabajo es asombroso. Su primer contacto con el mundo real, hablando a nivel de trabajo de estudio, fue el Contes de la Vall de Glaç (2012). Este disco tiene un sonido a power metal old school que, a mi criterio, le falta algo, aunque para ser su primer trabajo, está suficientemente bien. El nivel técnico del grupo es bueno, pero el sonido suena, como envejecido. Y el timbre de la voz de su cantante Lambert Méndez, ayuda a esa sensación de viejos tiempos. Cabe recordar que hay las diferentes colaboraciones especiales, como del cantante y bajista Quim Mandado (ex Sangtraït) o del malogrado Pepe Mediavilla, mítico doblador de actores como Morgan Freeman o Ian McKellen. En esta ocasión nos regala algún que otro speech precioso, que nos recuerda a Gandalf de las películas de El Señor de los anillos. No lo he comentado pero la temática del disco es fantástica, tirando a batallas épicas de temática vikinga.
Su segundo disco Terres de Foc (2016), hace un pequeño cambio de rumbo. Para comenzar, Lambert, deja el grupo y Marc Storm, uno de los dos guitarras y “alma mater” del grupo, se instala a la voz, donde desde el primer momento Icestorm da un salto de calidad en este aspecto. El trabajo continúa con la esencia épico power pero con más dureza. A esto si le sumamos un muy buen registro de Marc tanto en las voces limpias como en las más “guturales” (sí, en este disco se atreven con partes más contundentes y agresivas), y retales de varios estilos como una influencia groove y alguna que otra parte hardcore, y todo esto con un sonido de lo más actual, le da un trabajo que, aunque el estilo base sea el mismo, es mucho más cañero, a la par que más mimado y trabajado, respecto al anterior Contes de la Vall de Glaç (2012).
Así que pasamos a Saga (2019) donde veremos un gran cambio respecto a los dos anteriores trabajos. Empezamos con la intro, “Thórsmörk”, una banda sonora perfecta. Con arreglos operísticos, sin faltar la sección de violines. Su comienzo es lento, como de preparación de un viaje, caminando y contemplando bellos sitios, a la vez que te preparas para la lucha, con un redoble constante a la percusión, acabando con la sección de vientos, avisándonos de algo inminente. Por cierto, el nombre de la canción lleva el nombre de una cordillera en Islandia, con el nombre de Thor, el gran dios nórdico. Con esto queda claro la temática del disco, no?
“Dominació del caos” es un cambio brutal, de la calma pasamos a la destrucción. Con un riffs constantes y dinámicos de ritmo frenético thrash y base groove, aunque con unos estribillos con un estilo melodic death metal, y un Marc Storm con unos grandes growls. Primera toma de contacto excelente. Cualquiera diría que son los mismos Icestorm de hace 3 años. Continuamos con “We Are Storm” canción de corte muy similar a la anterior, con un gran solo. Aquí los estribillos son furiosos con un buen blastbeast por parte de David Cazorla. Hay la curiosidad que es la primera canción que cantan en inglés, ya que su letra siempre ha sido cantada en catalán. La siguiente “Völundr”, que es el nombre de un artesano y maestro herrero en la mitología nórdica, es muy épica, comienza con el sonido de un barco en el mar, para pasar a un tema que hubiera parido tranquilamente Amon Amarth, death melódico de ritmo lento, con arreglos orquestales para darle más aire heroico. A partir del minuto cuatro, hay una sección lenta con una voz haciendo un speech y acabando con el barco tomando tierra.
“Bitter is the wind” canción muy thrasher pero actual y un toque hardcore con un buen juego de twin guitars. Le sigue la arenga de algún ente o personaje en la penumbra hablando en latín, continuando de manera instrumental y progresiva. Para acabar con la misma fuerza del comienzo. “Sang al nord” tema de aire Amon Amarth, con un melodeath constante y unas guitarras bastante armónicas. Ritmo glorioso de batalla, acabando con unos violines tristres después de tanta muerte a su alrededor, para seguir con el estribillo lleno de rabia.
A mitad del disco puedo decir que todas las canciones tienen una mezcla entre thrash, groove, death metal melódico y hardcore, con sus momentos operísticos y de gran ambientación con la temática de batallas y guerras. “Depredadors” muy groove con un toque agresivo bastante y todo amenizado con un aire muy actual, encima regalándonos un solo de más de un minuto. “Feed the beast” tema eléctrico, muy thrasher, de ritmo frenético. Los estribillos son unos breaks para no parar de hacer headbanging. Agresividad pura. “Quan la terra et sigui lleu”, tema que comienza de manera preciosista, con una guitarra acústica, pero te lo cortan en seco, y pasamos a unos riffeados constantes, afilados. En esta también nos encontraremos unos breaks en este caso más tirando a core, incluso con unos estribillos muy melódicos. Como veis, nos vamos encontrando temas con una mezcla excelente de géneros.
“El darrer vol dels corbs” es un speech de un hombre sentado delante de una hoguera y recordando batallas y viajes. “Fi d’un món crepuscular” otro tema muy épico de los vikingos suecos, Amon Amarth de donde beben Icestorm. Voz ruda por parte de Marc, y unas cuerdas muy de death melódico, acompañado de un ritmo lento pero trepidante de la batería. Y acabamos con “Horitzons”, una canción que ya encontramos en su primer disco y que aquí cuenta con la colaboración de Pep Fillat de Noctämbuls. En esta ocasión la combinación de voces en los estribillos le da un aire muy diferente.
Una vez escuchado este Saga (2019) solo me queda que felicitar a Icestorm por este pedazo de disco que se han sacado. La evolución en la vestimenta, de un toque heavy americano en los inicios a su aire vikingo actual, ha ido acompañado de su música. De sus comienzos power a la mezcla perfecta de estilos. A simple escucha y según que canción, se puede caer en el error de decir que son unos Amon Amarth. Y eso no es cierto, Icestorm combina tantos géneros que abruma, nos encontramos con canciones diferentes entre sí y en ningún momento me han parecido una copia de algo, cosa bastante difícil. Igual que su evolución técnica es perfecta. En fin, no puedo poner ningún pero al disco, sino que al contrario, aconsejar que escuchéis este Saga (2019) y os dejéis llevar por su magnífica ambientación épica y excelente interpretación artística. Aquí disfrutarán los amantes del thrash, groove, melodeath, hardcore y muchos más! Y para acabar me gustaría decir que, con Icestorm, dejemos de decir que van de vikingos, que nosotros también tenemos lo nuestro, ¿o nadie recuerda a nuestros representantes autóctonos? el guerrero “almogàver”, un mercenario amante de las batallas, sin miedo a nada, y eso lo transmitía a su enemigo. Así que aprovechemos para poner el toque de humor (o no) y expresar que practican un género llamado almogaver metal (sí, me he permitido la licencia). Venga ya paro, ahora os toca escuchar Saga (2019).
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.